Alec
Me despierto al alba como todos los días para hacer mi rutina de ejercicios.
Cambio mi pijama por una ropa más adecuada para ejercitarme, ya que soy partidario de que una buena sesión de ejercicio por la mañana es una buena forma de comenzar el día.
Inicio con un calentamiento sencillo para comenzar con una rutina intensa de cardio.
Ya estoy empezando a sudar y mis músculos se están agotando con las repeticiones, pero no me detengo hasta terminar la rutina.
Tras hacer el cardio inicio los ejercicios de musculación los cuales me dejan mucho más agotado.
No me importa terminar bañado en sudor y con los músculos ardiendo, una vida saludable es lo más importante.
Culmino la sesión de ejercicio con unos sencillos estiramientos y me paso una toalla por la cara para quitarme el molesto sudor.
Camino hacia el baño y me doy una relajante ducha fría para iniciar con energía el día.
El cuál será bastante movido ya que tengo varias reuniones a las cuales asistir junto con mi abuelo, sumándole las clases de etiqueta y de como llevar una nación como se debe.
De tan sólo pensarlo me agota.
Aunque no sea rey, soy el próximo heredero de la corona por lo tanto, mis responsabilidades se multiplican a cada segundo ya que se espera que mi trabajo como próximo monarca sea excepcional.
Todo esto me fatiga.
Al salir de la ducha, me visto con un traje color crema, camisa blanca con gemelos de oro y unos zapatos negros relucientes.
Peino mi cabello pelirrojo hacia atrás dándome el aire serio y estirado que debo tener siempre.
Mi abuelo siempre me ha dicho que el día en que me convierta en rey me dividiré en dos personas: En el monarca de una nación y en Alec.
Y debo aprender a ocultar bien la parte Alec, porque al mínimo rastro humano te destruirán.
Todo eso me lo han inculcado desde pequeño y el peso que llevo sobre mis hombros es sin duda alguna cansino.
Pero no lo cambiaría por nada.
He aprendido a lidiar con todos los deberes que tengo encima y a aceptar mi destino como próximo líder.
No soy un cobarde para lamentarme de algo que es inevitable, sólo me queda afrontarlo y seguir adelante.
Aparezco en el comedor apenas lo visualizo en mi mente para poder desayunar con mi abuelo.
La teletransportación es lo mejor que me ha podido enseñar mi abuelo.
-Buenos días abuelo- Le doy un fuerte abrazo como siempre hago en forma de saludo y él me lo devuelve con cariño.
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Secretos de un Apellido (Pausada)
FantasyElla es luz. Él oscuridad. Ella es dulzura. Él dureza. Ella es rebeldía. Él inteligencia. Los mellizos Woodburn son como el agua y el aceite, pero estarán dispuestos a enfrentarse a lo que sea que intente separarlos. Acompaña a Aila y a Alec en esta...