Los Reinos de Haikyuu.

Capítulo 5

En las cocinas estaban muy ocupados. Iba a haber una fiesta dentro de poco, y tenían que hacer todos los preparativos.

Los hermanos se habían ofrecido como voluntarios para ayudar. Cosa que los sirvientes agradecieron mucho, cuanta más gente hubiera ayudando, más rápido acabarían.

  T/N estaba pelando patatas, pero a la vez lloraba. Le recordaba a alguien que había perdido ella y todos los que seguían esa serie, pero ahora al menos estaría en un lugar donde podría comer todas las patatas, carne y comida que quisiera. Con la ayuda del principe Kenma, habían logrado instalar una tele en la habitación de su hermano, por los que podían ver muchas series.

Últimamente había estado pasando mucho tiempo con el príncipe Kenma y su hermano juntos, aunque de vez en cuando le daban ataques de soledad a Kenma por lo que tenían que dejarlo solo. Aether sospechaba que al príncipe le gustaba alguien, por su actitud, pero a la vez pensaba que sería imposible, pues el príncipe casi nunca sale, así que difícilmente podría conocer a más gente. A T/N le pareció un comentario un poco cruel.

—¿Por qué lloras pelando patatas?—preguntó una voz aguda a su espalda—ni que se hubiera muerto alguien.

—No, para nada...—murmuraba T/N para si misma.

—¿O es que te has cortado y estás llorando porque eres una hija de papi?

—No es eso Lidu. Por cierto, ¿acabaste de hornear el pastel? Espero que el olor a quemado que viene del horno no sea de tu pastel.

Lidu se dio cuenta de que era el pastel que estaba horneando. Soltó una maldición y se fue corriendo. T/N vio como el encargado de la cocina le reñía, ahora tenía que volver a hacer todo y además había malgastado comida. El encargado se acercó a T/N.

—Perdónale por favor. Le gusta hacer sentir inferior a los nuevos, pero por más que se lo repróchenos no hace caso... Soy Nobuyuki Kai, Kai para los amigos. Soy el encargado de la cocina, si tienes alguna duda no dudes en preguntarme.

—Oh, soy T/N un gusto. ¡Gracias por la ayuda!

  Kai sonrió y se fue para continuar con sus deberes. T/N quería acabar de pelar las malditas patatas por lo que intentó apresurarse.

***

  Después de hora y media, por fin pudo salir. No pensaba que le darían tanto trabajo, pensaba que se estaban aprovechando de su amabilidad. Además de que la fiesta sería en unos días, ¿por qué tenían que hacer tanta comida? Acabaría en mal estado si no se la comían.

  Decidió calmar su mente por lo que fue a dar un paseo por el jardín. Todos los que habitaban en el palacio tenían permiso de andar por ciertas zonas, pero eran más que suficiente, al menos para T/N.

  Llegó al banco donde vio al príncipe Kenma jugando alguna vez. Parecía que hubiera pasado bastante tiempo, y en efecto, ya habían pasado varias semanas. T/N se iba adaptando poco a poco, no es que tuvieran costumbres muy distintas a las del reino de donde provenían, por lo que le pareció sencillo ponerse al día.

  Se sentó con una leve sonrisa en su cara, aún había mucho trabajo por hacer, pero lo ideal para ese momento era dedicárselo para sí misma.

   ...O eso pensaba.

   —¿Descansando en el banco de su majestad maleducada?—dijo una voz aguda a su espalda.

  Oh no... Lidu otra vez

  —No veo en ningún lugar que ponga que este banco sea de su majestad el príncipe Kenma.