Aquella tarde triste de Noviembre, me di cuenta de que ya no había marcha atrás. Pues, como tú muy bien dijiste ya no quedaba nada que rescatar. Tanto dolor, tantas noches en vela por llorar en la oscuridad de mi cuarto, por creer que al otro día despertaria y que todo sería un mal sueño. Tantas veces traté de convencerme de que todo lo que dijiste era mentira, las almohadas y las paredes de mi sola y fría habitación, fueron testigo de mis noches de dolor y sufrimiento, porque tu eras mi soporte, eras aquel bonito rayo de luz en mi asfixiante oscuridad. Cuando te volví a ver, todo volvió a mí de manera abrumadora y explosiva, pues el sentimiento que yo creía muerto desde hacía ya casi un año, volvió a mí. Mi corazón volvió a latir como loco, recordé todos los lindos momentos que pasamos juntos y que me ayudaron tanto a sanar mi corazón. Y, me enojé, porque no me podía creer que aún después de todo el daño que me hiciste al irte y al decirme todas esas cosas, aún podía sentir cosas lindas por ti, sólo con verte.
Pasaron 4 días, y yo no hice ni el más mínimo esfuerzo de buscarte, pues me negaba a buscar a alguien que había dicho que éramos una pérdida de tiempo.
Pasaron 2 semanas, y yo sólo pensaba en ir a buscarte y aclarar las cosas, para poder sentir paz. Pues mis pensamientos me atormentaban demasiado.
Pasó 1 mes, y ya me había resignado a que no me buscarias y que a pesar de como pasaron las cosas, todo estaba mejor así.
Andreix.
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FRAGMENTOS
De TodoPequeños escritos, que salen de una pequeña inspiración. Nada profesional, pero hechos con los fragmentos de mi mente y corazón. Creciendo un poquito más y enriqueciendo mi conocimiento.