sketch; yutae.

V

Yuta se preguntó que pretendía hacer el mayor cuando esté simplemente le quitó una pelusa que tenía en el pelo.

Este abrió los ojos unos segundos después, al sentir como Taeyong tiró de su cabello levemente, y con cuidado.

-¿Y se supone que te bañaste? No sabía que vivías en un desván.- Rió y volvió su mirada a su cuaderno para continuar dibujando.

-Eh tú, vivo en un piso acogedor. A todo esto ¿Qué tal tú cita de ayer?- Dijo cambiando de tema.

-Ah, pues no estuvo mal, pudo ser mejor. Doyoung quería que me quedará a dormir con él. Pero en verdad no lo quiero, no me iba a quedar a pasar la noche aburrido. Sabes lo triste que es no poder enamorarte?- Suspiró profundamente para soltar el portaminas de golpe y arrancar la hoja haciéndola una bolita.

-¡Oye no hagas eso! ¡Te estaba quedando muy bien!- lo miró haciendo un mohín con sus labios.

-Mira, no sé cómo te sientes Tyong pero ¿Por qué ibas a querer enamorarte? Es una estupidez, mientras juegas con los sentimientos de ese pobre chico tú solo buscas una respuesta para tus sentimientos egoístas... Eso está muy feo. Debes dejarle, y dejar de darle vueltas al tema.- Agarró la bolita de papel en sus manos y la abrió extendiéndolo. Era un retrato suyo.

-¿Ves? Aún no he conseguido captar los rasgos de tu feo rostro.- Dijo el mayor agarrando su cara por la barbilla y observándole con precisión.

-Ya quisieras tener una cara como la mía- Rodó sus ojos y se soltó de su agarre.

-Salgamos juntos- Taeyong lo miró a los ojos.

-¿Qué?- Yuta se sobresaltó asustado por lo que acababa de decir.

-Salgamos a dar una vuelta por ahí, siempre estamos en la cafetería, parece que no conocemos otro lugar que no sea este.- Dijo el mayor levantándose de su silla y metiendo su cuaderno y su estuche en la mochila.

-Ah, claro... ¿Adónde iremos exactamente?- Maldijo lo que había pasado por su cabeza por un momento, no obstante se sintió aliviado al saber que el otro se refería a otra cosa.

Taeyong agarró su mano llevándoselo de ahí, Yuta cogió su móvil apurado y salió con él de la mano.

-A dónde sea que nos lleve el viento. Vas a ayudarme a enamorarme.- Dijo firme dispuesto a subirse a su moto.