¡Sorpresa!

202 20 0
                                    

Cuando Sugarawa levanto las cobijas del futon se encontró con una imagen que estaba lejos de ser desagradable, era muy adorable al parecer de los presentes; se encontraron con un Hinata siendo abrazado fuertemente en la cintura por un rubio que al parecer no tenía ni la menor intención de despegarse de la mandarina.

Cuando de pronto Hinata abre los ojos y los ve a todos parados; Nishinoya con su teléfono sacando fotos de diferentes ángulos, Tanaka llorando estilo anime y diciendo que Hinata había crecido muy rápido, Kageyama y Yamaguchi felices, Sugarawa en mama-mode ya que su "hijo" favorito, Hinata, estaba con el grandote de Tsukishima, Daichi apoyando a Suga para amenazar a Tsukishima, y por último Kiyoko que gritaba porque según ella su ship se había hecho realidad.

Mientras que Hinata moría de la vergüenza Tsukishima abrió un ojo un poco molesto por que su mandarina se encontraba inquieto y queriendo escapar de sus brazos, pero su fuerza ganó al más pequeño, volviendo a acomodarle en sus brazos, y para después tomar nuevamente las cobijas y taparse, mientras veía con una mirada de esas que matan a todos los presentes.

Los presentes sudaron frío al ver la acción del rubio y salieron casi volando de la habitación. Mientras que Hinata sólo tenía un sonrojo, pero aún así se acomodó con el rubio otra vez.

Después de 20 minutos Tsukishima se había levantado completamente.

-Shoyo~ Ohayo~ -Dijo El rubio besando suavemente la frente de Hinata, haciendo que este se muestre un poco avergonzado, pero a quien engañaba le había gustado.

-Ohayo~ Tsukishima-Kun-Dijo Hinata sentándose en el futon, sinceramente parecían una pareja de casados que se despertaba con el cariño del contrario.

Bueno y hablando de la hora era un poco tarde, así cuando Hinata vio un reloj que estaba a un lado de la habitación, pegó un salto y se apresuró a ir por sus cosas al casillero; para el era normal tener ropa en el, pero al llegar se llevaría una gran sorpresa.

-¡¿Ehh?! -Gritó, Bueno más bien chillo Hinata al ver de que no había ropa, cuando la había utilizado.

-Shoyo, eres muy ruidoso, sabes. -Dijo Tsukishima acercándose al de menor estatura.

-¡Es que ya no tengo ropa! -Hizo un berrinche en pleno pasillo de la preparatoria, mientras que Tsukishima lo veía con ternura y ahí fue cuando se le prendió el foco.

-Shoyo no te preocupes por la ropa, yo tengo de sobra un sweater, así que podrías ponértelo. -Dijo Tsukishima con seriedad, aunque en sus adentros estaba imaginándose a Hinata con su ropa.

-¡Estás loco! Tu ropa es inmensa. -Dijo Hinata con lágrimas estilo anime.

-Yo solo digo..., bueno creo que no quieres entrenar, el Rey se va enojar mucho. -Dijo Tsukishima con una sonrisa, sabía que diciendo eso terminaría triunfante.

-Etto... Está bien... -Suspiró derrotado la mandarina, pues de ser así se saltaría la práctica y tendría que enfrentar al demonio de Kageyama.

Tsukishima y Hinata se dirigieron a el casillero del primer mencionado en busca de las prendas para ambos, en el caso de Hinata solo un sweater. Luego de conseguir las prendas se fueron a cambiar en la sala del club en donde estaban Nishinoya y Asahi; Nishinoya los veía con cara de pervertido, y Asahi veía con cara de pocos amigos a Tsukishima, después de todo Asahi quería a Hinata como un tío o algo así.

Bueno volviendo con la pareja. Hinata estaba avergonzado debido a que el sweater de Tsukishima le quedaba un grande, para no exagerar porque la verdad le quedaba gigante, Hinata simplemente no entendía el porqué era tan grande, pero así eran las cosas.

Tsukishima en todo caso traía un papel hecho rollo en la nariz, estaba sangrando y no era por un golpe, si no que era por la vestimenta de su futuro novio, de verdad se veía bien en su ropa. Mientras que también pensaba en que era buena idea darle su ropa al más pequeño, y tal vez consiga dormir con el una vez más, pero el tenía en mente a la mandarina con su ropa y a su lado abrazándolo fuertemente.

-V-Vamos a Practicar. -Dijo una mandarina al rubio amante de los dinosaurios.

-Como lo diga el príncipe. -Dijo Tsukishima con una sonrisa ladina, mientras que el peli naranja simplemente se sonrojo hasta las orejas.

-N-No me digas así. -Dijo Hinata con el sonrojo y una mirada molesta al rubio.

-Bien, bien mi emperatriz. -Dijo el rubio haciendo molestar al peli naranja al cual el sonrojo no se le quitaba, pero su aura si había cambiado, estaba molesto, muy molesto.

-Kei~ -Dijo el peli naranja con esa aura asesina, se parecía mucho a la de Sugarawa y Daichi cuando se enojaban con alguien del club. Para cuando el rubio se dio cuenta ya era muy tarde, pues ya estaba en el piso con la marca de una mano en su cara y dolía, mucho.

Minutos después llegaron todos y vieron una escena muy cómica; Tsukishima, si ese Tsukishima estaba pidiendo disculpas, mientras tenía la mejilla izquierda de color rojo y palpitaba, debió haber dolido. Los que vieron la escena se asustaron por el aura de Hinata y también se estaban riendo de Tsukishima, era muy cómico. Hasta que...

-Daichi-San... -El mencionado tembló por que el de aura asesina lo había llamado.

-¿Qué pasa Hinata? -Pregunto Daichi aún con miedo, pero Hinata no le haría nada.

-Ponle entrenamiento extra a Kei -Dijo Hinata ahora con los brazos cruzados y seriedad, algo que no se veía mucho por ahí.

-O-Okay. -Dijo ahora Daichi, el cual ahora si tenía miedo, pensaba que el mundo iba acabar. -Tsukishima Kei, treinta vueltas más al final de la práctica. -Dijo Daichi con severidad, mientras que la mandarina cambió su aura a una inocente y a la cual se le veían flores a su alrededor.

-Vaya sorpresa. -Suspiraron todos con una gotita de sudor estilo anime y un aura con aires de temor y sorpresa que decía "Sorpresa, Hinata Shoyo si se puede enojar"

/////////////

Extra:

-Shoyo~ perdóname. -Griataba un Tsukishima sudado y muy cansado con una marca que se había quedado muy visible, el cual seguía corriendo alrededor de la cancha, y los demás solo se reían de la desgracia de Tsukishima y también hacían una nota mental de nunca hacer enojar a Hinata nunca.

-No. -Decía/Grita Hinata con una sonrisa triunfante, mientras practicaba con Kageyama. El cual sonreía con arrogancia, por fin el karma había cobrado con Tsukishima por haberle llamado "Rey" todo este tiempo. Hinata quería hacer sufrir a Tsukishima por haberlo avergonzado frente a Noya-San y Asahi-San.

Y así continuaron los gritos de disculpa de Tsukishima el cual no podía más y los gritos de negación de Hinata quien sonreía aún más triunfante que antes.

Y después que Tsukishima terminara su castigo por haber hecho enojar a Hinata, el anterior nombrado lo perdonó y se fueron juntos a casa, mientras que a sus espaldas estaba una Sugamama y un Dadchi con aura asesina, no querían que Hinata lo perdonara así de fácil. Pero así era la vida y así termino otro día de práctica en la preparatoria Karasuno.
☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️
Continuará.....

Bueno aquí la autora que se esmeró haciendo este capítulo, y sacrifico su siesta de la tarde para escribir un capítulo, porque se le vino la idea después de comer el almuerzo.

Bueno con esto último me despido y como siempre...

Bye Bye~

20 Maneras de enamorar una MandarinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora