Entramos en el hotel callados, Dylan ha estado todo el trayecto en su mundo y yo no he querido interrumpir sus pensamientos. Se todo lo que le pesa la decisión que tomó. Pero yo intento ayudarle a que lo sobrelleve mejor a pesar de no lo llevo bien, pero intento ser fuerte por ambos.
En la recepción nos dan las llaves y sigo a Dylan hasta la habitación que le han dado, apenas me mira cuando entramos en el ascensor y suspiro controlando todos mis sentimientos.
Cuando entramos veo una amplia habitación con un gran ventanal que da a todo el pueblo. Veo toda la academia desde aquí. Me quedo embobada intentando descubrir donde está situada mi casa y jugueteando como si fuera una niña pequeña. Cuando la encuentro sonrío por mi arduo trabajo, estoy deseando ver estas vistas mañana por la mañana.
Noto los brazos de Dylan pasar por mi cintura y apretarme contra su pecho. Expulso todo el aire que llevaba dentro y me relajo apoyando mi cabeza en su hombro, me mira desde arriba y lentamente abro los ojos para mirarlo desde mi posición.
-Lo siento- frunzo el ceño y lo miro con todo el amor que siento por él - Siento haber sacado el tema, no quería estropear la noche. Es solo que estoy muy cansado- me giro y le cojo la cara con mis manos, veo las bolsas debajo de sus ojos, la guerra en sus pupilas, y por un momento me imagino como ha sido este año para él.
-No has estropeado nada- le obligo a mirarme- quiero que me cuentes todo lo que te pase, no quiero que me ocultes nada- le susurro con cuidado, necesito entenderle, desde el principio de nuestra relación me ha ocultado todo lo que sentía o los motivos por los que, hacia las cosas, y ahora no puedo seguir con lo mismo.
-Pero esta es tu noche, no quiero joderla- alzo mis labios con una sonrisa, él y sus formas de hablar.
-Solo con tenerte, con poder estar hablando contigo en persona, ya es más de lo que podría haber pedido para esta noche- sonríe - Está siendo maravillosa, y quiero que siga siendo así. Con charlas, con sonrisas, con besos, no lo cambio por nada- acerco mi boca a la suya y le doy un pequeño beso.
-Te quiero, cadete- sonrío en su boca.
-Te amo, mi soldado- me devuelve la sonrisa y me besa.
Siento sus manos bajar hasta mi cintura y apretarme contra la suya, gruño cuando siento su cuerpo contra mi espalda. Llevo tanto tiempo deseando este momento que es como si lo hiciese por primera vez. Río nerviosa cuando pasa su nariz por mi cuello y siento las cosquillas recorrer mi espina dorsal, dios como lo he necesitado.
-Te he echado de menos- me susurra y caigo rendida. Porque me tiene sujeta con los brazos, si no, estoy segura de que ya me hubiese caído. Sube y baja sus manos por mi vientre apretando mi cadera. Mi piel se eriza y siento miles de cosquillas por todos los lados de mi cuerpo. Necesitaba la intensidad de sus caricias.
Noto sus suaves besos a lo largo de mi cuello, sintiendo la mejor sensación ir de arriba abajo. Suspiro cuando acaricia con sus dedos mi oreja y muerdo mi labio inferior para retener un gemido cuando lame el lóbulo de la oreja.
-Dylan- le susurro sin poder más.
-Lo sé pequeña- acerco mi boca a la suya y me recibe complacido y con ganas. El beso es lento, suave, pausado, pero poco a poco va subiendo el ritmo, cada vez es más profundo, más eterno, más nosotros. Y siento como mi cuerpo va calentándose cada vez más. Le necesito al completo.
Subo mis manos hasta su cuello y lo atraigo más a mí, lo siento gruñir y mi cuerpo vibra ante ese sonido. Me aprieta el trasero y gimo, me alza y paso mis piernas por su cintura notando todavía más su sexo entre mi cuerpo, suspiro sintiéndolo. Comienza a hacer más calor de lo que ya está haciendo fuera. Sube mi vestido hasta mi cintura y deja mis piernas al aire libre mientras lo envuelvo con ellas.
ESTÁS LEYENDO
SOLDADO (pausada temporalmente)
Teen Fiction-No te vayas- -Volveré- -Te esperaré- Es lo que le prometí cuando no había vuelta atrás, cuando la subida al avión de Dylan era inminente. -Te quiero Cadete- Me susurró a los labios justo antes de decirle que yo también lo quería. Ha pasado un...