Siete: Soñar

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A veces, aunque se quiera negar, soñar es... imposible.

Tratar y tratar. Rogar y rogar. Llorar y llorar; para al final seguir igual.

Sus lágrimas eran la representación de su abismo y su falsa sonrisa la representación del dolor que pocos han conocido.

Día tras día, noche tras noche, se sentaba en aquel sillón. Esperándolo.

Teniendo lo mismo al despertar cada mañana: nada. La habitación sola, su corazón teniendo una herida más para gravar y sus ojos una razón más para picar.

Todos los días despertaba con el mismo pensamiento: él volvería.

Cada vez que lo miraba entrar, su rostro se alumbraba. Cada vez que regresaba del trabajo y lo miraba sentado en la sala, ya no tenía más razones para volver a llorar.

Se sentaba a su lado y hacía como si nada pasara.

Pero los besos, abrazos, palabras... ya no eran lo mismo.

Se estaba cansando.


Confianza || BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora