El concurso

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Un lunes, llegue a la escuela y todo marchaba como siempre cuando el director en honores nos comento que nuestra escuela se orgullecía de formar parte en un concurso de matemáticas, en el que competiría con otras escuelas, así que nos harían un examen para ver quienes participarían.

Yo como todo un nerd, me puse a estudiar porque quería de ser uno de los candidatos para poder participar, ya que pues si lograba ganar, no solo me darían dinero si no que me ayudaría mucho en mi futuro. Llego el día del examen y a todos les dieron un examen en toda la escuela, nos dijeron que iban a escoger al mejor hombre y mejor mujer de cada grado. Yo respondí mi examen y creo que me fue bien pues estuve estudiando toda la semana.

Llego el día en que nos dirían quienes ganaron, obviamente fui elegido, pero la chica con la que iba ir, para mi sorpresa era Diana, la verdad no me sorprendí tanto porque como dije era muy inteligente, pero destacar así entre todos y la vieran como una nerd, eso no lo entendía así que decidí preguntarle.

-Diana, ¿por qué decidiste participar?

D- Pues iban a dar dinero y una laptop nueva, así como no participar, ademas mi mamá me obligo. ¿Y tú que haces aquí? Déjame adivinar lo haces porque es importante para tu futuro.

Yo no dije nada

D- Fernando, siempre tan predecible. 

Después de que dijo eso, una maestra nos llevo a la dirección. 

Adentro estaba el director, nos saludo de mano y nos pidió que nos sentáramos, entonces nos dijo "Chicos muchas felicidades por haber ganado ese examen, ahora el siguiente paso es que se preparen para la primera parte del concurso la cual sera entre las escuelas de la zona, para eso tendrán un maestro que los va ayudar y como los dos son de la misma clase, su tutora sera la encargada de ayudarlos."

El director se paro, abrió la puerta y afuera estaba la maestra Marisol, que se veía igual de sexy como siempre, traía una falda negra con una camisa blanca, unos tacones negros y su pelo estaba recogido en una bola de pelo atrás de su cabeza. 

"Maestra, la hice venir porque usted sera la encargada de apoyar a estos chicos para el concurso, como son de su salón ya los debe de conocer así que no habrá tanto problema." luego volteo a vernos "Bueno chicos ya pueden regresar a clases y no olviden prepararse."

Una vez que salimos, la maestra nos dijo. 

"Bueno chicos, ustedes deben prepararse así que pediré a algunos de sus maestros que les den chance de faltar para que estén conmigo estudiando, y también si se puede  les pediré permiso a sus padres para que vengan a mi casa y estudiemos después de clases."

Yo en mi mente estaba super fascinado con esa idea, poder ir a la casa de mi maestra y que estaríamos ella, Diana y yo solos era un sueño para mi, pero cuando estaba apunto de decir que si, Diana se opuso diciendo que no hacía falta eso, que bastaba con las clases que pasaríamos con ella y que nos podía dejar ejercicios para resolverlos nosotros en la casa. 

Lo cual la maestra acepto, yo la verdad me sentía algo triste porque se acababa de ir un sueño, de entre mis manos.



La primera parte del concurso iba ser un mes, y nos estábamos preparando con las clases extra que nos daba la maestra y con los problemas que nos dejaba, ya cerca de que fuera el concurso, nos hacían estudiar mas, por lo que pasábamos más tiempo con la maestra, un miércoles que también nos tocaba educación física, la maestra pidió que esas horas y la ultima clase la pasáramos con ella osea que después del recreo iba a pasar el resto del día con ella, algo que yo agradecía pues no me quejaba de poder ver a mi maestra y a sus hermosos pies.

Así que acabo el recreo, subí rápidamente al salón donde iba a ver a la maestra, cuando llegue, me senté en mi lugar y vi que la maestra estaba, sentada mientras sujetaba su tobillo, no pude quitar mi vista de esa escena, cuando la maestra me saco de mi transe,  me dijo que si no me molestaba que se quitara sus tacones ya que era nuevos y hacia que le dolieran los pies, yo OBVIAMENTE dije que no me molestaba. 

Así que la maestra se quito sus tacones, de repente me llego el aroma a sus pies era un aroma delicioso algo fuerte eso sí, pero a mi no me molestaba es más lo adoraba y pensaba en porque no apestaban más, mientras más respiraba más me excitaba, deseaba poder agacharme y lamerlos.

Cuando  de repente mi mente tuvo una idea la cual era decirle si me dejaba masajearle sus pies,  ya tenía la idea pero no podía pronunciar la palabras, solo pensaba que tal si me dice que no, o por qué quieres hacerlo, o si se enterara de mi pasión por los pies, al final me arme de valor, y se lo dije...

- Maestra, si quiere le puedo dar un masaje para que no le duelan tanto los pies.

No podía creer que le había dicho eso a mi maestra.

M - Eso me gustaría pero tu eres mi alumno y eso estaría mal, ademas puede subir un maestro o Diana y podría tener consecuencias.

- Pero es solo un masaje en los pies maestra, además Diana me dijo que ella iba a tomar la clase de educación física, por lo cual no subirá en  un tiempo y para que nadie nos vea puedo cerrar la puerta.

M- Esta bien pero solo porque me duelen demasiado los pies.

Yo rápidamente fui a cerrar la puerta, luego agarre mi silla y la puse enfrente de la maestra, agarre cuidadosamente sus pies y los puse sobre mis piernas.

M- No huelen feo mis pies ?

- No maestra, huelen bien.

La verdad si olían algo más fuerte cuando los tuve en mis piernas, pero eso no me desagradaba al contrario me excitaba más y creo que mi pantalón lo mostraba, así que tuve que ponerme en una posición en la que la maestra no viera mi erección.

Empece a masajear sus pies, era muy suaves, tenían un color rojizo en las plantas, yo masajeaba con mucha pasión ya que era la primera vez que tenia los pies de alguna chica en mis manos y lo mejor era que eran de mi maestra, yo estaba disfrutando mucho de darle ese masaje y por la expresión que tenia ella también lo estaba disfrutando.

M- Wooow eres muy bueno en esto. 

A lo que yo agradecí, seguí masajeando, avanzo el tiempo y podía oír como la maestra empezaba a  gemir aunque ella se esforzaba para que no oyera el gemido, yo ya estaba apunto de venirme  ya que ver esa cara de placer en mi maestra mientras le daba un masaje a sus pies me excitaba mucho.

Cuando estaba a punto de venirme, se oyó la puerta, alguien estaba tocando, era Diana ya había acabado la clase de educación física, la maestra y yo no podíamos creer que ya había pasado tanto tiempo desde que empezó el masaje, así que rápidamente acomodamos todo y le abrimos a Diana, antes de que le abriéramos, la maestra me dijo que había quedado fascinada con ese masaje, lastima que ya no podríamos repetirlo y me beso la mejilla.

La maestra MarisolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora