El chico de mis sueños - Banginho/Minchan [Terminada]

Capítulo 14

Y allí estaba él, sentado en su cama y pensando en lo que preguntaría al chico de sus sueños.

-Hyunjin está obsesionado con que es real... Que no es un espíritu que me atormenta. Pero, ¿Y si lo es?

Chan cerró sus ojos y se frotó la sien intentando relajarse.

Cuando esa misma tarde había visto a ese grupo de chicos, su corazón dio un vuelco o se apretó de alguna forma al ver la figura del chico al que no se le vio el rostro.

-Mira que podría haber girado la cabeza para mirar, yo que sé, cualquier cosa que estuviese detrás de mí y poder verle...- Terminó por tumbarse en la cama mientras meditaba y cerraba sus ojos, dejándose en brazos de Morfeo o mejor dicho, en brazos del chico de sus sueños.

Cuando estuvo profundamente dormido, apareció de nuevo en esa interminable calle peatonal, con sus personas caminando a su lado con un estúpido borrón en sus rostros. Los esquivó sin ningún problema hasta alcanzar al chico.

Pudo fijarse bien en su ropa y en más pequeños detalles como que llevaba en una de sus orejas un pendiente largo, como si fuesen pequeños hilos que colgaban de un aro. Su chaqueta vaquera de color oscura caía en él perfectamente y en sus dedos pudo apreciar un par de anillos plateados.

-Hola- Saludó Chan levantando una mano, vigilando que el semáforo no se pusiese en verde.

El chico de sus sueños se giró hacia él y le ofreció una de sus mejores sonrisas, inclinando la cabeza a modo de devolverle el saludo. Luego volvió a la posición en la que estaba, mirando más allá del paso de peatones que desaparecía después de la densa niebla.

-Oye te quería decir... ¿Eres real? O eres un espíritu que me atormenta.

-Ya lo sabes.- Respondió con una voz muy calmada, como si no fuese de ese mundo.- Estuve ahí

-¿Eras él?

El chico asintió y metió las manos en los bolsillos de su chaqueta, mirando hacia arriba para observar el semáforo. Chasqueó la lengua cuando aún no se ponía en verde.

-Será pronto.

-Eso dijiste la otra vez. Por eso estuve yendo allí desde hace cuatro días. Pero hoy te vi...

-Por eso. Será pronto.

-¡Pues dime un día!- Empezó a gritar exasperadamente, moviendo sus manos mientras intentaba llamar la atención del chico- ¡Mañana, o el miércoles! No sé, ¡algo exacto para no volverme loco!

La mano del chico de sus sueños se posó en su brazo, haciendo que este parase inmediatamente. Giró su cabeza para quedar cara a cara con Chan.

-Lo sabrás cuando me veas.

Y despertó.