Capítulo 11: ''Quiero que volvamos a estar juntos''

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Una sonrisa se forma en mi rostro en el momento en el que ambos nos alejamos, él me mira fijamente con aquella sonrisa tan jodidamente hermosa que solo él tiene, sus manos acarician mi rostro y mis ojos se cierran por inercia, sus manos se deslizan por mis bazos hasta llegar hasta mi cintura donde guardan reposo.

Nuestras vistas se conectan y una sonrisa aparece nuevamente en su rostro, siento como mis mejillas toman color y realmente no sé qué hacer ahora.

-Tenía que hacerlo-Susurra a mi oído y yo sonrío.

Nash y yo tomamos asiento sobre mi cama y comenzamos a conversar, no pasa ni un minuto cuando Matt entra corriendo a mi habitación informándome que todos irán al departamento de Cameron y Nash a hacer una maratón de video juegos, observo al chico ojos celestes junto a mí y espero a que él se una a los demás y me deje sola, pero no lo hace, luego de hablar unos minutos con Matthew y esperar que este salga finalmente de mi habitación vuelve a observarme con aquella cálida sonrisa.

-Creí que te irías-Confieso mientras bajo la vista al suelo.

-¿Por qué lo haría? Tú y yo recién comenzamos a hablar-Levanta mi rostro con su mano- además prefiero mil veces más pasar un tiempo contigo que un maratón de video juegos con los chicos-Se encoje de hombros y yo sonrió.

Comenzamos a hablar de nosotros, de nuestro pasado y nuestro presente. Pero luego de unos minutos dejamos de hacerlo y comenzamos a hablar de cualquier cosa que se nos venga a la mente.

En mi mente divaga un tema que aun no me ha quedado en claro y decido hacerle una pregunta a él a pesar de que sé que lo pondré nervioso.

-Nash...

-¿Si?

-Después de todo lo que acaba de pasar ¿Y Lea?

-Oh, ella se fue luego de que tú y ella discutieran, tuvimos una pequeña discusión, realmente no me gusto lo que hizo.

-Oh...

-Pero no quiero hablar de ella, estoy contigo, quiero hablar de cualquier cosa menos de ella, por favor.

-Está bien-Sonrió.

Nuestra conversación vuele a ser sin sentido y sin un punto especifico en general, nuestras risas se oyen por todo el departamento y siento que esto es como en el pasado.

La noche comienza a hacerse presente y mi estomago ruge en busca de comida, invito a Nash a cenar junto a mí y él acepta, ambos bajamos hacia la planta baja donde se encuentra el living y la cocina entre otras cosa. Se nos ocurre hacer pizzas y eso hacemos, al cocinar recuerdo los momentos en los que cocinábamos juntos en la cabaña o en algunos de los lugares a los que viajamos juntos, siento mis ojos aguarse, pero me reprimo la idea de llorar.

Nash me observa fijamente mientras me encargo de poner las pizzas dentro del horno, una sonrisa se forma en su rostro al momento en el que nuestras miradas se conectan y le devuelvo el gesto, él se acerca a mí y siento mi piel erizarse al momento en el que él une nuestras manos entrelazando nuestros dedos.

Sus pulgar acaricia el dorso de mi mano y siento une escalofrío recorrer mi columna vertebral, él sonríe, sé que él sabe lo que sus caricias causan en mí y también sé que por algo es que él está haciendo todo esto.

La cena pasa en un abrir y cerrar de ojos, es que la verdad todo el tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos cuando estoy con él, su compañía, su cariño, todo en él hace que el tiempo vuele.

Nos encontramos recostados en mi cama como en los viejos tiempos, sus brazos rodean mi cuerpo y mi cabeza se encuentra apoyada en su pecho, mi oído logra captar los suaves latidos de su corazón y aquel sonido que estos producen logran llevarme a la paz.

Nuestro tema de conversación es variado y sin sentido, pero aún así logro divertirme junto a él como lo hacía antes, su mano acaricia mi espalda mientras las mías se encargan de brindarle suaves caricias a su pecho. Las sonrisas nunca se logran ir por completo de nuestros rostros y la sensación del momento es realmente placentera.

Mis ojos comienzan a pesarme luego de al menos tres horas seguidas de una charla sin sentido, levanto mi vista y puedo ver como él ya se encuentra con los ojos cerrados, susurro su nombre pero no recibo respuesta, eso me indica que él ya se ha quedado dormido, acaricio su pecho por última vez y dejo que mis ojos se cierren llevándome así a mi mundo de ensueños.

El frío no hace presente en ningún momento de la noche ya que nuestros cuerpos se prestan calor mutuamente, sus brazos no me suelta ni los míos lo sueltan a él.

A la mañana siguiente me despierto, sus ojos me observan con cautela, mientras una sonrisa se encuentra estampada en su rostro, hemos vuelto a dormir juntos, como en los viejos tiempos, una enorme sonrisa se hace presente en mi rostro al darme cuenta de eso y esta crece aún más al caer en cuenta de que aún seguimos abrazados, escondo mi rostro en su pecho para así no demostrarle que mis mejillas están rojas, aunque sé que él ya se ha dado cuenta de eso.

-Buenos días-Susurra con voz ronca y siento un remolino de sensaciones y sentimientos atravesarme por completo.

-Uhm, buenos días Nash-Contesto también en susurro y ciento como él me atrae aún más hacia su cuerpo.

-Vamos, te invito a desayunar fuera ¿Aceptas?-Me pregunta y yo levanto mi vista para verlo fijamente, asiento y ambos nos levantamos.

No tardo mucho en ducharme y cambiarme, él me espera en el living y cuando al fin estoy lista ambos salimos juntos de mi hogar temporal.

Caminamos por las calles del centro de Los Ángeles hasta llegar a un Starbucks en donde desayunamos mientras compartimos una agradable conversación.

-_____________-Me nombra y yo lo observo.

-¿Si?

-Quiero que volvamos a estar juntos.

-Nash...

-Podemos hacerlo, prometo dejar a Lea si tú dejas a Luke, y así volveremos a estar juntos.

-Es algo apresurado.

-Lo sé, pero ya no puedo estar sin ti.

-Ni yo sin ti-Susurro aunque sé que él me ha oído.

Una sonrisa se hace presente en su rostro y posa su mano sobre la mía encima de la mesa, acaricia esta y siento como mi piel se eriza.

Mi vista se conecta con la de él y asiento, sé que esto es una locura, pero estoy dispuesta a hacer esta locura si esto hará que volvamos a estar juntos.

Su sonrisa aumenta al ver que acepto la idea que acaba de darme y promete que terminará con su novia en cuanto vuelva a verla, lo cual será esta misma tarde, asiento y prometo que le diré a Luke que no puedo estar con él apenas vuelva al departamento.

Las promesas van y vienen, pero a veces las promesas no son más que palabras sin sentido que nunca lograremos cumplir. ¿O no?

I will fight for our love (Nash Grier y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora