eight:easy

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— Ayer fue un día glorioso -comentó el pelirrojo sobando sus somnolientos ojitos verdes siendo acompañado por un bostezo dando una tierna imagen del pequeño híbrido.

— ¿Por qué lo dices? -interrogó el pelimorado tomando asiento al lado de Felix junto a la ventana.

— Felicity no estuvo para despertarme, pude dormir a placer -explicó mientras dejaba que su aliento empañase el cristal para luego con su dedo, comenzar a dibujar lo que Chris identificaba como garabatos.

— Deberías estar acostumbrado, todos los días les levanta a la misma hora, ¿no?

— Debería. Pero fallo por un día y la costumbre se perdió -Chris estalló en carcajadas ante la inocente ocurrencia del híbrido somnoliento, y al calmarse pronunció..

— ¿Quieres dormir un poco más?

— Quisiera.

— Ven -llamó palmeando sus piernas, Felix lo miro con objeción.

— No, será raro.

— No será raro si lo haces en tu forma felina -el pelirrojo abultó sus labios un poco.

— De acuerdo -acepto subiendo a las piernas del mayor ya en su fase gatuna.

— Eres tan suave -murmuró entre dientes el pelimorado mientras con su mano peinaba el pelo del híbrido.


«Aunque por su tono parecía querer gritar y su expresión.. se le notaba bastante feliz»


"Los humanos son tan extraños"


Conforme los minutos transcurrían, Felix se aseguraba de estar lo suficientemente cerca de Chris, y tenía en mente que el resto del día fuese así, de cierta forma, lo hubiese sido, de cierta forma, ya que alguien se dedicó a interrumpir su plan.


— JiSung, ve al supermercado con Felix y Felicity -ordenó la señora Han con un tono sutil extendiendo le al peliazul una hoja de papel junto a dinero y una tarjeta de crédito.

— Mamá, es muy temprano -espetó el de mejillas regordetas frunciendo su entrecejo.

— Si no vas no comes.


Como por arte de magia, el trasero de JiSung se despegó del sofá mientras sus piernas trazaban, casi freneticamente, el recorrido hacia la cocina donde su intuición le dictaba se encontraba Felicity.


— Licy, ve por tu abrigo, iremos al super -dictó desde el marco de la puerta a la menor quien bebía un vaso de leche a escondidas, pudo deducirlo.


«Su cuerpo dio un respingo poniéndose luego a la defensiva, también el bigote artificial de líquido blanco le delataba»


— ¡Voy! -gritó elevando su puñito.


JiSung rodó sus ojos suspirando cuando su mirada se detuvo en el pelimorado de hombros anchos frente a la ventana en el living; tal vez él ayude en su búsqueda.

𝗚𝗥𝗥 | seunglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora