- ahhh....- Emma dejó escapar un suspiró.
-¿Que sucede Emma?- preguntó Ray dejando de leer.
La sala de cámaras estaba vacía en ese momento, todos se habían ido a dormir mientras Emma y Ray organizaban la información que consiguieron durante el día. Se pusieron a trabajar en silencio cuando Emma empezó a suspirar.
- Solo pensaba que somos los únicos niños que han escapado de una granja- dijo algo triste.
- Eso no es cierto, están Yuggo y Lucas-
Yuggo era un hombre que antiguamente fue parte de la plantación Glory Bell. Al igual que Grace Field, era una granja donde criaban niños para después comerlos. Lucas era su mejor amigo y había escapado con Yuggo y otros niños, pero muchos murieron dejando solos a Yuggo y a Lucas.
- Me refería a escapar de Grace Field, ellos escaparon de Glory Bell, pero me gustaría que alguien más haya escapado de donde vinimos-
- Mmm- Ray solo la miró y siguió en lo que estaba haciendo.
Después de terminar de organizar todo y decidir a donde irían en la mañana, Yuggo apareció en la puerta y habló tranquilamente llamando su atención.
- Ya me preguntaba porque hacía tanto ruido-
- ¿Eh?, pero si apenas hablamos- dijo Emma con sorpresa.
Ray no le prestó atención.
Yuggo tomó asiento en una de las sillas y se relajó.
-¿Y de que hablaban?- preguntó.
- Emma se preguntaba si alguien más escapó de Grace Field- dijo Ray.
- Solo era una pregunta que me pasó por la mente- dijo Emma con la clara intención de hacer pasar su pregunta por una broma.
Yuggo agarró un lápiz de la mesa restándole importancia a lo que dijo Emma, hablar con él a veces era difícil pero es un buen tipo. Emma y Ray terminaron de arreglar todo el alboroto que dejaron. Revisaron las cámaras por si acaso, aparte de un búho y una rana estaba todo desierto. Emma miró a Yuggo por curiosidad.
Sentando jugando con el lapiz entre sus dedos, Yuggo mantenía una expresión pensativa, sumido en sus pensamientos. Emma dio un brinquito al ver sus ojos puestos sobre ella.
- Ustedes no fueron los primeros-
- ¿Ah?- Emma inclinó la cabeza sin entender.
-Ustedes no fueron los primeros en escapar en Grace Field-
-¡¿En serio?!-
-¿En serio?- dijo Ray de espaldas a Yuggo, aunque no parecía interesado su voz sonó un poco más ansiosa de lo normal.
Yuggo sonrió por dentro al ver a los dos jóvenes emocionados, nunca lo iba a admitir pero amaba ver sus expresiones cuando estaban así. Solo por hoy iba a darles un lujito de escuchar la historia contada por un hombre adulto y lleno experiencias para contar.
- Es una historia algo larga, tomará tiempo contarla-
- Pues cuenta de una vez- dijo Emma expectante.
Yuggo pensó un rato y luego la volvió a mirar.
- Pero tráeme algo de tomar- dijo.
Emma rápidamente fue corriendo hacía la cocina. Ray miró como Emma corría más rápido que la luz y luego le preguntó a Yuggo.
- ¿De verdad alguien aparte de nosotros a escapado de Grace Field?-
Yuggo solo le sonrió y esperó a que volviera Emma, ella llegó con una bandeja en sus manos. Habían tres refrescos bien helados. Yuggo bebió un poco de la suya y se aclaró la garganta.
- Creo que fue hace dos años, cuando la conocí. Era como ustedes, pero de menor edad, aunque ahora debería ser más grande que ustedes por unos años. A pesar de su apariencia, ella era muy hábil defendiéndose. Claramente conocía bien el bosque, así que no era una niña perdida. Me sorprendí de ver a otro humano merodeando por el bosque aún así no me le acerque, acabamos encontrándonos en una cueva por la intensa lluvia que cayó ese día. A pesar que tenía una cara algo seria, era habladora, ella me contó su historia mientras nos calentábamos con el fuego. Es increíble que haya recordado su historia -
-¿Era una mujer?- preguntó Emma emocionada.
- ¿Quién está hablando y quién escuchando?-
Emma se acomodó en su asiento esperando a que Yuggo continuara.
- Su historia empieza así....-
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Los Primeros
Acak- Ni yo ni ustedes fuimos los primeros en escapar de una granja- - ¡EH! - Emma y Ray gritaron al mismo tiempo. Grace Field es un orfanato donde los niños viven felices mientras esperan a ser adoptados, pero, realmente es un orfanato? Una historia c...