Prólogo

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-Hoy, domingo 29 de agosto es uno de los días más importantes del año, con uno de lo eventos más esperados de la historia. - Dice enérgicamente el hombre en las noticias, despertándome. Miro mi teléfono, el anuncio está a punto de empezar. Peino mi cabello negro con mis dedos y subo el volumen de la televisión. -¡Hoy es el día en el que el director de la academia Kibougamine anunciará a los nuevos estudiantes! - Esperé demasiado para esto, digo, sé que no voy a entrar pero no estoy tan desesperanzado. Tal vez alguno de mis compañeros entre. Hago una coleta con mi cabello y comienzo a moverme por mi habitación, intentando encontrar mis lentes en el desorden. Los tomo de mi mesa de luz justo cuando el director comienza con su discurso.

 -Buenos días, mi nombre es Jin Kirigiri, director de la academia Kibougamine. - Me siento en mi cama con las piernas cruzadas mirando la televisión, justo como cuando era un niño. El director comienza a anunciar los estudiantes de las clases 77a y 77b. No estoy en ninguna de ellas. No estoy en ninguna de esas. Me estoy empezando a preocupar. Este es el único año en el que tengo oportunidades de entrar y el único año en que tengo la oportunidad de escapar de casa.

 -Ahora procederemos con la clase 77c -, dice. Quiero apagar la televisión e ir a la cocina por algo dulce para calmarme, pero no puedo. Empieza a decir los nombres. -Akane Owari, gimnasta definitiva -. Mi ansiedad comienza a invadirme. -Nombre desconocido, impostor supremo -. ¿Un impostor? ¿Eso es incluso un talento? -Chiaki Nanami, gamer definitiva. - ¿Una gamer? Me gustaría estar en una clase con ella. -Fuyuhiko Kuzuryuu, Yakuza definitivo. - He oído hablar del clan Kuzuryuu, pero no pensé que alguien de esa familia entrara. -Gundham Tanaka, criador definitivo. - Ese es un nombre tan extraño y aterrador para un criador. -Hiyoko Saionji, bailarina tradicional definitiva. - ¿Una bailarina? Guau. Me pregunto cómo será ella. -Ibuki Mioda, música definitiva. - Ese nombre suena alegre, me gustaría conocerla. Hago algunas imágenes mentales en mi cabeza. Yo, pero con otra apariencia, compartiendo clase con toda esa gente talentosa. Hacer ilusiones es malo, pero no puedo evitarlo.

 "Kazuichi Souda, mecánico definitivo". Mientras dice eso, todo el mundo que me rodea parece mucho más brillante. No puedo respirar por los nervios. ¿Fue eso lo que escuché o fue solo mi imaginación? Escucho algunos golpes en la puerta e inmediatamente corro hacia allí. Veo a mi papá durmiendo en el sofá. Parece haber bebido de más... De nuevo. Veo una carta debajo de la puerta y la recojo rápidamente. Vuelvo a mi habitación, tratando de no hacer ruido y me vuelvo a sentar en la cama. Abro el sobre blanco y leo lo que dice la carta. 'Querido Souda, es un placer para mí decir que has sido elegido como estudiante de la clase 77 de Kibougamine Gakuen por tus impresionantes habilidades mecánicas. Tendrás que presentarte, a más tardar, mañana a las 9:00 en la edificación de la escuela. Te estaremos esperando. Mi más cordial saludo, Jin Kirigiri '. Mis emociones están tan revueltas. Me empiezan a temblar las manos y quiero gritar de alegría.

 Empiezo a hacer mi bolso, quiero salir de aquí antes de que mi papá se dé cuenta. Unos minutos después, todo está listo. Solo necesito conseguir el tinte para el cabello que estaba escondido debajo de mi cama. Con todas mis cosas fuera de mi ventana, corro adentro de nuevo para agarrarlo y salgo de nuevo.

 Todo va tan bien, si voy rápido debería llegar al próximo tren a Kibougamine, en este punto apenas me preocupo por mis mareos mientras viajo, solo quiero deshacerme de él. Y justo cuando estoy en el marco de mi ventana, con uno de mis pies tocando la suave hierba del jardín, la puerta se abre ruidosamente.

 -Kazuichi Souda, ¿Qué diablos crees que estás haciendo? - Su voz me pone la piel de gallina. Es obvio que todavía está borracho. Aprovechando eso, me doy la vuelta, listo para agarrar mis cosas y correr, pero una mano que agarra mi camisa me detiene. Mi viejo me tira de regreso a mi habitación y caigo al duro piso de madera. Tira la botella vacía que sostiene cerca de mí y un cristal diminuto llega a cortarme la mejilla.

Las estrellas fugaces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora