six: savage

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El tiempo pasó, y cuando menos lo esperaban, el otoño llegó.


SeungMin estaba ansioso y nervioso al mismo tiempo, hacía ya dos años que no asistía a las fiestas que le daban la bienvenida al otoño; algo que solo celebraban los híbridos.

Salió del baño al finalizar su refrescante ducha tibia para luego untar por su lechosa piel crema de rosa mosqueta, amaba ese aroma; se vistió con unos pantalones blancos, un suéter de peluche rosa, y, adornando su cabello castaño, una boina con diademas de atrapa sueños.

Al terminar, se admiro en el espejo: estaba perfecto. Se dirigió a su cama y entre sus manos sujeto aquella tela de peluche color lila, la acarició y sonrió para luego guardarla con sumo cuidado en una mochila de osito de color rosáceo que colgó en su espalda.

Todo estaba hecho, a si que, sin más, salió de su departamento rumbo a la dichosa fiesta otoñal.

El suéter que llevaba a pesar de ser lindo y suave, también era calentito, pero el viento frío soplaba con tanta fuerza que le hacia estremecerse.

Cada vez se acercaba más al lugar de aquella celebración, al ir concentrado en no pisar las líneas de la acera, en cuanto levantó la mirada estaba frente a aquel sitio: los tonos dorados y naranjas cubrían cada espacio, habían adornos de calabazas con orejas y ojos felinos, colgantes de hojas de arce, y luces por aquí y por allá.

El revoltijo en su estómago no se hizo esperar, cerró sus ojos con fuerza deteniendo su andar unos segundos, por último exhaló permitiendo que el vaho saliera de su boca.


"Todo estará bien."

Se mentalizó antes de volver a abrirlos y con una sonrisa dirigirse hasta la puerta, al tocar el timbre fue Im JäëBüm quien lo recibió, según tenía entendido, él sería el patrocinador ese año.


— ¡Kim, bienvenido! -exclamó con emoción abriéndole paso al castaño. 

— Gracias, hyung -agradeció adentrándose encontrando allí toda la magia: algunos híbridos bailaban, otros jugaban, otros cantaban, otros comían o bebían, y otros simplemente conversaban.


«Pero, el lugar lucía más grande de lo que recordaba»


— ¿Sorprendido? -preguntó a sus espaldas, SeungMin asintió- HyunJin hizo un buen trabajo. 

 ¿HyunJin lo decoró? -expresó con estupefacción, JaeBum asintió sonriendo 


«Nunca se hubiera imaginado de lo que era capaz de crear ese idiota» 


— Ten -dijo extendiéndole una copa de champaña que el castaño aceptó- Disfruta de la velada -pronunció despidiendo se con su copa y SeungMin se lo devolvió con una pequeña reverencia. 


«El nuevo look de JaeBum era genial: cabello largo ondulado y de color negro.» 


Bebiendo un sorbo de aquel líquido se dispuso a buscar entre la multitud una cabellera roja, la cabellera de aquel híbrido que aceleraba sus sentidos.

𝗚𝗥𝗥 | seunglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora