🎨4: Sabores.

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–Suga.

–¿Mmmh ? –Un somnoliento joven murmuraba detrás de su oído.
Se había quedado dormido mientras ella leía, la lluvia no les había dejado ir al museo de escultura que tenían planeado.
Pero no fue un problema. Ya que Suga solo quería estar tranquilo, cómodo, caliente y callado mientras intentaba dormir y (T/n) leía un libro.

–¿Cómo crees que se siente un campo de rosas azules? Mi apellido significa "Rosa azul" ¿Cómo se siente verlo? –Suga abrió los ojos y suspiró para pensar.

–Imagina que estás en una playa Europea y hace mucho mucho frío. El sol parece un enorme destello de plata y hay algunas nubes que obstaculizan que el sol pase. –(T/n) se rindió a la voz suave y susurrante y a las caricias amarillas y cálidas que propinaba en su cuello y en su cabello, así que dejó el libro de lado.

–Mh... –Asintió ronca. Él rio al escuchar su voz turbarse en su garganta cuando él alcanzó con sus dedos un punto clave en su cuello.

–Imagina que estás suspendida sobre el agua fría. Tienes el cuerpo estirado en el mar y tu pelo ondea en sal debajo de tu cuello y de tu espalda. Cierras los ojos para escuchar el océano y sientes un susurro calmado y sereno. Rítmico, acompasado. Como los latidos del corazón del viento... ¿Demasiado poético? –Sus labios rozaron sin querer su oreja y ella vio el color que había llamado "rojo".

(T/n) cerró los ojos y se acomodó un poco más contra su pecho.
El cuerpo de Suga comenzaba a adquirir más y más calor, su pecho se sentía como el fuego contra su espalda, y solo quería pensar en disfrutar su cálido aliento sobre su nuca.

Ella se giró y miró los ojos de Suga imaginándose cómo pudiera ser si le viera a color.
Las mejillas del joven habían tomado oscuridad de nuevo cuando su nariz rozó la de él, y si se concentraba podía escuchar el resonar de los tambores en su corazón, o incluso quemarse con el fuego de sus ojos.
No necesitaba saber de qué color era el cielo para saber que lo que se escondía detrás de los ojos de Suga eran lagos de ese sentimiento de color rojo.

En momentos como este, no podía pensar en el concepto "azul", tan tranquilo, transparente y sereno como él lo describía.

–Sin embargo es un poco complicado escribirlo. Porque las rosas azules, al menos las naturales; no existen.
En realidad hay unas moradas que pueden acercarse bastante, pero no es azul.

–¿Cómo es el color morado?

–Es una mezcla entre rojo y azul. Según la cantidad que haya de uno, el color cambia.

Synesthesia 🎨 Koushi Sugawara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora