En contra del destino. (WangXian)

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En contra del destino.

(WangXian)

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One-Shot. AU Omegaverse.

«Lan Zhan yo... conocí a mi pareja destinada.»

Lan Zhan y Wei Ying no eran parejas destinada, sus almas no estaba unidas por ningún lazo más allá que el de la amistad. Ambos se conocieron en la adolescencia cuando Wei Ying fue a estudiar durante una temporada a GusuLan. Durante ese tiempo mucho podrían decir que ambos eran rivales; el segundo jade no soportaba mirar al omega, siempre discutiendo y peleando. A Wei Ying por otro lado le encantaba molestar demasiado a aquel serio alfa, con bromas desvergonzadas que haría avergonzar a cualquiera con la suficiente cara, para Lan Zhan fue toda una tortura, pues aquella actitud descarada del omega solo lo enloquecía, siempre tan risueño y coqueto.

Por mucho que intentara negarlo el alfa no podía esconder la atracción que comenzaba a sentir hacia el omega. Su aroma bañado en el licor, las especias y el loto, lo traía de cabeza cada vez que se acercaba, llenando sus sentidos por completo, embriagándose con su dulce aroma. Comenzó a entrar en pánico cuando comenzaba a tener esos extraños pensamientos posesivos cada vez que otro alfa se acercaba demasiado a Wei Ying, teniendo que contenerse de gruñir ante todos. Luego estaba aquella enfermiza necesidad de verlo cada día, escuchar su voz, sentir un contacto con su piel.

¿Qué estaba mal con él?

¿Por qué estaba pensando en esas cosas?

Su alfa no dejaba de aullar, exigiendo ir con el omega. Demandando que no lo separaran de su pareja. Casi como si ambos... fuesen destinados...

Pero no, era imposible. Ninguno había sentido el lazo entre ellos, Wei Ying nunca lo mencionó y Lan Zhan podía darse cuenta en caso que fuera cierto. Un lazo no se puede ignorar una vez que se encuentra.

Fue entonces cuando la guerra empezó. Wei Ying ayudando a los Wen, las sectas en contra de Patriarca YiLing y entonces... Ni siquiera el dolor de los treinta y tres latigazos fue tan intenso como el dolor que sintió en el momento en que su hermano se escabullo en el Jingshi para darle la noticia que Wei Ying había muerto.

No iba a creerlo.

No iba a creer ninguna de sus palabras hasta verlo con su propios ojos.

Con las heridas aún a carne viva sobre su espalda y escasa, casi nula energía dorada, partió con su espada a aquel lugar, esperando aun que todo fuera un mentira de las sectas, que en realidad los Wen seguían ahí y Wei Ying lo recibiría con aquella enorme sonrisa de siempre.

No fue así.

El lugar que lo recibió en los Tumultos Funerarios fue diferente; los cuerpos sin vida de los Wen, sangre manchando cada espacio del lugar y el fuego consumiendo las pocas residencias. Toda la escena parecía sacada de una horrible pesadilla. Su corazón se hundió en su pecho al reconocer a esas personas, esas personas que lo recibieron en su mesa con sonrisa... esas personas a las que Wei Ying consideraba su familia.

Deambulo por el lugar llamando a gritos el nombre del Patriarca, solo para darse cuenta que aquel lugar ya no quedaba ningún sobreviviente. Estaba por marcharse cuando el viento trajo un sonido hasta él, un murmullo que no logro reconocer. Espero, entre el sonido de la madera ardiendo y el viento, aquel sonido llegó de nuevo, un llanto. El llanto de un niño.

Con las piernas temblorosas por el esfuerzo y su visión casi reducida por la pérdida de sangre, corrió hacia el lugar del sonido, descubriendo un tronco hueco del cual provenía. Era él. El niño a el cual Wei Ying llamo suyo, el que se aferró llorando a su pierna en cuanto lo vio. A-Yuan, vuelto un ovillo dentro del tronco abrazando con fuerza una muy conocida cinta roja.

One-Shot's WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora