𝕔𝕒𝕠𝕓𝕒

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Chenle x Jaemin

"Mi corazón galopa cada vez que te ve"

—¡Nana, ve más despacio! —gritaba nervioso el chino, que pocos minutos después de subirse al caballo, había perdido su control por completo

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—¡Nana, ve más despacio! —gritaba nervioso el chino, que pocos minutos después de subirse al caballo, había perdido su control por completo. Jaemin le seguía de cerca, por lo que se sentía un poco más tranquilo, pero todavía no lo suficiente.

—Así no, Chenle. Recuerda lo que te he explicado —le aconsejó el otro, subido a una yegua de pelaje más claro que el del macho. El nombrado respiró profundo, lo primero siempre era relajarse él primero para tranquilizar al caballo.

Estaba listo para volver a darle la orden, esta vez de la forma correcta, pero nada más posicionarse como le había enseñado el mayor, el caballo bajó la velocidad de su trote. Jaemin le miró orgulloso; para ser la primera vez que subía al animal, lo estaba haciendo muy bien, suponía que por la cantidad de veces que le había visto a él montarlo. Nana era su caballo favorito, él mismo había elegido su nombre, y se había convertido también en el más fiel compañero de Jaemin, acostumbrado a tratar con muchos de ellos. A su temprana edad, no solo era totalmente independiente, sino que ya eran tres caballos los que ocupaban su establo, y parte de su familia.

El pueblo en el que vivían era pequeño, de estos en los que todos los habitantes se conocen de toda la vida, pero Chenle no hubiera tratado con el que consideraba ahora su mejor amigo si no fuera por las propiedades que este tenía; el menor era el hijo del alcalde. No asistía a clases con chicos de su edad, no iba a la calle a jugar, ni mucho menos podía tener un caballo como una mascota. Sintió que un milagro había ocurrido cuando su padre permitió que Jaemin le diera clases de equitación, con la excusa de que era un deporte elegante, didáctico e incluso propio de la realeza.

Se lo había pedido, no solo porque necesitara desesperadamente tratar con gente de su edad, sino también por su sincero interés por montar a caballo. Incluso si nunca lo había probado, desde su ventana podía ver a menudo al chico paseando por las carreteras del pueblo, y enseguida ambos seres captaron su interés. No le gustaba llamar al corcel mascota, pero necesitaba decir que se parecía a su dueño; tono marrón oscuro y cálido que se enrojecía con la luz en el pelo, y un semblante libre, aventurero y natural. Chenle deseaba ser así, o como mínimo conocer a alguien así.

Su padre ofreció al chico una fortuna inimaginable para él solo por unas pocas lecciones, pero el más modesto no lo acepto. No es que le sobrase el tiempo, o el dinero, pero había notado la ilusión y las ganas de aprender en las orbes oscuras del menor, y jamás sería capaz de cobrarle nada.

Pronto, ambos chicos desarrollaron confianza. El chino puso nombre a los tres caballos que ya en aquel entonces cuidaba, y comenzaron a verse diariamente.

Palette ➳ NCT Dream One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora