3

419 65 1
                                    

Había pasado casi una semana junto al ruso. Su único cometido durante este tiempo había sido no causar problemas, por lo que intentaba ser lo menos visible posible, a demás de ser una ayuda para el ruso que todavia estaba escayolado. Se había esforzado en no dejar rastro de su presencia allí tenia sus motivos y el ruso parecía no decir nada a favor ni en contra. Sus únicas pertenecías eran unas cuantas prendas que el ruso se había empecinado en comprarle. Su convivencia era tranquila, se llevaban bastante bien. Habían pequeños descubrimientos que había estado observando; Viktor era mas infantil de lo que parecía y como un niño pequeño siempre encontraba motivos para tener su cabeza ocupada llenándola de cualquier cosa, como de el en este momento,patinaje, su perro... pero también había descubierto que no olvidaba lo que decía a pesar de esa personalidad voluble. Tal y como dijo el primer día el ruso, ahí estaban ambos, en un horrible lugar blanco impoluto que le causaba escalofríos, haciéndole mil pruebas para saber que era lo que estaba mal. No quería saber que era lo que estaba mal, no quería pasar mas celos angustiosos solo. No le gustaba estar rodeado de médicos a los que no entendía.Pero no era capaz de decir que no, Viktor estaba un poco indefenso con su pierna escayolada lo que le hacia bajar la guardia y su olor lo dejaba totalmente ko, ese olor era capaz de tenerlo obnubilado por horas. A veces solo se acurrucaba en el sofá porque era el mueble que mas olía a el después de la cama en el cuarto principal, lugar al que no pretendía entrar bajo ningún motivo. Llevaban en el lugar como dos horas y a pesar de que el ruso estaba jugando sucio intensificando su olor Yuuri no estaba tan loco como para permitir que le hicieran lo que pretendían.
- Yuuri, te van a provocar el celo para poder volver a controlar cuando tomar los supresores - ¿Supresores? Drogas para evitar algo que ahora mismo no tenia. Ni por casualidad se iba a dejar hacer eso.
- ¡No quiero! - El ruso tenia esa mirada preocupada de cachorro abandonado que Yuuri no quería mirar. Se habían hecho lo suficientemente cercanos como para saber cuando pretendía manipularlo.
- Es por tu bien - Intensifico tanto su olor que el doctor beta olfateo el aire extrañado por el aroma, pero no iba a dar su brazo a torcer. Ahora parecía una buena idea pero si quedaba otra vez en la calle estaría jodido y nada podía asegurarle o desmentirle que esto fuera a ocurrir- No Viktor, no quiero - Sólo serán unos días y estarás bien
- ¡No, no, no, no quiero estar en celo, no quiero otra vez esa mierda, no quiero mas alfas volviéndose locos! - Yuuri comenzó a ponerse muy nervioso, no iba a dejarse manipular, esa era su opinión y no podían obligarlo ¿o si? Se comenzó a levantar del sofá de la consulta donde ambos estaban sentados el doctor dijo algo para calmarlo pero su proximidad lo tensaban mas.
- Confía en mí - Viktor puso su mano sobre la de el tratando de darle confianza, podía notarlo de alguna manera, el no quería hacerle daño, pero el no era conocedor de lo angustiosa que era la experiencia, de lo cambiantes que eran los alfas, lo dura que era la vida en la calle - estarás bien, cuidare de ti.
- ¡NO! - No quería tener que volver a pasar eso nunca mas. No mas mordiscos en su nuca, no mas fiebre enfermiza, no mas angustia y soledad agobiante. Finalmente se levantó tratando de escapar del lugar pero Viktor seguía cogido de su mano
- Esta bien - Parecía tranquilo, a pesar de que el había perdido completamente los estribos y deseaba huir del lugar - tranquilo - El doctor dijo algo en ruso que el no podía descifrar, aunque tampoco le habría hecho falta porque no se estaba dirigiendo a el. Habían dado por hecho que el ruso era su alfa, estaba claro que un omega no parecía ser capaz ni de tomar sus propias decisiones. Suspiro cansado del momento, del doctor y de su genero omega. El doctor seguía hablando y por algún motivo la mano pálida del otro le acaricio el pelo. Se sentía bien, le tranquilizaba y por algún motivo se vio con la confianza suficiente como para susurrarle cerca del oído.
- Quiero irme... - Vio como el ruso se sacudió ligeramente por la proximidad, pero no se apartó.
- Si, lo se - La mano del ruso bajo hasta su cintura, no se sentía amenazado como otras veces había pasado, continuaba la conversación con el doctor, este hombre parecía muy serio y la expresión del ruso estaba un poco retorcida. No sabia de que estaban hablando - Espera solo un poco.- Tenia la impresión de no querer saber de que estaban hablando tan seriamente - Pronto nos iremos - Parecía algo importante por el tono del beta, aunque en realidad ya sabia que había algo mal con el, lo sentía, pero le daba igual.Solo quería acurrucarse y dormir hasta que todo se arreglase, todo en su vida.Sabia que eso no iba a suceder.

Ganado MarcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora