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Una vez en el lujoso hogar del bailarín, ambos abandonaron el auto para caminar hacia la entrada.

Jimin se sentían extraño. Se notaba que el chico tenía mucho dinero, y obviamente estaba rodeado de lujos. No estaba para nada acostumbrado a ese tipo de cosas, él solo vivía en un pequeño apartamento, mientras que estaba seguro de que solo una habitación de esa casa era más grande que todo su hogar.

Jeon abrió la puerta y ambos entraron. El más bajito miraba atentamente hacia todos lados, fascinado por lo bonita que era la casa por dentro.

Jungkook dejó sus llaves a un lado y se acercó nuevamente a Jimin.

— ¿Quieres tomar algo? Hace un poco de frío y sería bueno tomar algo caliente...— Habló Jungkook.

— Estaría bien...

Jungkook solo asintió y le indicó que lo esperase en la sala mientras iba por las  bebidas.

Jimin caminó tranquilamente por la sala, observando cada pequeño detalle. Era notable el estilo del bailarín en cada rincón del lugar, y eso le hizo sonreír. Tomó asiento en el sofá, mientras veía una foto que estaba ubicada sobre una mesa frente a él. En ella se podían visualizar dos adultos y un pequeño niño, el cual era un lindo Jungkook en miniatura.

La imagen era increíblemente tierna.

Park estiró la mano y la tomó para observarla más de cerca, sin notar que unos minutos después el castaño volvió con dos tazas en sus manos. Solo notó su presencia una vez que este tomó asiento a su lado.

— Aquí tienes... café para mí y chocolate para ti.— Jeon le pasó la tasa con el humeante chocolate caliente al más bajito. — ¿Que miras?— Preguntó curioso sin ver que tenía Jimin en sus manos.

El nombrado se puso algo nervioso, pues no sabía si tenía derecho a tocar las pertenencias del menor.

— Yo tomé esta foto... lo lamento, probablemente ha sido maleducado de mi parte. — Jimin dejó la fotografía nuevamente en su lugar, sin embargo sintió una risita de parte del contrario.

— No te disculpes, no has hecho nada malo. — Tomo la fotografía para mostrársela nuevamente a Jimin.— Este es mi padre...— Señaló al hombre que rodeaba con sus brazos a la mujer.— Este soy yo, tenía tres años...— Señaló al pequeño y tierno niño. — Y esta es mi madre.— Señaló a la mujer que sostenía en sus brazos al pequeño, ella mostraba una radiante y dulce sonrisa.

— Ella es muy hermosa...— Dijo Jimin.– Ahora entiendo porqué también eres tan bello...– Pensó, sin animarse a decirlo en voz alta.

— Si, lo era... era la mujer más hermosa del mundo, gracias a ella me interesó el baile, ella era bailarina, era la mejor.— Sonrió con nostalgia.— Falleció cuando tenía diez años...  Y aunque hay días que la extraño, se que está ahí conmigo, feliz de que haya seguido sus pasos.— Dijo para luego dejar la foto nuevamente en su lugar.

Jimin no sabía que decir, no tenía idea de lo que le había pasado a la madre de Jeon, pues el castaño nunca hablaba públicamente de su familia, solo se sabía quien era su padre porque también era una figura pública.

— Oh Dios, lo lamento Jungkook, no tenía idea, no quería ser irrespetuoso... — Se disculpó, pues no tenía idea de como debía actuar.

— Ya, tranquilo, no es nada, solo quería comentarte un poco de ella. Me gusta que el mundo sepa lo buena que era, como madre y como bailarina...— Jungkook tomó su tasa y dio un pequeño sorbo al café.— ¿Quieres ver una película mientras esperamos por la llamada de Namjoon?

Dance To Live | Kookmin AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora