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Podría decirse que Jimin estaba algo emocionado por su salida con Jungkook.

Solo un poco.

Tan poquito que se había despertado a las siete de la mañana, únicamente para buscar que ropa utilizaría.

El mencionado buscó en todo su armario, intentando encontrar algo un poco mejor entre toda la ropa viejita que tenía. La ropa que utilizaba diariamente no era tan mala, pero realmente quería verse bonito ese día, aunque solo sería una salida entre amigos, si es que lo eran.

Pasó poco más de tres horas buscando algo que le gustara, y tratando de combinar lo poco que le había gustado. No quería parecer ridículo frente a Jeon, pero tampoco quería ir como si solo fuese un día más.

Aunque ni siquiera sabía dónde irían.

Park tomó entre sus manos la ropa que había elegido, mirándola un rato.

Una camisa Blanca bastante amplia, unos pantalones negros algo rasgados en las rodillas, y un cárdigan color gris. La camisa estaba bastante arrugada, pero podía arreglarlo, el pantalón había pertenecido a Yoongi pero como le había ido un poco grande se lo había entregado a él,  era relativamente nuevo. Por último, el cárdigan estaba algo viejito, pero era tan cómodo y abrigado que prefirió ignorar ese hecho.

Le daba algo de vergüenza estar junto a Jungkook, el otro siempre vestía con ropas de marca, tenía mucho dinero y seguramente vivía en una casa lujosa y grande. Incluso trabajaba en una academia muy reconocida y era bailarín profesional y muy famoso.

Él, en cambio, solo era un conserje de esa misma academia, que a penas podía llegar a fin de mes, comiendo casi siempre lo mismo. Trabajaba sin parar y ni siquiera podía comprar ropa mejor pues la mayoría del dinero que ganaba iba solo a los impuestos que tenía que pagar.

No se despreciaba, pero sabia que no había punto de comparación. Eran totalmente distintos y la gente a su alrededor lo sabía, pues cuando estaban juntos en público los miraban de una manera extraña, con algo de desagrado. Y Jimin sabía que esto no era precisamente debido al castaño.

Jimin intentó ignorar esos feos sentimientos creciendo dentro suyo, decidiendo tomar una ducha para despejarse.

No contó el tiempo que estuvo allí dentro, pero cuando su estomago comenzó a rugir por el hambre, abandonó el baño, envuelto en una bata para ir a preparar su preciado ramen.

No tardó demasiado. Una vez listo comenzó a comerlo sin apuro. Eran las doce del mediodía, por lo que colocó algo de música para distraerse y no pensar demasiado en la salida con Jeon.

No tenía idea de a dónde irían, tenía curiosidad por lo que harían, pero lo que lo tenía tan inquieto era verlo a él.

Se sentía tan bonito hablar con él, estar a su lado y escuchar su linda voz. Simplemente adoraba estar con Jeon.

Su tonto corazoncito saltaba como loco.

No tenía idea de que le sucedía, suponía que la timidez y nervios se irían luego de unas clases, pero esas emociones seguían allí e incluso parecían ser más fuertes.

Seguramente tendría que hablarlo con sus amigos luego.

Al  terminar de comer, subió un poco más la música y lavó los trastes para luego poder ir a cambiar su ropa.

Se colocó las prendas elegidas, peinó cuidadosamente su cabello, pensando en que debería elegir un nuevo color para él pues el morado ya estaba desapareciendo. Por último maquilló un poco su carita, porque creía que de esa manera se vería más bonito.

Porque aunque no quisiera admitirlo en voz alta, quería verse lo más bonito posible para Jungkook.

Miró la  hora nuevamente, notando que había tardado más de lo esperado. Solo  faltaba un rato para que él bailarín llegara a su hogar.

Volvió a su sala, quitó la música y esperó sentado en su pequeño sofá mientras miraba su teléfono, viendo algunos vídeos para calmar las tontas mariposas que comenzaban a revolotear en su estómago.

...

Jungkook envió un mensaje al chico que lo esperaba en su hogar. Estaba en la puerta de su hogar, sin bajar del auto.

Estaba un tanto ansioso por su salida.

Y el hecho de que hoy sabrían la respuesta de su padre lo ponía mucho peor.

Vio como el chico le contestaba y a los pocos minutos salía por la puerta, cerrando con seguro tras él.

Jungkook no quería apartar la vista de él, pues el chico estaba realmente hermoso. Alejó esos pensamientos y sonrió, no quería ponerse nervioso y decir alguna tontería.

El más bajito caminó a pasos rápidos hacia el auto del bailarín, subiendo en él mientras saludaba alegremente. Ya era costumbre subir a ese auto, gracias a las idas y vueltas de las clases.

Jungkook arrancó para ir directo a su destino.

— ¿Donde iremos?— Preguntó Jimin luego de unos minutos.

Jeon soltó una risita nerviosa.

— Bueno, la verdad es que no se me ocurría nada realmente bueno, así que creí que seria bueno ir a mi casa, podemos ver alguna película o lo que quieras en realidad... Claro, si es que estás de acuerdo. — El castaño se sentía un poco tonto, sabía que no era una gran salida, pero no tenía idea de los gustos del más bajo.

Las mejillas de Jimin se colorearon de un tierno sonrojo, pero una linda sonrisa se asomó en sus labios.

— Tranquilo, me gusta la idea. Hay veces que es mejor eso a estar en algún lugar rodeado de personas.

Park era alguien que amaba juntarse con sus amigos, sin embargo no era muy fanático de los lugares públicos. Ya sea un parque o una cafetería. No le disgustaba, pero prefería estar en su casa o en la de sus amigos, hablando en tranquilidad, escuchando música o mirando alguna película.

Jungkook se sintió feliz  ante la respuesta de Jimin, por lo menos no le había dicho que era una tontería invitarlo a hacer algo que podrían hacer solos en sus propios hogares.

Sonaba música en la radio, una canción bastante conocida, por lo que le subió un poco al volumen.

Jimin la reconoció al instante y comenzó a cantar al compás de la música. Jeon se sorprendió al oír la bella voz que tenía, tan suave que podría hacer dormir a cualquier bebé, pero tan potente que estaba seguro de que si alzara la voz, alcanzaría notas impresionantes.

Al llegar al estribillo no lo pensó y cantó junto a él. Jimin se sintió feliz al oír la linda voz del que manejaba, aunque ya era sabido que tenía un gran talento para el canto.

Juntos siguieron cantando la canción hasta el final, divirtiéndose y riendo.

Solo era un tonto viaje en auto, pero había sido uno de los momentos más bonitos de sus vidas.

Y no por la música, o por las tontas ocurrencias de Jeon al cambias las letras.

Sino por la persona que tenían al lado, pues disfrutaban de su mutua compañía y eso valía más que cualquier otra cosa.









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Jimin es chiquito... y Jungkook también.

En el próximo capítulo veremos su cita, si es que puedo llamarla así 👀

¿Ustedes como están?

Si encuentran algun error me avisan, si?

-Yaz.

Dance To Live | Kookmin AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora