Night Call

Capítulo 14

La pelea finalizó en el momento en que el maestro de educación física ingresó al gimnasio maldiciendo a todo lo existente. Detrás suyo muchos alumnos se acumulaban con la finalidad de observar el espectáculo formado por dos chicos que ni siquiera se habían relacionado antes.

Separados a la fuerza, ambos involucrados fueron obligados a ir a la enfermería, cada uno acompañado de una respectiva persona que vigilase para que no se armase otra pelea en el camino. En el caso de Hyunjin, Jisung corrió a su lado, siendo su compañero al menos hasta que Changbin apareciese. Junhee fue tomado del brazo por Yuchan, quien lucía inconforme con lo sucedido. Jisung mantuvo su distancia con Hyunjin, notando como este mantenía su ceño fruncido y los puños apretados, temiendo que pudiera hacerle algo.

Una vez en la enfermería, los afectados se observaban de reojo, el coraje reluciendo entre ambos provocando un ambiente tan tenso que inclusive la enfermera lo notó mientras curaba las heridas de Junhee. A Hyunjin le había tocado esperar a que ella terminase, por lo que decidió tomar asiento a unos cuantos metros de Jun, Jisung posicionándose a su lado izquierdo.

—¿Estás bien? —cuestionó en un susurro, sin querer llamar la atención del resto. Hyunjin lo observó obvio.

—¿Te parece que estoy bien? —masculló, claramente refiriéndose a su labio roto y el par de hematomas que empezarían a formarse en sus manos.

Jisung optó por no volver a dirigirle la palabra.

Repentinamente la puerta de la enfermería se abrió de golpe, captando las miradas de todos. Un indignado Changbin ingresó por esta, caminando a paso fuerte simbolizando su molestia. Un tanto atrás estaba Jeongin, quien se veía asustado.

—¡¿En qué demonios estabas pensando, Hwang Hyunjin?! —gruñó el bajito, conteniendo las ganas que tenía de golpear a su mejor amigo.

La noticia de la pelea había corrido como pólvora por la institución escolar, y ahora todos eran conscientes de la reciente pelea ocurrida en el gimnasio, especialmente porque el perfecto Hwang había sido uno de los causantes.

Hyunjin se encogió en su sitio, su semblante cambiando al ver a sus amigos presentes. La enfermera rechistó, argumentando que no debían estar tantos estudiantes en el lugar, por lo que uno debía salir y esperar afuera. Jisung se ofreció al sentir que el alto lo observaba de forma acusatoria, sabiendo que no era bienvenido allí.

En el momento en que Jisung abandonó la enfermería, Changbin volvió su mirada a Hyunjin.

—¡¿Qué rayos te pasa? Tú ni siquiera eres así!

En todos los años en que Changbin llevaba conociendo a Hyunjin, este jamás se vio involucrado en una pelea física. Siempre pensó que el más propenso a pelear con alguien a golpes era él mismo, no alguno de sus amigos. Jeongin era demasiado inocente para ello y Hyunjin sabía controlarse. Estaba tan equivocado.

—Junhee estaba fastidiándome desde que inició la clase —explicó, con el ceño fruncido. El aludido no llegó a escucharlo debido a su reducido tono, por lo que no reclamó.

—¿Y eso qué? Te han molestado antes y tú nunca te has lanzado a golpearlos —cruzó sus brazos.

Jeongin salió de su refugio detrás de la espalda de Changbin y se dirigió a la enfermera, murmurándole algo que nadie comprendió. Segundos más tarde, regresó con un algodón empapado de alcohol, dispuesto a curar a Hyunjin.

—Pueden seguir hablando —musitó este, su voz temblorosa causando un estremecimiento en los mayores.

Changbin suspiró:—¿Qué es lo que está pasando contigo, Hyunjin?