Cold Man; Louis Partridge

1. Conocer

Louis POV'S:

Mi corazón latía con frecuencia y por un instante mi mundo se había frenado con tan solo verla. Su presencia me causaba una inexplicable felicidad.

—¡Louis! — exclamó ella abrazándome.

Yo solo di una sonrisa ladina, me costaba expresar mis emociones y sentimientos.

—Me alegra que aceptarás salir conmigo ¿Cómo estás? Te extrañe — decía ella con una mirada de sinceridad.

—Bien ¿Y tú? — pregunté esquivando el "te extrañe".

—Me alegro, bien, la universidad me tiene muerta y salir contigo me reconforta.

Decía mientras sonreía, teníamos tres años de amistad y hace un mes, ella se me había declarado.

Un mes atrás:

Ambos nos encontrábamos caminando por una plaza, ella había dicho que debía comprar algo y que tenía algo que decirme.

—Bien, te diré lo que tengo que decir — empezaba a decir ella notablemente nerviosa.

A comparación de mi, ella no era buena ocultando sus sentimientos y emociones.

—Te escuchó — mencioné.

—Me gustas — tomó un suspiro, mientras que yo la miraba atento — ¿Quieres ser mi novio? Sé que tenemos mucho tiempo de ser amigos, pero realmente me gustas — confesó.

—Sí — interrumpí contestando su pregunta.

—¿Qué? ¿De verdad? — cuestionaba sonriendo.

—Sí, quiero ser tú novio, eso preguntaste ¿No?

—Oh por dios, siento que voy a morir, estaba tan nerviosa — expresaba ella para después abrazarme — siento que caeré.

—Te sostendré, siempre lo haré.

También ella me gustaba desde hace tiempo, nunca pude decírselo por el hecho de no saber cómo y que ella me lo dijera hacía que no se me complicará.

Actualidad.

Y así fue como terminamos siendo novios. No sabía cómo tratarla, así que la trataba igual que antes, solo que ahora nos besábamos, ella me besaba y siendo sinceros, me gustaba. Si, sus besos eran mi adicción.

—¿A dónde quieres que vayamos? — preguntó ella mirándome.

—No lo sé, tú dime — contesté sin darle tanta relevancia.

—Siempre vamos a donde yo quiero, ahora quiero ir a algún lugar que tú quieras — insistía ella haciendo un puchero mientras me miraba.

—Sabes que no salgo, no sé a dónde quiero ir.

Y era verdad, ella era la causa por la cual salía, si ella no estuviera en mi vida me la pasaría posiblemente durmiendo.

—Hagamos esto, dime qué quieres comer y yo propondré lugares — decía ella con una sonrisa.

—No sé que quiero comer ¿Pizza? — me cuestióno sin saber que decir.

No me conocía del todo yo mismo, ella me conocía más o eso suelo pensar.

—¿Tú comida favorita? — pregunto ella.

—No tengo — contesté.

—Hace mucho nos conocemos y no sé cuál es tú comida favorita, realmente soy una mala mejor amiga y novia — murmuraba ella.

No sabía porque se hacía un lío con eso, no me molestaba, porque tampoco era como si me encargará de cooperar con eso, no solía decirle que me gustaba exactamente a pesar de que ella me preguntaba. Ni siquiera yo mismo sabía.

—Louis ¿Te conoces a ti mismo? — preguntó mirándome.

—No mucho — contesté sin darle mucha importancia.

—Si queremos que esto funcione, tenemos que conocernos mejor — mencionó ella.

La miré algo confundido ¿Me estaba terminando?

—¿Qué tratas de decir? — pregunté.

—Te ayudaré a conocerte, tú sabes muchas cosas de mí, ahora yo quiero conocerte a ti.

Mientras que esas palabras no dijeran un "terminamos" yo podía decirle lo que me pidiera.

Ella tomó mi mano entrelazandola con la de ella y empezamos a caminar.

No me sentía incómodo, solo era raro.

—¿Te molesta? — preguntó mirándome.

Siempre me preguntaba eso, ella sabía que el afecto público no era algo que me fascinaba, era demasiado comprensiva.

Solo negué mirándola y era verdad, no me molestaba, solo me sentía raro.

—Bien a ambos nos gusta el arcade y las papas fritas, así que eso haremos, jugaremos y comeremos papas fritas — explicaba con una sonrisa — en estos días tendremos exámenes y probablemente no nos veamos tan seguido.

Solo asentí, estudiábamos distintas carreras, pero estábamos en la misma universidad.

...

Ya era de noche, llevaba a ______ a su casa, podía notar que estaba algo pensativa.

—¿Estás bien? — cuestioné.

—Sí, solo pensaba — contesto ella.

—¿En qué? — pregunté curioso.

—Si yo no te invitará a salir, tú no lo propondrias ¿Cierto?

Me quedé en silencio, era verdad.

—Oh por dios, lo siento si te molesto cuando lo hago y perdón si sientes la obligación de aceptar mis salidas, puedes rechazarme cuando no puedas o no quieras — explicaba ella mirándome.

—No te preocupes por eso, realmente me gusta salir y pasar tiempo contigo.

Ella solo asintió.

—Gracias por traerme, mándame un mensaje cuando estés en casa — pidió ella mirándome con una sonrisa.

Asentí y ella se acercó a mí dándome un beso en la mejilla.

—Descansa Louis.

—Igual.

Empecé a caminar hacia mi casa sin mirar atrás, ella realmente estaba pensativa.

Me preguntaba que le pasaba ¿Había hecho algo mal? Que yo recuerde no.