Un pasado de dolor

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¿Que esperas para irte? - gritaba Richard

-No lo entiendo, dijiste que querías que me quedara contigo, porque cambias de opinión ahora? - Idara casi derramaba lágrimas

-No lo entiendes, no sé cómo pude enamorarme de ti, eres un asco, no te quiero ver jamás.

En ese momento Idara despertó, estaba sudando por la pesadilla que había tenido. Richard entró a su habitación.

-El desayuno está listo - pronunció Zven muy amablemente pero al ver la cara de la chica la sonrisa que tenía desapareció- ¿pero que te pasó? ¿Estás bien?

-Si... estoy bien, solo fue una pesadilla - ella trató de tranquilizarse.

-Aayy no, lamento que la primera noche aquí no fuera agradable para ti cariño - le acarició el cabello.

-No te  preocupes, no es nada malo - le sonrió Idara.

-Bien, pues entonces vamos a desayunar- trato de animarla Zven.

- Tu has preparado el desayuno? - pregunto Idara con una risita

-Claro, ¿no sabias que yo estudie como chef profesional ? - dijo Richard muy coqueto

-Si - siguió riendo la chica - pero no esperaba que me prepararas el desayuno a mi .

-Bueno, es lo mínimo que puedo hacer ahora que está aquí - comenzó a reír Richard también

-Gracias - le dijo Idara - oye, hoy iré a la casa de mi amigo Leo, debo avisarle que ya no viviré en su casa, y me gustaría hacerlo en persona y no por mensaje.

-Oh claro, yo te acompaño - Richard abría la ventana.

-Estás seguro de que quieres ir conmigo - pregunto la chica.

-Pues claro, no dejaré que vallas sola - le dirigió  otra sonrisa

-Esta bien, entonces voy a apurarme.

Unas horas después Idara y Zven ya estaban en la casa de Leonel. La chica toco la puerta y Leo abrió.

-Idara, ya estás aquí- le dio un abrazo a la chica - así que pasaste la noche con tu novio, vaya.

Idara le había dicho a Leonel que la noche anterior se quedaría con alguien más, pero no le había dicho que se quedaría con Zven, por ese motivo el chico se sorprendió cuando lo vio.

-Así es, quería decírtelo en persona y por eso vine.

-Bien pues pasen- les hizo un ademán indicando que entrarán a la casa.

-Bien, el es Richard- lo presentó Idara.

-Mucho gusto - dijo Richard extendiendo la mano a Leo.

-Mucho gusto, soy Leonel, el amigo de Idara, aunque creo que ya sabes eso - dijo Leonel con una risa.

Estuvieron platicando por un rato sentados en la sala.

-Bien pues, he venido a decirte que ya no tendrás que preocuparte por mi, Richard me invito a vivir con él y yo acepte así que ya no me hospedaré en tu casa - decía Idara con voz suave.

-¿Que? ¿Enserio? - Leonel estaba confundido, no se esperaba esa noticia.

-Así es - Richard se unió a la conversación- te agradezco que le hayas permitido a Idara vivir contigo, ¿ hay algo con lo que te pueda recompensar?

-Ohh no no no, no hace falta que me paguen o me den recompensa, Idara es mi amiga y fue un placer ayudarla, cualquier cosa que necesiten los dos saben que pueden contar conmigo.

-Muchas gracias - esta vez la chica fue quien abrazó a Leonel.

-No te preocupes, estoy feliz por ti, y me alegra que tu vida esté mucho mejor ahora.

Después de despedirse Idara y Zven regresaron a casa. Mientras tanto la noticia de la nueva novia del guitarrista de Rammstein se hacía viral y su padre estaba furioso.

El padre no quería que Idara estuviera con el guitarrista así que decidió ir a buscarla, pero no sabía donde vivía ahora así que primero fue a hablar con Leonel.

-Abreme la puerta - el hombre tocaba muy fuerte.

-Ya voy - Leonel fue a abrir la puerta un poco de mal humor por la impaciencia de aquel sujeto.

-¿Donde está mi hija? - pregunto con un tono amenazante.

-Señor Hoffmann, ¿pero que hace aquí? - el chico estaba un poco asustado porque conocía el carácter del hombre.

-No he venido a darte explicaciones de mis actos, quiero que me digas donde está mi hija. - insistía el señor.

-Lo siento pero Idara ya no vive conmigo- respondió Leonel.

-¿Y entonces donde vive ahora? - comenzaba a subir más el tono de su voz.

-Perdóneme pero no voy a decírselo - la actitud tímida de Leonel desapareció - escuché, Idara está mejor sin que usted se meta en su vida así que es mejor que la deje en paz.

-¿Te atreves a decirme que hacer? ¿Crees que tu puedes decidir lo que es mejor para mi hija? - el hombre parecía querer golpearlo así que Leo cerró la puerta rápidamente.

El padre siguió golpeando la puerta y gritando pero fue inútil porque Leonel no le abrió ni dijo nada. Entonces decidió ir a buscar por otros medios.

Se dirigió hacia el parque y preguntó en todos los lugares donde él creía que podían saber la ubicación de la residencia de Richard, ya que él no estaba muy informando sobre esa banda o sobre sus integrantes.

Al llegar al restaurante donde habían comido Idara y Zven hace unos días,un mesero le dijo la información que necesitaba y se dirigió de inmediato a la casa de Richard.

Mientras tanto Idara estaba en su habitación hablando con Richard sobre su vida, sobre cómo había sido la muerte de su madre y sobre cómo su padre la había hecho sufrir por tantos años.

-Mi madre se enfermó cuando yo era muy pequeña, tenía un tumor en la cabeza y estaba perdiendo la vista, lamentablemente no pudo curarse y murió cuando tenía 5 años - se recostó en la cama boca arriba - desde ese entonces mi padre comenzó a culparme de eso y me regañaba por todo.

Richard escuchaba atento y se recostó junto a Idara.

- Llegue a la secundaria y todos se burlaban de mi porque mis ojos eran diferentes, no tenía amigos y todo empeoraba - en sus ojos se veía como las lagrimas querían salir - cuando me di cuenta ya era adicta al alcohol y estaba a punto de serlo de las drogas. Afortunadamente conocí a Leonel, el había perdido a sus padres y trabajaba como repartidor, aún lo hace. Nos hicimos buenos amigos y me ayudo a superar mis adicciones. - hizo una pausa - al irme tan mal en la escuela tuve que abandonar mis estudios y comenzar a trabajar en el antro, ese fue el único lugar en el que me aceptaron. - se notaba la tristeza de Idara.

-Lamentó que hayas vivido todo eso - comenzó a acariciar su cabeza - como quisiera haberte conocido antes para poder apoyarte. Pero no te preocupes porque te aseguro que todo irá mejor ahora, ya no tendrás que preocuparte por tu padre- en ese momento se escuchó que alguien tocaba la puerta de la residencia con fuerza.

Te miro a los ojos y veo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora