- ¿Gustas acompañarme, Tae?
Era un sábado por la mañana, ambos chicos recién terminaban de desayunar, por lo que TaeHyung ya se había levantado a lavar los platos, vasos, palillos y trastes que hubieran utilizado para que la comida se hubiera efectuado, bueno, más bien YoonGi la hacía, siempre era así. Por lo mismo, se habían puesto de acuerdo en algunas actividades, y como YoonGi ya sabía cocinar, y lo hacía de maravilla, hace dos semanas habían dejado la tarea de los trastes a él.
YoonGi tenía en esos momentos unos lindos lentes, con un aumento mínimo, minúsculo. Apenas una cosa de punto veinticinco, en el ojo derecho, y el izquierdo estaba casi perfecto. Aún así, YoonGi los había comprado por que sentía que se veía bien con ellos, además no habían salido bastante costosos.
TaeHyung al oír la voz de YoonGi en la entrada de la cocina, volteó su cabeza para verlo, ya después de acomodar el último palillo de acero inoxidable.
- ¿El qué? – No era su culpa, estaba ocupado pensando que YoonGi se veía bien con el accesorio, pero salió de su cabeza caótica en cuando YoonGi le repitió las palabras, ahora más específicamente.
- Iré a la sala de estar a leer, pondré algo de música instrumental, me sentaré por un par de horas y comeré snacks, ¿Te apuntas? – Por un momento TaeHyung observó el empastado que YoonGi llevaba en sus manos. Un bonito separador celeste con purpurina le hacia el favor de no perderse en la secuencia que llevaba.
- Claro, espera. ¿Qué libro es aquel? – Curioso, señalo con la cara bien fija en el libro y los oídos bien atentos a la respuesta de YoonGi.
- Filosofía en el tocador. – Encogió de hombros YoonGi, algo en él había deseado que TaeHyung nunca haya escuchado hablar de la obra, mas su pensamiento se perdió en el aire al ver a su menor sonreír familiarmente.
- También tengo aquel. – Respondió, y TaeHyung vio el labio de YoonGi estirarse nerviosamente por lo dicho. – Bien, vamos entonces, al parecer también me leeré ese.
- Está bien. – YoonGi se fue caminando como robot y con la cara helada.
Posteriormente, después de que ambos se acomodasen en el living room, yacían los dos en un sofá acomodados con mantas leyendo el volumen. YoonGi había comprado bocadillos y de vez en cuando sus manos chocaban; habían acomodado ambos muebles cerca para que los dos tuviesen acceso a las golosinas.
Aunque, además de aquellos movimientos con sus manos para pasar de página, YoonGi también llegaba a ver de reojo a TaeHyung, expectante. Lamía sus labios y trataba de adivinar las reacciones de TaeHyung, o si siquiera había reacciones a lo que estaba leyendo. No tomó cuidado en darse cuenta de que ya llevaba minutos sin poner el ojo en las letras y solo veía el rostro de su amigo, disimuladamente, diría si le preguntasen, más eso se desmintió cuando TaeHyung mencionó las siguientes palabras:
- ¿Qué tanto me ves? – Dijo, y YoonGi juró que él otro no había despegado en ningún momento su vista del escrito, por lo que su rostro mostro asombro que el otro tampoco se tomó la molestia de ver.
- Entonces es cierto, eso de que pueden sentirse las miradas. – Solo dijo YoonGi, y volvió con su vista fija en el libro. Mas ahora TaeHyung si levantó la vista.
- Un poco, sí. Aunque también es cierto que era bastante predecible que no despegarías tu mirada de mí por algunos momentos. – Se metió una gomita a la boca, aún son su mirada fija en YoonGi. – A veces te muestras mojigato, y más te imaginé así al leer este libro. – Ahora sí, volvió su vista fija al libro.
YoonGi lo miro con fijeza.
- Te contradices; creo si que soy un tanto mojigato, pocas, pocas veces. Pero si fuera tanto como tú dices, ¿Por qué estaría leyendo este libro? – Así, como si diera la última palabra, regreso a estacionar su vista en la hoja impresa.
TaeHyung movió sus ojos hasta quedarse en el perfil del mayor.
- Bueno, si estás leyendo Filosofía en el tocador, entonces tal vez no seas tan mojigato, pero admite que te has quedado timorato, viéndome como bobo esperando ver una reacción mía a todas las orgías que aquí narran. – Su vista tambaleo unos segundos, antes de quedarse en YoonGi, al fin.
- Si, lo he hecho. – YoonGi levantó la vista para encarar a su menor. – El caso es que yo me escandalicé la primera vez que leí esto, solo tenía curiosidad por ver tu reacción. Ahora que lo pienso, pareces más libertino que yo. – Bromeó y escuchó una ligera risa fluir de los labios del peliverde. – O tal vez solo tienes menos pudor, no lo sé.
YoonGi siguió riendo tranquilamente, no obstante, TaeHyung se había quedado un momento con la vista fija en YoonGi, hizo línea su boca, quitó las cosas que lo arropaban de encima, junto con su libro, y finalmente se cambió de lugar, yendo hacía el sofá donde descansaba YoonGi y haciéndose espacio, con el poco que había.
YoonGi le miró, todavía con una pequeña sonrisa, más antes de hacer o pensar cualquier otra cosa, TaeHyung le besó apenas un par de segundos para, posteriormente, separarse y ambos unir sus miradas. A menos de dos pulgadas.
- ¿Qué fue eso, TaeHyung? – Preguntó YoonGi, todavía ido por la reciente acción del peliverde.
- Mi falta de pudor de la que hablas. – Ninguno separo su mirada del otro.
- Oh, ya veo. – YoonGi movió sus ojos por toda la habitación, no sabiendo que más añadir o hacer. – ¿Debería unirme a tu desvergüenza? – Dijo entonces, recordando de lo que habían estado hablando apenas segundos atrás.
- Es tu decisión. – A pesar de las escasas palabras, el menor no se movió ni un centímetro.
YoonGi analizó la situación por unos momentos, ya podía inferir un poco de lo que pasaba por la cabeza de TaeHyung.
- ¿Te sientes incomodo...? – Alcanzó a decir a penas, cuando YoonGi sobrepuso su cuerpo sobre el de él y unió sus bocas. De esta forma, comenzaron un beso lento, no por eso era inocente, pero rápido tampoco se incluiría en la lista de adjetivos que lo caracterizaban, tal vez deleitable, y bastante delicioso, pero vertiginoso tampoco se hallaba en las características. Simplemente, era como un saludo a otro lazo que los uniría, un sentimiento ya más maduro que el amistoso, y una intimidad más honda que el de su amistad, se conocían, de una nueva forma a través de ese beso calmoso; a través de esas manos pálidas a cada lado de la cabeza de su amante momentáneo; a través de esos brazos bronceados cruzándose en la espalda baja de su contrario; a través de esos movimientos en compás de ambos cuerpos, refregándose cada tanto al otro; a través de esas lenguas finas saludándose y dando la bienvenida a una primer experiencia; y finalmente, a través de esos ojos cerrados que no desconfiaban de si mismos, para ver, para saber y para sentir, que el otro lo estaba disfrutando tanto como él mismo.
Así podrían acostumbrarse, tal vez, al aislamiento.
Esto tiene que seguir actualizándose.
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∆CUARENTENA∆ _ "TA€GI"
FanficEl nuevo virus ha puesto en cuarentena a miles de personas de todo el mundo y principalmente Corea del Sur, el segundo país asiático con más contagios. Escuelas de todos los niveles de estudio han suspendido sus clases presenciales para que está pan...