3 De Febrero

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Decidí salir de mi cuarto, sentía que me convertiría en un ermitaño pronto.
En las cosas que tenía que hacer estaban comprar verduras, ir al médico y regresar a casa.
Todo se cumplió correctamente pero cuando iba de camino a mi automóvil para irme.
Caminaba con mi pequeña hermanita.
Vimos una discusión entre dos mujeres.
Le dije en voz baja a mi hermana que no mirara hacia donde estaba una riña.
Mientras pasábamos las mujeres empiezan a golpearse.
Veo sangre, una de ellas le debieron haber roto la nariz.
Todos las rodearon y empezaron a gritar.
«pégale»
«vamos perra, puedes mas que eso»
«en la cara»
Al dejar a mi hermana en el auto.
Y sin dudarlo, regrese.
No podía aceptar esto.
Al principio se me hizo difícil separarlas.
Muchos me alaban para que no finalizará la pelea, pero con ayuda de otro chico casi de mi edad, pudimos separarlas.
No les puedo decir que sali ileso, eso seria mentira.
Pero los golpes que recibí me enseñaron algo.
No hay peor dolor que ver dos personas debatiendo sus ideas a los golpes, yo me auto-lesionaba porque era un idiota, pero recapacite.
¿De que me sirve sufrir, o hacer sufrir a los demás?
La vida se acaba, no hay que desperdiciarla en tonterías.
Si veo otra pelea, no dudaré en interponerme.

Uso Las Mangas LargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora