🎨: 1 Acromatopsia

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"¿Y... De verdad no ves ningún color?"

(T/n) tenía que lidiar con aquella pregunta estúpida cada vez que su discapacidad salía a relucir.
Sin embargo ella sabía qué hacer en esa situación.
Suspiraba con una sonrisa y diría una frase cada vez más automática y mecánica para sus labios.

-No, pero no importa. Ya estoy acostumbrada.

Odiaba a todas y cada una de las personas que le hacían esa maldita pregunta.
¿Era necesario recordarle constantemente que jamás tendría una vida como el resto?

Que jamás podría apreciar una obra de Van Gogh. O distinguir a alguien por su ropa, o acertar con los semáforos. O ver un árbol de Navidad en todo su esplendor...

Incluso le gustaría saber la tonalidad exacta de su piel, sus ojos, su cabello, sus labios...
O poder leer un libro sin sentirse inferior a cada personaje que podía ver colores.

La acromatopsia es la enfermedad que impide ver más allá de blanco, negro y gris.
Para ella solo había grises. Grises oscuros o grises claros, y aquello dificultaba enormemente básicamente cualquier cosa que para otra persona pudiera resultar cotidiano, casual y sencillo.

Buscar a un chico en un gimnasio lleno de ellos, era una de esas cosas que se le hacían difíciles.
No supo cómo si quiera consiguiendo reunir el suficiente valor como para pedir ayuda.

––Disculpa. ¿Podrías decirme quién es Sugawara Koushi? ––Preguntó a uno de los chicos que se preparaba para jugar en la pista, interrumpiendo su calentamiento previo.

––Sí, mira es el chico del cabello gris claro. El alto. Tiene un lunar en un ojo.

(T/n) habría querido matar a ese chico. Se había quedado exactamente igual. Nada de lo que le había dicho le había servido para lo más mínimo.
Para empezar, era un maldito equipo de volley. Todos (O casi todos) eran altos.
Sin embargo la esencia de su frustración radicaba en que ella no podía ver los colores.
Para ella, todos los cabellos eran grises. Y que le dijese que tenía un lunar en el ojo le producía absoluta indiferencia. ¿Creía ese imbécil que iba a mirar a los rostros de cada chico buscando un lunar?

La joven suspiró con los papeles que el director le había mandado entregarle a ese chico cortando ligeramente el interior de sus codos, después de acomodarlos de nuevo contra su pecho con un pequeño salto, cerró los ojos y se puso manos a la obra: Frustrada, pero no desamparada, miró a todos lados y trató de mirar a los ojos de todos los chicos altos con el cabello claro para encontrar un maldito lunar.

Synesthesia 🎨 Koushi Sugawara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora