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- Tampoco se como salir de esta - Viktor admitió esto casi debastado, su cabeza estaba dando vueltas todo su mundo se había agitado en tan poco tiempo...
- ¿Eres tonto? ¡Diciendo la verdad! Tienes una de esas historias lacrimógenas que hacen suspirar a las marujas, eso es buena publicidad lo mires por donde lo mires - Yuri tenia razón, era una historia potente y si Yuuri lo veía bien podría ser compartida, eso podria explicar muchas cosas.
El sonido del interior del cuarto continuaba como si estuviera haciendo algo, algo extraño. Apenas en unos segundos el olor se había teñido de terror. Ambos lo estaban escuchando sollozar y Viktor tenia necesidad de ir a su lado otra vez, estaba odiando como todo su cuerpo estaba a merced de ese omega. Pero lo amaba a él.
Hizo el amago de abrir la puerta pero recibió un mordisco en el tobillo en respuesta. Yuri se levantó con su habitual cara de asco.
- Los problemas de uno en uno viejo - Parecía tratar de despejarse lo suficiente para entrar cuando el palatinado trató de aprovechar para entrar. Yuuri olía desesperado y realmente necesitaba estar con el.
Estaba advertido.
Viktor sintió la potente patada de un deportista joven y enfadado impactando contra su entrepierna con saña.
Fue inmediatamente noqueado. Yuri sabía que no podría enderezarse en un rato y estirándose un poco con pereza entro junto al omega de nuevo.

Para cuando comenzó a disipar se el olor, casi 48 horas después, su ansiedad estaba por las nubes. Sin darse cuenta había cerrado los puños con tanta fuerza que sus uñas estaban marcadas en sus palmas. Ya debía ser lo suficientemente débil el olor y el lo suficientemente fuerte como para poder estar con el omega.
Por si acaso frotó por su nariz el perfume más fuerte que tenía. Le estaba quemando el olfato, eso debía ser suficiente como para no sentir la tentación.
Abrió la puerta encontrándose con ambos dormidos. Tanto el beta como el omega estaban acurrucados en el centro de la cama con todas las sábanas y mantas hechas una maraña en el centro. Yuuri estaba enredado en la manta que Yuri había impregnado con su olor.
- Si te atreves a tocarle un pelo no te quedará masculinidad suficiente con la que continuar los actos.
- Tranquilo vengo en son de paz ¿Como esta?
- Hace un rato estaba vomitando como un loco y eso que no ha comido nada en dos días. - Viktor se sentó en la cama tratando de no actuar demasiado desesperado - Esta exhausto. - Yuuri se sentó estirandose, el también parecía exhausto.
- Ojalá pudiera hacer mas por el - Viktor se sinceró y los ojos verdes del beta lo miraban tranquilos desde la penumbra del cuarto
- Te estaba llamando - respondió finalmente mirando al omega, su mirada verde parecía entristecida.
- Yuri, lo amo - Lo escuchó reír por lo bajo mientras se levantaba
- Eso tienes que hacérselo saber a él
- Gracias por la ayuda - El omega se movió hasta apoyar su cabeza en el regazo del alfa.
- Trata de que no se haga costumbre - Yuri se estaba estirando como un gran gato. Los rayos de sol estaban despuntando.
- ¿Que hora es? - El rubio trató de mirar su teléfono pero estaba muerto.
- No te preocupes ¿Tienes hambre?  - Yuuri por fin parecía dormir tranquilo.
- Si
- Comamos algo ¿si?

Ganado MarcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora