𝙲𝚞𝚊𝚛𝚝𝚘 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘

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Peter

Logan está dormido con la cabeza sobre el escritorio. Después de leer el libro de Pietro, se ha convertido en mi objetivo personal hacer que él me saque su 'macana'. Todo lo que me toma, es cantar el coro de Jailhouse Rock muy alto y repetidas veces alrededor de las tres de la mañana para que eche la maldita cosa hacia mí. Por suerte, las barras están en el camino. El Oficial Buenote tiene genio.

Yo no entiendo por qué pase la noche aquí, de todos modos. A través de algunos interesantes murmullos, me entero de que su amigo Embry estaba de servicio, no él. No me toman las huellas digitales, ni siquiera me toman fotografías. En cambio, él me encierra y me compra pizza. No estoy seguro si he sido arrestado o llevado a una cita.

El reloj de Logan comienza a sonar, lo que lo hace gemir y sentarse. Aprieta un botón para detener el molesto sonido antes de frotarse el rostro con las manos.

— Buenos días, cariño. ¿Cómo has dormido? — pregunto secamente.

— Maldita sea — se lamenta. — Esperaba que hubieras sido una pesadilla

Pongo los ojos en blanco.

— Entonces, ¿Qué hay en la agenda para el día? ¿Vas a interrogarme o algo así?

— No — él está arriba, agarrando las llaves para abrir la celda. — La temporada de fútbol infantil comienza hoy. Es una especie de gran cosa por aquí, y yo preferiría ir a eso que oírte cantar todo el día — abre la puerta y se aparta para dejarme salir. Me sorprende que no me espose.

— Tú sabes que te gustó — le contesto.

Yo no soy Whitney (1), pero no tengo tan mal tono tampoco.

Él me lleva de vuelta a la oficina, así que puedo conseguir mi moto. Como estoy en la parte de atrás, tiene que abrir la puerta para que yo pueda salir cuando llegamos allí.

— Debemos hacer esto otra vez en algún momento — bromeo al salir del coche.

— Estoy seguro que lo haremos — responde él, cerrando la puerta.

— Adiós, oficial — sonrío mientras él se vuelve al coche y se marcha.

Fútbol infantil. Recuerdo vagamente a Pietro versión niña y al mini jefe, también conocidos como Luna y Cooper, hablarme de su juego. ¿Qué tipo de tío sería yo, si no voy a echarles porras a ellos? Probablemente será necesario ponerme algo con los colores de su equipo, pero es algo que parece tan normal.

En el viaje de vuelta a casa, paso por un pequeño salón de tatuajes y de inmediato sé lo que voy a hacer para mostrar el espíritu del equipo. Aparco mi moto al frente y me dirijo hacia el interior.

Esperando a ver algún alfa grande y atemorizante con el noventa por ciento de su cuerpo cubierto de tatuajes, me sorprende bastante cuando una omega rubia con un brillante anillo en el vientre sale de detrás de la cortina.

— ¿Qué puedo hacer por ti? — pregunta.

Yo no puedo evitarlo.

— ¿Qué hace una omega como tú en un sitio como éste?

— ¿Estás coqueteando conmigo?

Ella se cruzó de brazos y levanta una ceja, inspecciona el aire en busca de mis feromonas, esperando mi respuesta.

— No, ya he llegado a mi cuota mensual de besar omegas. Yo solo me estaba preguntando — respondo.

Ella no parece convencida, me parece un poco presuntuosa. Quiero decir, ella es bonita, pero no lo suficiente para un omega como yo.

Oficial Buenote - WolversilverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora