El trato

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Todo seguía normal bueno relativamente normal, no es como si siempre una maestra dejara lamer sus pies a sus alumnos. Y como la maestra había dicho esta vez me iba a dejar descansar, por lo que en una semana no hubo mucha acción. 

Claro que para mí esa semana fue bastante difícil de mantener; aunque después de tantas cargas si esta bien que descansara; pues el simple hecho de pensar en maestra era algo que ya me excitaba y más teniendo su sostén y sus bragas.

Paso la semana, y solo nos preocupaba estudiar, ya que bueno faltaba menos tiempo para la siguiente etapa del concurso, otra razón más para que mi maestra Marisol me dejara descansar, en resumen ese examen también lo pasamos, llegando a las mejores escuelas del estado, por lo que el director nuevamente nos felicito y nos dejaría aún más tiempo con la maestra para estudiar, eso significa que aún puedo ir a la casa de mi maestra a "estudiar", eso paso en esa semana.

Llego el lunes y todo iba de maravilla, llegue a la escuela me quede esperando a que empezaran los honores a la bandera, cuando la maestra se me acerco. 

M- Ya descansaste lo suficiente?

- Si maestra, listo para lo que viene.

M- Muy bien te veré en mi casa.

Ese te veré en mi casa, me prendía sabia que dentro de poco podría estar gozando los pies de mi maestra.

Y todo siguió como de costumbre, era lunes lo que significaba que las chicas traían dobles zapatos por lo que como hacía siempre iba a esperar que empezara la clase de educación física, paso el tiempo y en la clase de la maestra ella jugaba con sus zapatos, lo cual yo observaba fascinado, realmente me encantaba ver a la maestra hacer eso, me prendía bastante pero esta ocasión más ya que no me había  masturbado en una semana, por lo que me éxito bastante.

Cuando llego el recreo esta vez la maestra no me digo que me quedara con ella, por lo que no pude lamer sus pies, realmente yo ya estaba con una erección así que decidí que cuando acabara el recreo subiría como siempre lo hacía a oler los zapatos de mis compañeras. 

Y eso hice, acabando el recreo pedí permiso a mi profesor de poder subir a dejar mis topers a lo que bueno yo creo que el ya se estaba acostumbrando, subí rápidamente deje mis cosas y fui por lo que iba, me acerque a donde se sentaba Diana que aunque fuera una maldita, me seguían excitando sus pies, agarre sus zapatos, los comencé a oler, tenían un aroma delicioso a sudor.

Yo estaba en el paraíso cuando de repente se abre la puerta, yo rápidamente al oír que la puerta se abrió, sin pensarlo avente el zapato de Diana a su lugar. Me voltee y era mi maestra Marisol. 

M- Mmmmm, qué haces? 

- Nada maestra- dije algo asustado

-Me espanto sabe

M- De verdad?

M- Cuéntame a que viniste.

-Nada maestra, vine a dejar mis topers.

M- Claaaro

Se acerco a donde estaba y vio el zapato de Diana.

M- Entonces viniste a dejar tus topers- lo decía mientras agarraba el zapato.

Yo me quede callado.

M- Estos son tus topers

-No maestra, esta bien me cacho, vine a oler los zapatos de Diana.

M- Esto te gusta verdad

-....

La maestra se acerco a la puerta, puso una silla y me llamo. Yo me quede perplejo por lo que podía pasar, pero aun así me llamaba la curiosidad por lo que me acerque.

La maestra MarisolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora