Uno

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Onmisciente;

Eran las siete y media. Valentín recién llegaba a casa después de haber pasado toda la tarde con sus dos mejores amigos; Mateo y Manuel.

Se encontró a sus papás bien arreglados y preparando la cena, ¿venían visitas?

- ¿Qué pasó? - preguntó Valentín entrando a la cocina.

- Vendrán a cenar Daniel y Nery, ¿te acordás de ellos? - habló Maia, la mamá de Valentín.

- ¿Debería? - preguntó rascándose la nuca, no recordaba esos nombres.

- Nery, el amigo de papá y Daniel su hijo, eran amigos de chiquitos.

Con esa información ya tenía una idea más clara de esos dos nombres.

Cuando Valentín era chiquito, cada día venía Daniel a jugar a su casa, se podría decir que eran buenos amigos.

Ambos se conocieron gracias a la amistad de sus papás, eran viejos amigos. Fueron papás el mismo año, así que Daniel y Valentín a penas se llevaban unos meses de diferencia.

Pasaban todas las tardes juntos hasta que a los siete años, Valentín, junto con sus papás, se mudaron a donde vivían actualmente, perdiendo cualquier contacto entre ellos.

- ¿Cómo qué van a venir? ¿Por qué? - preguntó Valentín un poco desgustado, no quería tener que cenar con Daniel.

No tenía nada en contra de él. Pero no hablaban desde hace diez años, aproximadamente.

Sería un tanto incómodo volver a verse, ya no sabían nada de ellos ni de sus vidas. Y por lo que sabe Valentín, Daniel es bastante callado, cosa que incómoda y desespera a Valentín, no le gustan los silencios.

- Valentín, se han mudado acá. Nery se ha separado de su mujer, y van a vivir acá en el barrio, él y su hijo - habló ahora su papá, Alejandro.

Lo que le faltaba a Valentín.

- Por favor tratalo bien, Daniel no conoce a nadie acá, solo vas a estar vos. También va a ir a tu escuela, no lo dejés de lado, Daniel estará pasando por un momento difícil.

Valentín no quería ser el guía de Daniel, menos sin conocerlo.

- Andá a cambiarte, llegan a las ocho - ordenó su mamá.

Valentín subió las escaleras, un poco indignado.

Agarró su celular y avisó a sus mejores amigos. Habían quedado al día siguiente para salir por ahí, pero tuvo que cancelarlo, ya que seguramente tendría que estar con el nuevo intruso.

Daniel, por otro lado, se encontraba en su casa; medio vacia y llena de cajas debido a la mudanza. Él tampoco estaba muy convencido de todo esto.

Pero al fin y al cabo, el papá de Valentín tiene razón, Daniel no conoce a nadie en ese barrio nuevo, solo iba a tener a Valentín.

Así que se preparó para dar un buena primera impresión y esperó hasta que llegara la hora.

Después de media hora, Daniel, junto con su padre, ya se encontraba en la puerta de la casa de los Oliva.

Alejandro y Maia se encargaron de darles una cálida bienvenida. Seguidamente de saludarlos, Maia se encargó de avisar a Daniel que su hijo se encontraba en su habitación.

La cena aún no estaba lista, así que Daniel pasaría el tiempo que faltaba con Valentín.

Daniel subió las escaleras un poco nervioso, no quería parecer absurdo delante de Valentín.

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Flashemos que ambos tienen la misma edad a.

Intento mejorar cada que hago una novela nueva, y creo que lo estoy consiguiendo 🙈

Los amo mucho, besos en la kola.

Viejos amigos;; WosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora