❝ Rain ❞

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«—Tipo: historia de un solo capítulo

«—AU de BBB.

«—Eventos antes de los torneos de equipos en Beigoma.

«—Narración en segunda persona.

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La lluvia había logrado alcanzarte en tu camino devuelta a casa, tomándote por completa sorpresa. Debido a que no traías algo para cubrirte tuviste que quedarte debajo de un techo en la calle, no sabes con exactitud cuanto tiempo has pasado sentado allí. Lo más prudente sería esperar a que escampara y así continuar por donde ibas, igual, te falta mucho por llegar.

Aunque, aún no consigues deshacerte de los pensamientos que te enturbiaban durante todo tu recorrido, y que todavía siguen cruelmente clavados en tu cerebro.

No lo comprendes, te ha ido excelente en el equipo de Xander, te habían aceptado sin recaer en el sentido de amistad; tal y como tú lo deseabas. Entonces ¿por qué quieres abandonar el barco en el que apenas te has subido? Inevitablemente lo piensas, y llegas a compararlo con una tormenta que te aprisiona en lo profundo de su tempestad, angustiandote con el ciclón de cientos de recuerdos –algunos más afables que otros– todos mezclados como un remolino de sentimientos agridulces.

Como una forma de repeler el ya inestable estado en el que te encuentras intentas concentrarte en las gotas cayendo cerca de ti, hasta el punto de contarlas por más insulso que te resulta: «1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. . .» y de pronto, te detienes. ¿Por qué haces todo esto? ¿Qué sentido tiene tratar de olvidarlo todo cuando sabes que mañana los volverás a ver en la escuela?

El inesperado chapoteo de unos zapatos pasando sobre varios charcos en el camino te sobresalta, no tienes idea de quien puede ser y realmente tampoco te interesa descubrirlo. Mientras tanto el rubio que camina con esperanzas de llegar a tiempo a su hogar se detuvo al verte —y es obvio que fue al reconocer tu rostro— sin que te dieras cuenta.

—Vaya, no esperaba encontrarte por aquí, realmente pensé que seguías en el dojo de Shakadera —el tono seco y apático en la voz de Kiyama te hace respingar en tus adentros, pero automáticamente intentas retomar ese aspecto de insensible que siempre llevas puesto. No dices nada con la intensión de que note lo poco cómodo que estás cerca de él y que lo mejor sería retirarse y seguir con su camino.

Y aunque no lo sepas, él lo notó.

Y lo ignoró.

—La lluvia tardará un tiempo en escampar, y veo que no traes un paraguas contigo —prosiguió, con el mismo tono indiferente contrastado irónicamente con palabras interesadas. Es curioso, tú nunca lograste entender ese modo suyo de ser; siempre tan emocional como una piedra y a la vez "preocupado" por los de su entorno. Tal vez esto mismo fue lo que te llevó a pensar que Rantaro era tan sólo un maldito interesado e hipócrita que esperaba la mínima ocasión para sacar provecho de ti, sí, quizá fue por eso.

—¿Me estás escuchando?

—¿Y eso a ti te importa? —antes de que pudieras pensarlo dos veces eres rebasado por el impulso de hacerle frente, ese que te ha traído tantos problemas— ¿Realmente te interesa si la paso mal o no? ¿Si me pasa algo mal a mí?

—. . . No, en realidad me importa muy poco lo que te pase —la respuesta te duele sin saber muy bien el porqué. De todos modos, eso ha confirmado involuntariamente tu altanera sospecha sobre él ¿no?—, pero no quiero que el día de mañana tu equipo pierda sólo porque se les ausentó uno de sus miembros —el rubio se acerca peligrosamente a tu rostro causandote un escalofrío, y susurra—: y todo porque el muy imbécil se resfrió por su propia estupidez.

Cosos ; bbb (Finalizado).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora