K.N.D//EL NUCLEO

11

—¿Por que los trajiste aqui 85? ¿TE VOLVISTE LOCO?.

—Señor, se que la misión era traer al sector L con vida. Pero...yo... Ellos aparecieron de la nada y hablaron sobre mas sobrevivientes. Me pareció un tema importante, los quize interrogar pero ellos se negaron a hablar a menos que fuera con usted— el joven peli-rojo parecía muy avergonzado. Paddy no confiaba ni un poco en los de la otra cuadar, sin embargo si creía en la posibilidad de que mas personas hubierna sobrevivido. —No puedo ignorar la posibilidad de que existan personas en una peor situación que nosotros. Yo... N.no puedo simplemente perder la fe, aun si esa posibilidad viene de esos tipos. Perdonone 362.

Rachel sonrió amablemente y obligó a número 85 a mirarla. —perdoname tu a mi 85, no puedo culparte por intentar mantener la fe. No te culpo por nada y tampoco sientas vergüenza.— coloco la mano sobre el hombro del chico. —Bien, ahora vaya a descansar soldado, se lo merece. Nos reuniremos en un par de horas y me darás todos los detalles de tu difícil misión.

—¡SI SEÑOR 362!—Gritó con estusiasmo tras realizar un respetuoso saludo. Luego simplemente se marcho a descanzar.

—¡60, 86!.
Ambos chicos voltearon tras escuchar a su jefa gritar su número clave. —¡Dejen de pelear de una buena vez y escolten a esos clones hasta la oficina principal en la base. Quiero hablar con ellos y que Chad este presente.

—¡SI SEÑORA!— Gritaron los agentes en coro tras la orden de la rubia.
Sacaron un par de modernas armas y apuntaron amenazantemente a los de la otra cuadar. Sus enemigos mortales de toda la vida.

—¡MUEVAN ESE TRASERO PERO YA!— gritó la peli-roja empujando a los extraños chicos.

—¡Podemos caminar solos agente 86!— los años no habían causado estragos en en ellos, seguían siendo los mismos tipos espeluznantes y misteriosos de siempre; con las mimas miradas perdidas, las extrañas ojeras, la palida piel y esa necesidad de hablar siempre en coro.
86 y 60 simplemente cumplieron la misión de guiarlod hasta donde Chad, quien obviamente ya los esperaba.

—¡Entren fenómenos!.

—¡Sin ofender comandante, podemos ir tranquilamente por nuestra cuenta!—Los cinco chicos entraron a la oficina, todo se veía muy luminuso y limpio. Las paredes estaban decoradas con madera de roble rojo; tenía un techo color crema y en la alfombra dominaba el color ladrillo, en una esquina sobre la pared resaltaban lo que parecían ser cientos de libros ordenados. Los de la otra cuadra sonrieron con burla y tomaron asiento en un sofá negro que se encontraba casi al fondo de la llamativa oficina. Miraban fijamente a Chad, todos a la espera de la lider suprema. "Un momento muy incomodo para todos los presentes".

—¿Que tanto me ven?— preguntó Chad sin tolerar mas sus burlonas y extrañas miradas.

—¡¿Ahora juegas del lado de los buenos Chad?. Pero si tu eres un miserable traidor, ¡JA.JA.JA.JA.JA! ¡oh, disculpa talvez no te gusté que te recordemos tu pequeño desliz 274— sin pensarlo mucho Chad salto sobre ellos a todos sin consideración alguna. No podia dejar de atacarlos, casi parecía que el rubio estaba desquitando con ellos toda su frustración acumulada. Con todas sus fuerzas Fanny intento separarlos pero solo ganó que de una patada la lanzaran contra la parde...

—¡OCHENTA Y SEIS!!!!!
Furioso Patton intervino disparando su arma al techo y amenazando con dispararle a ellos si no paraban la ridicula pelea. —¡QUIERO, QUE TODOS SE CALMEN DE UNA BUENA VEZ! ¡ESTOY HASTA EL DEMONIO, GUARDEN LA COMPOSTURA MALDITOS FENÓMENOS O NO VOY A CONTENERME Y LES DISPARARE... Y TU CHAD DEJA DE ESCUCHAR A ESOS RAROS O TE DISPARARÉ —todos los presentes quedaron en total silencio tras ver a sesenta perder los estribos. Fanny se levantó y tomó el brazo de Patton Intentando calmarlo. —¿Fanny te encuentras bien? —colocó una mano en el pecoso y sonrojado rostro de la chica.