dollhouse. [euphoria].

iii.

CARMEN -
LANA DEL REY.

Lydia tarareaba la música que se reproducía en su teléfono mientras buscaba cajón tras cajón la botella de licor que había escondido ese día.

La chica Jacobs dejó escapar un suspiro exagerado cuando se dejó caer en la silla frente a su tocador. Se miró a sí misma a través del espejo y se fijó en el polvo blanco que le quedaba a un lado de la nariz. una suave risa salió de sus labios mientras la limpiaba.

Fue como si una sensación de euforia se abriera paso a través de la chica. Lydia fue a cubrirse la cara con las manos, pero dejó de moverse cuando recordó el maquillaje que acababa de aplicar. Un suspiro salió de sus labios mientras buscaba en los cajones de su tocador la botella de licor que faltaba una vez más.

—Al fin, carajo— Lydia sonrió alegremente cuando su anillo tintineó contra la botella.

Un momento antes de que fuera a abrir el licor, se escuchó un golpe en su habitación. Lydia sintió que se le caía el corazón cuando rápidamente metió la botella en su cajón, agarrando el espejo de mano de su tocador para arrojarlo también al cajón.

—Um... adelante— dijo Lydia, tratando de calmar los latidos acelerados de su corazón. Había tenido suficiente experiencia hablando con sus padres y con Nate mientras estaba drogada, pero la sensación de pánico en sus entrañas nunca desapareció.

Cal asomó la cabeza al interior de la habitación al oír su voz. —¿Vas a ir a algún lado esta noche?

—Voy a ir a lo de Lexi por un tiempo— Lydia mintió suavemente. —No tienes que esperar despierto, puede que me quede a dormir.

—Voy a trabajar por un tiempo—Cal dijo, mintiendo entre dientes también. —Solo quería ver cómo estabas antes de irme.

Lydia sabía que había obtenido el engaño de su padre. Se preguntó si él podría decir cuando ella no estaba diciendo la verdad también o si simplemente estudiaba demasiado a la gente por su propio bien.

—¿Te veré mañana?— Cal habló después de que un incómodo silencio cayó sobre los dos.

—Si... Yo... supongo— Lydia respondió apenas por encima de un susurro. —Adiós papá.

Cal no dijo nada en respuesta. Cerró la puerta, pero no hizo ningún movimiento para irse. Se maldijo a sí mismo por lo lejos que había caído su relación con su hija, pero el hombre ya no sabía cómo hablar con la niña. No después de lo que sucedió el verano antes de su primer año.

Lydia dejó escapar un profundo suspiro y abrió el cajón. Uso más fuerza de la necesaria, casi arrancando todo el cajón de su lugar. Agarro la botella de licor, dejando el espejo y las drogas exactamente donde estaban.

La chica de Jacob salió de su habitación, asomándose por la esquina de cada habitación antes de dirigirse a la puerta principal. Sostuvo la botella contra su pecho, esperando al hombre de arriba que su madre no apareciera antes de que ella saliera por la puerta. Lydia no tenía ganas de tener una pequeña charla con la mujer o tener que consolarla cuando se enojó por lo cerca que solían ser los dos.