Los Primeros

Detrás de las rejas

-Ya verás Clare, me convertiré en el mejor productor de cine del mundo-

-Si si ya te escuche- 

Clare había ayudado a empacar las cosas de su hermano Ricky, un chiquito de 9 años. Un conjunto de ropa, unos dibujos y su "roca de la suerte". Ricky se había puesto una camisa blanca y un pantalón café, sus botas seguían siendo las mismas.

Hoy era el día que en adoptaban a Ricky. Hace unos días ya habían sido avisados sobre la partida de su hermano así que hicieron todo lo posible para que sus últimos días en el orfanato sean dignos de recordar. 

Clare le ayudó a colocarse la chaqueta azul y le puso un sombrero en su cabeza.

-No te preocupes si no te adoptan Clare, cuando sea mayor y sigues aquí yo te adoptaré- dijo Ricky.

-Si me adoptaras entonces serías mi padre en vez de mi hermano- 

-Seré rico en ese entonces, podre cambiarte para que seas mi hermana con eso- 

"Estos niños de ahora" pensó Clare. 

Ambos salieron del cuarto y bajaron al primer piso, todos sus demás hermanos estaban esperándola en la puerta. Cuando las vieron todos se abalanzaron contra Ricky.

-Por favor escribe-

-No nos olvides-

-Ojalá nos volvamos a vernos-

Mamá llevó a su hermano hasta la puerta.

-Anda despídete de tus hermanos-

Ricky miró a todos y mostró su típica sonrisa picara.

-Gracias a todos por ser buenos conmigo. Les prometo que alguien día cuando crezca los buscaré a cada uno-

Algunos de sus hermanos estaban llorando y se despidieron con la mano cuando mamá y su hermano desaparecieron por la puerta.

Todos se quedaron mirando la puerta durante unos segundos y luego se dispersaron.

♤•♤•♤•♤

-Mary deja de bailar y ponte a barrer-

-Estoy barriendo-

Valentine y Mary estaban discutiendo, Perinola limpiaba las mesas, Roma y Clare solo estaban sentadas mirándolas. Los demás se habían ido a cambiar y algunos hasta dormir. Las 5 estaban solas y podían quedarse conversando ahí hasta que volviera mamá.

Después de limpiar Clare se puso a conversar con Valentine y Perinola.

-¡AH!- 

Mary había soltado un grito agudo. Roma le había hecho cosquillas en las costillas sorprendiéndola.

-¡¿Qué te pasa?!-

-Estabas muy callada mirando la ventana que pensé que sería buena idea hacerte volver de tu mundo-

-Hay otras formas de hacer eso-

Las cuatro se rieron por la reacción de Mary. Ella mostró una cara llorosa pero volvió a mirar a la ventana. Unos segundos después las miro con una expresión seria.

-Nunca se han preguntado, ¿Cómo es más allá de las rejas?-

El orfanato era un espacio muy grande, en el centro se encontraba la casa, un gran bosque lo rodeaba y más allá de eso, se encontraban unos muros impidiendo el paso hacia adelante. También había una entrada hacia el orfanato pero estaba sellado con rejas. Las únicas veces que se abrían esas rejas eran cuando recogían a alguien.