Dime algo. ¿Podrías confiar en mi?
La mujer se había quedado quieta hasta que salió de su estupor, ella asintió y el aura de naruto se había hecho mas grande, el aura verde mezclada con el aura blanca rodeo por completo el cuerpo del hombre que se encontraba tirado, su gabardina blanca se revoloteaba constantemente. La herida en el pecho del hombre poco a poco comenzó a cerrarse y este recuperaba su color original. Las chicas se encontraban totalmente sorprendidas, el brilló desapareció y la primera en apuntar fue Asia.
Naruto-san. ¿Tu eres acaso el medico divino?
Empieza capitulo.
El rubio se había quedado en silencio totalmente, Asia tomo esa acción como una confirmación de lo que previamente había preguntado.
Asia-san, esto que has visto debes mantenerlo para tu seguridad, ahora que me has visto no tengo mas opción que retirarme. Tal vez este sea un adiós.
Naruto-san. Yo prometo que no diré nada, pero no podrías acompañarme un poco mas.
El rubio se quedo pensando profundamente lo que debería hacer. La mirada que le daba la rubia provocaba una inmensa emoción dentro de el. Naruto soltó un suspiro derrotado por la intensa mirada tierna de la rubia, sin duda ella era una verdadera arma andante, el estaba seguro si alguien sobrenatural supiera de su gran poder habría muchos que buscaran hacerse con ella, lo menos que podría hacer por esa chica era enseñarle a defenderse.
Asia. Acompáñame.
La rubia sonrió felizmente y ambos se fueron.
5 meses después.
Y eso es lo ultimo que debes de saber, recuerda que hay mucha gente mala a los alrededores y muchos pervertidos.
Entonces... si alguien se queda viendo mi cuerpo con una gran sonrisa ¿significa que es un pervertido?
Exacto, muchos intentaran aprovecharse de tu inocencia, no lo olvides. Lo que te he enseñado solo debe usarse cuando estés en peligro.
Lo entiendo naruto-san, aunque me hubiera gustado seguir mas tiempo contigo. – dijo eso con un ligero rubor. Naruto sonrió tiernamente, esta chica era tan dulce que era casi como un ángel.
Hasta que nos volvamos a ver. Asia argento.
1 año después.
El rubio caminaba en la ciudad con un gran suspiro, las clases de la academia sin duda eran demasiadas tediosas. Todavía recuerda cuando se vio en la necesidad de estudiar en una escuela, debido a su excelente desempeño logro obtener un lugar en la escuela, cuando este había ingresado a la academia había notado presencias extrañas así que decidió ocultar su poder para pasar desapercibido.
Que fastidio es todo esto.
Varias chicas comenzaron a chillar en cuanto entro naruto, esto era algo que lo venia persiguiendo desde que entro en la academia, sin duda esta atmosfera era similar a la academia de los ninjas con esas chicas pegadas al Uchiha, al recordar ese apellido sus cejas se fruncieron era mejor no recordar a ese hombre en este momento.
Oye chico guapo, podrías quitarte de mi camino. – dijo molesto un castaño de cabello corto con varios flequillos que cubren parcialmente sus cejas y dos extensiones de cabello que cuelgan paralelamente a su nuca y ojos marrones.
Oh. Eres tu. Eres uno de ese trio de pervertidos, Hyodo Issei. – dijo naruto con una mirada neutra.
No sabia que era tan famoso. – dijo con una pequeña sonrisa, pero luego se dio cuenta de lo que sucedía.