Grace Field

29 4 3
                                    

Los rayos de sol pasaban por la ventana iluminando la cara de la muchacha, la habitación tenía la temperatura para seguir durmiendo, la cama suave y acolchonada la invitaba a volver al mundo de los sueños.

La luz del sol sobre su cara empezó a molestarla un poco, lentamente abrió los ojos. Sus ojos rojos como los rubíes exploraron rápidamente su entorno para al final recordar donde se encontraba. 

Su boca se abrió para sacar un tierno bostezo y se estiró mientras restregaba sus ojos. Se acomodó en una posición en donde no le daba el sol y volvió a cerrar sus ojos con la intención de volver a dormir. 

Mientras esperaba a que el hada de los sueños viniera notó un olor a colonia que no estaba antes. Con curiosidad abrió los ojos. Delante de ella, una niña pequeña la miraba con una sonrisa. Tenía el cabello castaño  y ojos azules. La pequeña habló con su voz tierna.

-Buenos días- 

La chica le sonrió y le revolvió el cabello.

- Buenos días Melissa- 

- Buenos días Clare- respondió la pequeña.

Clare se levantó de su cama y la ordenó, cogió un cepillo y se peinó el cabello, mientras terminaba de cepillarlo notó que los demás compañeros del cuarto ya no estaban, solo eran Melissa y ella. 

-¿Y los demás?- preguntó Clare.

Melissa le entregó su ropa; una camisa, falda blanca y unas botas cafés.  

- Hace 10 minutos que están despiertos, ya vamos a comer. Me dijeron que fuera a despertarte-

Clare cogió la ropa que le trajo Melissa y pensó en lo que había dicho.

- ¡¡¿¿HACE 10 MINUTOS??!! Me tocaba hoy cocinar. Mamá me va a retar- Clare rápidamente se vistió, con dificultad se puso los zapatos y amarró los cordones. 

Casi derrapando salió del cuarto y justo cuando estaba bajando las escaleras alguien la agarró del brazo. 

Una joven mujer la miraba con sus ojos verdes, su vestido era negro y usaba un delantal tan largo como su vestido. Su cabello rojo ondulado estaba perfectamente cortado por encima de los hombros. 

- B-Buenos días, mamá-

La joven le sonrió y habló con un tono un poco serio.

- Buenos días, te volviste a quedar dormida, ya vamos a desayunar- 

- Si..., perdón- 

- Siempre dices eso. Asegúrate de por lo menos levantarte con los demás-

Clare asintió, la joven le soltó el brazo y bajó con Clare hasta el primer piso. Varios niños pasaron corriendo y se perdieron en el pasillo.

- Ve a ver en qué puedes ayudar- dijo la mamá.

Clare sonrió y fue trotando a la cocina, justo cuando iba a llegar alguien con una pila de platos se le atravesó el camino asustándola. 

- Más cuidado- dijo aquella persona.

- Lo siento- 

Una chica más alta que ella estaba con una expresión molesta en su rostro. Al igual que Clare, su ropa consistía en una camisa blanca y falda del mismo color. Sus botas eran cafés pero más altas que las de Clare. Su cabello corto café se balanceaba tranquilamente sobre sus hombros. Y sus ojos cafés  cual chocolate la miraban con curiosidad. 

- Mira quien por fin se levantó, ¿dormiste bien?- dijo la chica con sarcasmo.

- Sí. Fue una buena siesta, ¿y tú? - 

Los PrimerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora