- Seunghyun, por favor, prométeme que cuidarás de mi hijo. Podrás quedarte a vivir aquí en el Castillo... Será tuyo, todo lo que tienes que hacer es proteger y ver por mi pequeño hasta que encuentre su alma destinada.
El pobre mozo miraba a su amo asustado mientras éste le entregaba un pequeño bulto de mullidas, suaves y cálidas sábanas. Seunghyun lo tomó entre sus manos, aquel montón de tela tenía guardada en su centro una forma demasiado pequeña, aquello no podía ser un niño, él lo sentía en sus manos.
- Pero mi señor, ¿Cómo sabré quién es su alma destinada? ¿Y si se encuentra fuera de éstas tierras?
El grande e imponente hombre sacudió su cabeza de manera vehemente.
- De ninguna manera. Mi hijo encontrará a su pareja en alguno de tus descendientes, Seohyun me lo confesó después de dar a luz... Antes de morir.
Susurró con tristeza al recordar a su esposa fallecida.
A Seunghyun le sorprendió sobremanera aquella confesión pero no podía dudar de las palabras de su antigua ama, después de todo la señora Seohyun era la hechicera más talentosa y sobre todo, más noble y honesta que él haya conocido.
- Entonces... Alguna de mis hijas será...
- Puede ser, aunque también una nieta, ella no dijo demasiado, sólo eso. Y lo más importante, mi hijo bajo ningún motivo debe abandonar el Castillo, ni siquiera estas tierras, su espíritu animal se encuentra aferrado a su hogar y si él lo llegara a dejar puede perder, no sólo su alma sino también su vida.
Seunghyun observó más que alarmado al amo Siwon.
- ¿Esp.. Espíritu animal, a dicho?
- Así es, mi hijo es un pura raza al igual que yo y mi padre... Y, para como están la cosas, el último de nuestra estirpe.
- No diga eso amo, habrá alguna solución.
- Por desgracia no la hay. Tengo que huir, desviarlos y entregarme para salvar lo más importante para mí. Kyuhyun es especial.
El enorme hombre tenía razón. Después de que algunas personas se enteraran que entre los bosques del sur habitaba semejante "abominación", como era considerado un cambiaformas, Cho Siwon había decidido deshacerse de ellos o por lo menos desviar la atención, alejándolos de su hijo. Por fortuna él siempre fue lo suficientemente inteligente como para cambiar en el bosque contrario a sus tierras, y sólo de noche, cuando la necesidad por correr y aullar a la hermosa luna llena lo obligaba. Otro punto a su favor era que jamás habían visto su rostro, sólo su silueta al cambiar, así que aquellas gentes no tenían a una persona en específico qué cazar, pero él no iba a tentar a su suerte y a esperar a que no sólo lo encontraran a él sino a su hijo.
- Por supuesto que es especial, amo, es su hijo.
El bronceado hombre negó con la cabeza mientras cambiaba sus elegantes ropas por harapos de campesino, así, a la hora de cambiar creerían que era un don nadie. No debía dejar ningún cabo suelto.
- No es sólo por eso que es especial. Seohyun hizo algo en él desde el momento que supo que podía correr peligro. Mi hijo no podrá cambiar ni crecer de manera normal, su desarrollo total llegará el día en que su otra mitad esté preparada para unirse a él y poder crear una nueva manada, mientras tanto permanecerá de tal manera que pueda pasar inadvertido para el mundo y fuera de peligro pero a pesar de eso necesitará de ti, de los tuyos y de toda la ayuda, amor, cariño y comprensión que pueda recibir.
El mozo sentía su cabeza estallar y pedía a algún ser divino que iluminara su entendimiento para poder cumplir diligentemente el preciado encargo de su querido amo.
- Es hora. Tengo que irme.
- Amo...
-... Cuida de él con tu vida y dile que su madre y su padre lo amaron más que a nada en el mundo.
El hombre se acercó al bulto que su criado de confianza tenía en sus manos y retirando un poco las telas depositó un beso en la suave, pequeña cabeza para después salir cual bandido por la ventana de los aposentos en medio de la noche.
Cho Siwon corría y su corazón martilleaba.
"Te protegeré... Hijo mío"
Seunghyun vio a su buen amo partir para, probablemente nunca volver y bajó su mirada, observando al pequeño cachorro de lobo que dormía plácidamente entre las mantas.
- Lo cuidaré con mi vida, amo Kyuhyun.
❤❤❤200 Años después❤❤❤
- Aléjate de mí, cachorro bobo!!
Un pequeño pelinegro gritaba malhumorado al animalillo peludo que lo seguía como si fuera su sombra.
Su padre lo vio y negó.
- Sungmin! No seas tan cruel. Vamos Kyunnie, ven aquí.
Aquí lo que varias me habían pedido, disfruten nuevamente de ésta historia y a las nuevas lectoras, espero que la amén tanto o más que el resto 🤣💕
En fin, gracias y hasta la próxima actu!!! 💕💕💕
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El guardián perfecto
FanfictionHistoria resubida. No adaptar, ni copiar parcial o completamente sin mi permiso.