Cold Man; Louis Partridge

18. Hoy no

Omnisciente:

Después de separarse del abrazo guardaron silencio mientras evitaban sus miradas todo lo que pudieran.

Hasta cierto punto ambos se encontraban algo perdidos y claramente manejaban aquello de distintas maneras.

Pero hoy no, hoy habían encontrado eso que los complementaba tan bien, hoy habían encontrado esa brújula que se formaba entre ellos cuando estaban juntos y no dejarían eso.

Louis extendió su mano hacia ella y la tomo, no sabía el porque pero lo había hecho.

...

Se encontraban en un parque sentados en una banqueta y de cierta forma no había mucho de lo que quisieran hablar ¿Por qué sacar temas del pasado?

—¿Qué tal va tú terapia? — preguntó la chica rompiendo el silencio que se había formado.

—Bien, no falta mucho para que termine — respondió mirándola.

—Eso es bueno — comentó desviando la mirada.

—¿Qué hay de tí? Hace mucho no hablamos y supongo que te han pasado cosas interesantes.

—No realmente.

Y era cierto. Si por cosas interesantes podía llamar a pasarse la mayor cantidad de tiempo encerrada en su cuarto leyendo libros y cómics entonces contestaría.

Louis asintió sin seguir metiéndose en el tema y miró hacía el frente.

—Perdón por lo que pasó — mencionó mirandola.

—No pasa nada, también perdón por no tratar de entenderte. Solo estaba molesta porque me ocultabas lo que te pasaba y creo que eso es muy tú de cierta forma.

Ambos se quedaron en un incómodo silencio, no sabían que más decirse.

—Cuando terminé mi terapia, te buscaré — aclaró con su mirada aún enfrente.

—¿Para qué?

—Para volver a intentarlo, dijiste que hiciéramos las cosas bien la próxima vez y eso haremos.

—Nada te asegura que te estaré esperando ¿Lo sabes?

—Te conozco y se que lo harás. Te amo y se que tú también lo haces.

Aquello era acertivo.

—No lo sé ¿Realmente me amas?

Las imágenes de Louis besando a otra chica volvieron a su memoria y admitía que le había dolido de cierta forma.

—Sí. Podré estar con otras personas pero se que siempre eres tú la única que me complementa y creo que eso me ha quedado claro hace ya mucho tiempo.

Todo era cierto.

Volvió ese silencio en el cual ambos solo miraban las estrellas en el cielo. Louis paso uno de sus brazo hacía los hombros de la chica acercándola más a él, extrañaba la calidez que ella le brindaba.

Amaba cada cosa y cada parte que la hacía a ella, ella simplemente le parecía la persona más perfecta que conocía.

En aquel parque todo era silencioso, solo se podían escuchar sus respiraciones.

—Me haces feliz ¿Lo sabías? — preguntó ella recargada en el hombro del castaño.

—Lo se, también me haces feliz.

—Tengo miedo.

—¿De qué?

—De intentarlo y volver a fallar.

—Eso no pasará.

—¿Y si pasa?

—Hay que esperar — respondió el chico mirándola — piensas mucho a futuro, solo piensa en el presente y disfrútalo. Cualquier cosa que pase entre nosotros lo resolveremos, está vez si lo haremos.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

—Deberíamos dejar de prometer cosas que no sabemos.

—¿Por qué tan negativa? Es lindo prometer cosas.

—Supongo, me siento algo extraña. No creí que volvería a estar cerca de ti o ni siquiera creí que volvería a hablarte.

—Yo tampoco, pero me alegra que sucediera. Te extrañaba.

—También te extrañaba.

No había más que decirse, todo estaba claro. Solo rogaban porque aquello no fueran palabras vacías, querían aferrarse a ellas y cumplirlas.

—Me sigues brindando la misma calidez que antes, gracias — menciono él chico.

Y tal vez hoy no sería el día en el cual ambos estarían juntos de nuevo, pero ambos habían hecho una promesa y la cumplirían porque realmente se amaban.