Idara estaba muy triste, por su culpa el nombre de su novio estaba manchado, ahora todos lo verían como un secuestrador, eso no solo lo afectaría a él, sino a toda la banda, y eso le preocupa mas.
Víctor iba en la patrulla con los dos oficiales y su hija, el les decía por dónde ir a la casa de su cuñada Hellen, la mujer que la "cuidaría".
A Idara no le gustaba la idea, ya que ellas no se llevaban muy bien, Hellen tenía una fama de ser una prostituta que engañaba a las personas.
Cuando llegaron bajaron de la patrulla y los oficiales por supuesto se retiraron.
-¿En verdad creíste que te dejaría en paz? Eres mucho más estupida de lo que pareces, grábate esto en la cabeza niña: tu nunca te vas a librar de mi, tu me perteneces zorra - la empujó del hombro.
-Ya déjame. No entiendo porque te molesta que esté con Richard ¿Es lo que querías no? Que me alejara de ti. Eres un asco de persona, no sé cómo carajos mamá se fijo en algo como tú, te odio - no paraba de llorar. Dejo de hacerlo cuando Victor le dio una fuerte bofetada que la aturdió por un rato.
-No te atrevas a mencionar otra vez a Kontanze ¿Me entiendes? - su rostro reflejaba ira, no le gustaba que mencionaran a su amada esposa difunta.
-Yo voy a hacer lo que me dé la gana, si anda pégame otra vez, eres un maldito cobarde, no puedes golpear a un hombre pero si a tu hija ¡COBARDE! - limpio las lágrimas que caían de sus ojos.
Idara se fue corriendo lejos de ahí, era lo mejor que podía hacer, a decir verdad ella no tenía idea de a donde se dirigía, ella no recordaba ese sitio, estaba asustada, sabía que si su padre la alcanzaba le iba a ir muy mal.
Se detuvo en un lugar donde había varios focos de colores que daban vueltas, tenia un letrero que decía " czarne dusze". Idara no tenía idea de lo que significaba eso, aún así entró pero lo que vio la dejó sorprendida, hombres besándose con hombres y manteniendo relaciones sexuales, también había varios hombres teniendo sexo con una sola mujer, la chica salió inmediatamente de ese lugar.
La calle estaba casi vacía, solo había alguna personas platicando con otras, Idara seguía caminando por las frías calles, no estaba tranquila, de hecho estaba nerviosa y lo peor era que su móvil se había quedado sin batería desde la tarde, así no podía llamar a Leo para que fuera por ella, él conocía muy bien la ciudad ya que gracias a su trabajo la tuvo que recorrer toda.
Richard no dejaba de fumar, su novia no contestaba los mensajes ni llamadas, estaba preocupado por lo que Victor podría hacerle a Idara y lo peor del asunto era que ni siquiera sabía a donde se la había llevado.
Idara sentía que la seguían pero no le tomo importancia y siguió caminando, de repente un brazo rodeó su cintura y una mano cubrió su boca.
-Ni se te ocurra volver a escaparte niña tonta - era Victor, por el tono de su voz estaba más que claro que no estaba para nada feliz.
La chica cómo pudo se soltó de su agarre, volvió a correr, esta vez hacia el otro lado de la calle cuando de momento una camioneta impactó sobre con ella, afortunadamente el auto no iba tan rápido, pero aún así le dio un golpe demasiado fuerte, Idara estaba inconsciente.
Las personas que vieron el suceso llamaron a una ambulancia, la cual no tardó en llegar, subieron a la chica y Víctor fue con ella, su rostro no mostraba nada más que seriedad, aunque quería fingir que estaba sufriendo no lo conseguía ya que estaba demasiado enojado con su hija.
La noticia no tardó en hacerse viral, Richard estaba viendo el noticiero cuando escucho hablar a uno de los reporteros.
-En otras noticias, una chica de entre 15 y 20 años fue gravemente golpeada por una camioneta en la calle Augustatrasse, la chica ha sido identificada como Idara Hoffmann, los testigos afirman que ella trató de escapar de un hombre, la menor fue trasladada de emergencia al hospital central......-
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Te miro a los ojos y veo amor
RomanceIdara y Zven se conocen en un M&G de la banda Rammstein y el se enamora profundamente de ella solo con mirarla a los ojos. Lo que no sabe es que ella es una teibolera alcohólica. Sin nada que lo pare, Zven intentara ganarse su corazón cueste lo que...