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Ahora Hyunjin se sentía distinto al lado del rubio, desde que Minho le hizo aquella pregunta, ya nada fue igual. Estar con Jeongin era algo muy lindo y cálido, no podía evitar mirarlo con dos corazones en los ojos. Tampoco podía evitar mirar sus rojizos labios, eran simplemente irresistibles. El menor solo los relamía al darse cuenta de la mirada de Hyunjin porque pensaba que había quedado un poco de comida en ellos. Si tan solo supiera...

Sus amigos estaban hartos, ¿acaso no se daban cuenta de nada? Ellos no siempre estarían ahí para ayudarlos. Ya sabían que a Jeongin le gustaba Hyunjin, eso era algo obvio para todos. Hwang también parecía estar cayendo con ello, un poco más y estaría peor o igual que el menor. Uno de ellos tenía que declararse y seguramente lo tendría que hacer el pelinegro porque el rubio era muy tímido para esas cosas.

－Que desesperantes.

－Ni que lo digas...

Por otro lado, Rosé ya no tenía idea de qué hacer. Ella no quería perder, pero parecía que no tenía otra opción. Hyunjin siempre preferiría a Jeongin. Tal vez Jungkook tenía razón y ya debería aceptarlo. Después de todo, el chico del último año que conoció era más bonito que el pelinegro. Park Junhee. Tenía una personalidad increíble y todos lo amaban. Algunos lo comparaban con el tierno animalito de Frozen 2 por su bella sonrisa. Siempre trataba bien a la pelirroja y la consentía mucho, pero aquello no iba a quitar el rencor que le tenía al rubio.

Jeongin se daba cuenta como la chica lo miraba y eso ahora no podía evitar causarle gracia. De cierta manera, sentía que le había ganado. Pero para disimular, solo le sonreía como si fuera un pequeño saludo lo cual hacía que el rostro de Rosé quedara igual que su cabello por la cólera.

─★ web page ! ˎ´-

－Innie, solo te quedan tres pasos... ¡Ya te falta muy poco!

¿Qué se supone que haría luego de acabar la lista? ¿Declararse? Con solo pensarlo podía sentir su nerviosismo salir a flote. De verdad tenía mucho miedo. A veces creía que Hyunjin gustaba de él, sentía que lo trataba diferente a los demás, pero luego volvía otra vez su tonta inseguridad y se decía así mismo que solo eran tonterías creadas en su cabeza.

Muestra un lenguaje corporal positivo. Esto transmite franqueza, cordialidad y asequibilidad. Evita cruzar tus brazos porque podrías enviar un mensaje de ser una persona cerrada. Tocalé el brazo u hombro mientras hablan. Esta bien tener un poco de contacto físico, un abrazo también puede ser. Recuerda no exagerar, la persona que te gusta no es un objeto. Solo sé discreto.

Esto era algo difícil para el menor, Hyunjin le daba muchos abrazos y él obviamente los correspondía. Pero le daba mucha vergüenza ser el de la iniciativa, el pelinegro siempre lo hacía y eso le encantaba. Jeongin unas cuantas veces lo hizo y no podía evitar sonrojarse.

－Ya llevas como cuatro meses con esto. －dijo refiriéndose al plan.－Un abrazo o una caricia no será muy difícil para ti.

Eso esperaba.

Llegó el segundo recreo y el menor miraba muy nervioso a Hyunjin. ¿Cómo podía empezar? Hwang siempre llegaba y lo abrazaba de la nada, él podría hacer lo mismo, ¿verdad? No sería muy difícil. Estuvo esperando en la entrada del salón mientras sus otros dos amigos iban a la cafetería a guardar la mesa para los demás. Quedaron en que los primeros en salir, reservaban los sitios porque a veces uno se quedaba más tarde por el trabajo en clase o cosas por el estilo. Cuando Jeongin visualizó el perfil del mayor pasar la puerta, lo abrazó sorprendiendo al contrario.

－Oh, hola Innie. －dijo con una sonrisa.

－Hola... －murmuró avergonzado.

Soltó a Hyunjin y luego este pasó uno de sus brazos por los hombros del rubio mientras caminaban con los demás. El pelinegro notó un tierno puchero en el menor y no pudo evitar hacerle un pequeño boop con su dedo índice. Era algo muy adorable. Sus amigos se separaron un poco de ellos para darles espacio y la pareja fue a caminar un rato por el jardín en donde casi nadie pasaba. Se sentaron en el césped y Hyunjin le entregó un paquete de galletas al menor para que comiera.

－¿Ayer dormiste tarde? －preguntó el menor al ver las grandes ojeras del pelinegro.

－Sí... me quedé jugando con Kkami. －mintió, la verdad es que se había quedado pensando en él. Cerraba los ojos y podía ver al menor sonreírle, se imaginaba tantos escenarios con Jeongin que no se dio cuenta en que momento el reloj marcó las cuatro de la mañana.

－Oh, podrías descansar un rato ahora...

Hyunjin se sorprendió al ver al contrario palmear sus piernas, era algo que jamás se hubiera esperado. Así que con una sonrisa colocó rápidamente su cabeza en el regazo del rubio. Jeongin con su mano libre, comenzó a acariciar con bastante delicadeza los sedosos cabellos de su compañero haciendo que este último se relajara.

－Mmm... Hoy estás muy raro, Innie.

－¿A qué te refieres?

－No lo sé, pero me gusta.

El menor bajó su mirada al chico que se encontraba entre sus piernas quien mantenía los ojos cerrados por las caricias en su cabeza. ¿Qué le gustaba? ¿Su comportamiento? Podría intentar dar más afecto si a Hyunjin le gustaba. Claro, solo a él. Se mantuvieron en silencio y el mayor pudo descansar hasta que el timbre sonó.

－Jinnie...

－¿Mmm?

－Ya tenemos que ir a clase.

－No quiero.

－Tenemos que presentar el proyecto de biología.

－¿¡Qué!? －gritó alarmado levantándose de golpe, si llegaban tarde la profesora no les abriría la puerta y tendrían un gran cero en el registro.

－Era broma, tonto, eso es para la próxima semana. －rio.－Ahora nos toca educación física y tenemos que ir al patio.

－Ah... que pereza, no hay que ir. Prefiero quedarme aquí contigo. －dijo sonriendo y luego hizo un piquito con sus labios sin recibir nada.－Cargame.

－No haré eso, nos podríamos caer.

－Entonces faltaré a clase, ya no me importa y tú te quedarás conmigo.

－¡Hyunjin! －gritó cuando el mayor tiró de él haciendo que rodaran juntos, el rubio terminó debajo del pelinegro. Ambos se miraron profundamente a los ojos y Jeongin se sonrojó al darse cuenta de la situación en la que encontraban.－¿P-puedes quitarte?

－No, eres muy suave.

－Hyunjin, el sueño te está afectando demasiado, ya es hora de ir clase... Prometo cargarte.

－Esta bien...

Así fue como Jeongin llevó en su espalda al pelinegro para ir a la clase de educación física. Fue muy agotador, pero al menos había podido tomar la iniciativa respecto al contacto corporal.