¿Juegos o guerra?

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-Está bien chicas, mañana después de clases pueden buscarme aquí y yo con gusto dibujaré a las que me faltaron—Thomas entraba al recinto de los dormitorios de chicos, con miles de besos marcados en las mejillas y muchos papeles con números escritos.

-Oh esto no puede ser—Thomas comenzó a tocar desesperadamente la puerta de su dormitorio—abre maldita sea—intento meter su llave para abrir pero la puerta no cedía

-¿Asunto?—Newt solo abrió un poco la puerta, sin quitarle el seguro completamente

-¿Me podrías explicar que hacen mis cosas en el piso? ¿Me podrías explicar porque no están en mi cama?—Thomas estaba rojo del coraje—Quiero que habrás inmediatamente

-¿Qué me harás si no abro acusarme con la directora?—Newt cerró la puerta de golpe

Thomas por un momento pensó en acudir con la directora pero en cambio se le ocurrió dormir, mañana lunes empezarían las clases y no quería pasar la noche en vela peleando con Newt, sacó su cobija y decidió dormir enfrente de la puerta de su dormitorio.

***

A la mañana siguiente Thomas recogió sus cojas y decidió dejarlas en el cuarto de limpieza de la estancia, del mismo lugar saco cinta adhesiva y cuerdas, además de unos cuantos palos de escoba viejos, si Newt quería guerra la tendría.

Se encargó de llenar del techo al piso de cinta adhesiva para que cuando Newt saliera se envolviera en esta, así como amarro una cuerda al cerrojo de la puerta y fue uniéndola con los palos de escobas que atoro debajo de la puerta para que cuando jalara la puerta estos se fueran a estrellar al rostro de Newt, tenía mucha satisfacción de que nadie lo había visto.

Fue tranquilamente al comedor a desayunar antes de clases, aún tenía bastante tiempo entonces prosiguió para no ser descubierto.

-¿Qué tan bueno eres en el fútbol?—el mismo chico de ayer se acercó a hablarle mientras desayunaba

-¿Minho verdad?—Thomas se hizo a un lado para que pudiera sentarse—Nunca me he considerado realmente bueno pero haré la prueba tal vez me sorprenda a mí mismo

-Las pruebas son el Viernes, no faltes, elegiremos de nuevo a todo el equipo, después de la temporada pasada necesitamos renovar al equipo.

-Está bien no faltaré—Thomas sonrió—Sé que no solo eres fútbol, ¿Qué me cuentas de ti?

-¿De mí?—Minho se ruborizó un poco—Cielos, casi nadie pregunta mucho de mí, pero no creas que esto te sumará puntos en la prueba—rio—soy muy bueno con las matemáticas, me gusta estudiar lógica y visitar edificios históricos, aún no sé qué quiero hacer de mi vida, pero no quiero ser como mucha gente de aquí, me gusta mantenerme activo, porque me hace sentir vivo, pero el fútbol no es mi vida.

-Yo sabía que no solo eras fútbol—Thomas sonrió—un gusto conocerte Minho

Thomas y Minho fueron a clase juntos, aunque no fueran en el mismo salón, Minho guio a Thomas dándole un pequeño mapa de donde estaban los salones de sus próximas clases, todo transcurría con normalidad. Ya había pasado más de la mitad de la primera clase.

-¡¡¡¡THOOOOMAAAS!!!—Se escuchó a Newt gritando por todo el pasillo, todos sus compañeros se amontonaron en la puerta para verlo—más vale que salgas maldito animal rastrero

-¿Creen que me hable a mí?—Thomas volteó a ver a sus compañeros de salón

Newt tenía aun algo de cinta adhesiva en el cabello—tenía una pequeña cortada en la mejilla derecha y cojeaba de una de sus piernas, las orejas las tenía coloradas y caminaba dando pasos lentos mientras se veía como su pecho se llenaba de aire pesadamente.

-Creo que si es a ti—Sonya se mostraba un poco preocupada— ¿Qué le hiciste Thomas?

-¡¿Yo!? Nada, solo estamos teniendo unas negociaciones no tan amigables y pues fue mi contestación.

-¿Qué demonios pasa aquí?—el maestro de cálculo reprendió a su grupo justo cuando regresaba del baño ¿Señor Newt? No creerá que entrará a esta hora a mi clase y menos con esa apariencia que tiene, puede irse olvidando de una calificación perfecta este semestre—le cerró la puerta en la cara.

-Profesor ¿Puedo salir unos momentos?, necesito algo de aire—Thomas sintió culpa por Newt

-Que no sean más de diez minutos—el profesor borraba el pizarrón y no prestó atención a Thomas.

Thomas salió corriendo al pasillo, buscando a Newt, pero no lo encontró por ningún lado, se le habían pasado los diez minutos de tolerancia en clase, pero decidió irlo a buscar a su dormitorio, este estaba vació, así que decidió recostarse en la que se suponía era su cama, pensaba en una disculpa para Newt.

-Quítate de ahí—Newt se subió encima de Thomas, tomándolo de las muñecas— ¿No te vasto con lo de la mañana? Ahora vienes a restregármelo

-¿Querías guerra no? Pues se cómo jugar—Thomas forcejeaba con Newt para quitar sus manos de sus muñecas, trataba de mover todo su cuerpo pero Newt se iba pegando más a él—venía a hacer las paces pero veo que eres duro para perdonar.

-¿Cómo quieres que te perdone si por tu culpa ya de seguro perdí una calificación perfecta?—Newt perdió el control de la situación y Thomas le dio la vuelta, dejándolo a él debajo de Thomas, este atrapo las piernas de Newt entre las suyas.

-Bueno, pues ahora estamos a mano—Thomas gemía del esfuerzo por sostener a Newt—me salte la clase y al menos ambos tenemos esta desventaja ahora

-¿Se puede?—Nessa toco la puerta que se encontraba abierta—Cielos, disculpen por interrumpir—se sonrojó—pero me gustaría hablar con mi novio, si es que no lo robaras también

-Quédatelo, de nada me puede servir el idiota—Thomas se levantó—tal vez aún puedo conseguir la calificación eso si me servirá.

Thomas caminando a clase se sintió muy agitado, el corazón no paraba de latirle, se acomodó el uniforme para darse cuenta de que le había ocurrido un pequeño accidente estando con Newt, sabía que se había sonrojado al darse cuenta que había pasado y mejor decidió correr a clase.

***

¿Qué quería?—Nessa aprovecho que Newt seguía recostado en la cama para acostarse a su lado.

Nessa no medía más de 1.65m, el cabello le llegaba casi a la cintura, le gustaba arreglárselo bastante, por lo que parecía que siempre había ido a un salón de belleza antes de cada clase, su cabello era color avellana, tenía una complexión delgada pero no al punto de parecer un cadáver, su tez era apiñonada y tenía las mejillas llenas de pecas, algo que le daba mucha ternura a Newt.

-Realmente olvide a que venía—se sentó en la cama, poniendo las manos en su nuca—pero al menos ya se fue

-Newt soy yo o…--Nessa señalo a los pantalones de Newt—aunque me cueste admitirlo se que eso no lo provoqué yo—se sonrojó 

Sin puntos medios. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora