I will fight for our love (Nash Grier y tu)

Capítulo 33: ''Número desconocido...''

Fije mi vista en la ventana frente a mí. Deje escapar un pesado suspiro al oír sonar mi celular por décima vez. Lea no se rendiría hasta conseguir que yo contestara sus llamadas, pero no lo haría. Necesitaba tiempo para reorganizar mi mente y crear nuevas metas en mi vida.

Nuevamente la habitación quedo en silencio por unos segundos. Cerré mis ojos con pesadez y deje caer mi cuerpo sobre la cama. Segundos más tarde aquel pequeño aparato volvió a sonar, pero ahora con un tono distinto. Abrí mis ojos rápidamente. Estoy no podía ser cierto.

Me puse de pie y camine hacia la pequeña mesa a unos metros de la cama para comprobar que lo que creía imposible se estaba haciendo realidad. Leí en silencio una y otra vez lo que indicaba la pequeña pantalla  “Llamada entrante: West. “. Luego de debatir internamente entre atender o no decidí hacerlo.

Coloque el altavoz y no tardo mucho la voz de mi hermano en inundar la habitación.

-¿Luke?-Aquella voz nerviosa que hace tanto tiempo no escuchaba.

-¿West?-Pregunte mientras una sonrisa se hacía presente en mi rostro.

-¡Hermano!-Exclamo del otro lado de la línea- guau hace tanto que no hablamos.

-Más de un año-Comente algo dolido.

Sí hace ya más de un año que me había alejado de mi hermano y mi amigo. Todo por un estúpido plan que cada vez se hace más complicado por llevar a cabo.

-¿Sigues con la idea loca de separar a __________ y Nash?-Su pregunta no me toma por sorpresa.

-Realmente-Suspiro- me he dado por vencido.

-Al fin.

-Gracias por el apoyo-Reprocho.

-Oh vamos hermano, nunca podrás separarlos. Ellos son simplemente el uno para el otro.

-No pedía nada con intentarlo.

-Oh sí que perdiste algo. Tu orgullo.

-Cállate.

-Bien, ahora dime ¿Dónde estás?

-En Los Ángeles.

-¡No idiota! ¿En qué parte de Los Ángeles?

-¿Para qué quieres saberlo?

-Porque digamos que tu querido hermano ayer tomó un vuelo hacia Los Ángeles y ahora camina por el centro de la misma ciudad que tú, vamos dime ¿Dónde estás?

Decido guardar silencio. No sé si estoy preparado para reencontrarme con mi hermano, ni mucho menos para soportar sus críticas ante mi decisión acerca del patético plan que acabo de abandonar.

-Bien como veo que no me dirás donde estas, te espero en el Starbucks de la avenida central en una hora, no me falles.

 

Dejo escapar un suspiro y cuando estoy a punto de contestarle él finaliza la llamada.

Mi vista se fija en el reloj que hay en mi muñeca izquierda, este me indica que son exactamente la seis de la tarde.  Suspiro y en silencio salgo de la habitación en la que me estoy hospedando por el momento.  El ascensor estar lleno por lo cual prefiero tomar las escaleras. Escalón tras escalón, camino con rapidez.