Capítulo 1

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T/N: Tu Nombe

T/A: Tu Apellido

En el mundo de "Haikyuu" habían distintos reinos con sus respectivos miembros de la realeza.

  T/N al ser escriba, había visitado una gran cantidad de reinos con su hermano Aether y su padre. Ahora se dirigían al reino Nekoma, gobernado por Kenma Kozume, quien aparentemente parecía débil para gobernar, pero que en realidad tenía una mente majestuosamente grandiosa. Había logrado realizar planes para ganar guerras y batallas, para que su pueblo no pasara hambre en época de malas cosechas, y muchas más cosas. El pueblo le adoraba a pesar de los malos rumores que corrían sobre él.

  A T/N le daba curiosidad por saber cómo sería la apariencia del príncipe Kenma, si bien gobernaba en parte su reino, aún no sería coronado como rey hasta que cumpliera la mayoría de edad, o el rey decidiera cederle por completo el trono, hecho que probablemente no pasaría hasta mucho tiempo después.

  En una parada que hicieron para descansar, se encontraron con un chico pelinegro de ojos turquesas muy lindos, quién preguntó por la dirección al castillo del reino Nekoma. La familia se ofreció para llevarle con ellos ya que también iban en dirección al castillo, pero el chico tenía que ir urgentemente así que una vez le dijeron la dirección, él se los agradeció y se fue rápidamente. T/N tenía una extraña sensación de que lo volverían a ver.

  Llegaron en un par de días a la capital de Nekoma, podrían haber ido más rápido si no fuera porque T/N se distraía con cualquier cosa y se ponía a mirar alrededor suyo detenidamente cada dos por tres, pues todo le parecía interesante. La ciudad era grandiosa, las viviendas (habitajes nop xD) estaban ordenadas y los tejados eran rojos, además de que había una gran cantidad de vegetación que contrastaba perfectamente con las casas. Pasaron por el mercado central, una zona de mercado llena de gatos de todo tipo. Cualquiera pensaría que serían gatos de la calle, pero lo cierto es que estaban muy bien cuidados y alimentados, como si todos tuvieran dueño. T/N observó los distintos puestos, vio uno en particular que le llamó la atención: un puesto de libros (libretas) caseras. No era algo que se solía ver mucho, le pidió permiso a su padre para ir, y acordaron en que se verían en el reloj de la plaza en una hora, así cada uno podría ir a ver lo que más le interesase.

  T/N fue al puesto a cotillear los objetos que vendían, aparte de cuadernos, también había un montón de material artesanal muy lindo. Habían objetos en miniatura, postales hechas y dibujadas a manos, fundas de libros, estuches de útiles, algunas bolsas, etc. Todo estaba bordado muy bien y tenían muchos detalles. T/N decidió comprar un cuaderno de tapa azul marino con bordes dorados, una funda a juego para guardarlo, y un par de postales, pues quería mandarle alguna a su madre quien se quedó en su reino de origen aguardando el regreso de su familia. A pesar de que existieran los aparatos electrónicos, eso era algo que la familia de T/N no se podía permitir, así que solo podían disfrutar del lujo los miembros de clase social alta.

  Se quedó hablando con quien le estaba atendiendo: un chico peliverde con pecas. No había escuchado bien su nombre, pero le daba pena volver a preguntárselo. Descubrió que era un aventurero que iba con su padre de reino en reino vendiendo sus productos artesanales, pero en realidad quería dedicarse a otra cosa. T/N no preguntó a qué era, ya que podía ser bastante personal.

  Llegó el tiempo de reunirse con su familia en el reloj, T/N se había quedando hablando con ese chico. Se despidió y fue rápidamente al encuentro, le daba pena no haber podido ver más puestos, pero haber conocido a alguien tan maravilloso compensaba ese sentimiento de pena.

  Se reunió con su familia y se dirigieron al castillo. T/N se preguntaba por qué necesitarían a unos escribas de otro reino, seguramente ya tendrían a muchos a su servicio. Estando hablando con el chico, se enteró de bastantes rumores que corrían por los distintos reinos. También había podido presenciar un poema de un juglar que hablaba sobre un reino que se estaba volviendo más poderoso gracias a sus nuevos miembros de la caballería real, también contaba sobre batallas que hubo contra otros reinos y se enteró de que dos caballeros de un reino, se peleaban por el amor de su rey.

  Al llegar al castillo, y haberle dicho sus identidades a los guardias, entraron a una entrada acogedora. Después, un guardia les dirigió a la sala del trono, donde seguramente estaría la familia real. Sentados en los tronos, estaban el rey y el príncipe heredero. El príncipe tenía el pelo castaño con las puntas rubias, y unos ojos ámbares clavados en un caballero suyo: un chico de pelo blanco muy alto. El príncipe ponía mala cara, como si la presencia del caballero le incomodara.

  —Saludos su majestad--dijo el padre de T/N haciendo una reverencia. Ella y su hermano le imitaron.

  —Saludos, escribas. Han venido desde un reino lejano para cumplir nuestras peticiones, espero que hayan tenido un agradable viaje. Como ya se está haciendo de noche, me gustaría que descansaran en los aposentos que les hemos preparado, y hablar de los detalles mañana. Pero si no le importa, señor T/A me gustaría hablar con usted un momento. Mientras tanto, el caballero Sir Luxor acompañará a sus hijos a sus respectivos aposentos.

  El padre de T/N les miró asintiendo con aprobación. Los hermanos siguieron al caballero hasta la habitación en donde se hospedarían. Las habitaciones estaban una al lado de otra, cosa que alegró a los hermanos, al menos estarían cerca.  Aether decidió investigar el castillo, T/N intentó impedírselo, porque si alguien le pillaba, se metería en problemas. Aether no le hizo caso y se fue, T/N no tuvo más remedio que seguirle, así quizás podría evitar que se metieran en problemas, o todo lo contrario. El caso era no dejar a su hermano solo, si se metían en problemas, que al menos estuvieran juntos. El caballero se había retirado por lo que había vía libre. Recordaron el piso en el que estaban y el pasillo por el que habían entrado, y se dirigieron sin rumbo por otro pasillo.

  De vez en cuando miraban las habitaciones que no estaban cerradas con llave para curiosear, la mayoría del pasillo en el que estaban, estaban vacías. Por lo que se fueron a otro pasillo. Aether escuchó gritos procedentes de una sala que estaba cerca, esta tenía la puerta entreabierta. Aether se asomó con cuidado, a T/N le estaba dando un ataque de pánico temporal por si les pillaban, pero en el fondo sabía que si ese era el caso su hermano lograría inventar una excusa creíble para evitar meterse en líos.

  Habían dos chicos "peleándose". Entre comillas porque no se estaban peleando exactamente, parecía más bien que estuvieran haciendo el tonto juntos. Parecía que estaban jugando a imitar a otras personas. Escucharon una voz que provenía del lado contrario del pasillo, así que los hermanos corrieron a esconderse en una esquina que doblaba a otro pasillo.

  —AKAAAASHEEEEE, ¿por qué tardaste tanto?

  Y antes de que pudieran escuchar más, el individuo cerró la puerta. A T/N le sonaba haber escuchado ese nombre en algún otro lugar, pero al final no le dio importancia. Había pasado bastante tiempo desde que se fueron de sus habitaciones, tenían que volver o sino su padre les reñiría.

  Llegaron a sus habitaciones. Al parecer, su padre pensó que ya se habían dormido. Lo más probable fuera que llamó las puertas a de ambos, y como no obtuvo respuesta, quizás pensaba que ya estaban en los brazos de Morfeo.

  Ambos hermanos se dieron las buenas noches y entraron en sus habitaciones silenciosamente. T/N se acostó sobre su cama, pensando en qué clase de aventuras les esperaría en aquel castillo. Había podido ver al príncipe Kenma, pero no había escuchado su voz, en su mente se la imaginaba tierna y clara. Antes de dormirse, fue a asearse. Escribió en el nuevo cuaderno que se había comprado, todo lo que había vivido hoy. Decidió que sería su nuevo diario. Al acabar, guardó todo, y se fue a dormir.

Los Reinos de Haikyuu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora