SOLDADO (pausada temporalmente)

CAPÍTULO 8

Hola mis cadetes!!!! 

Aquí tenéis un capítulo nuevo, y bastante largo!!!! Decidme que no habéis sufrido tanto como yo. 

No puedo con esta pareja, me va a volver loca jajajaja

Espero que os guste y que le deis mucho amor como vostrxs sabéis hacerlo. 

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-Abby, Abby, despierta- me quejo y abro los ojos como puedo, observo a mi alrededor y puedo ver desde la ventana como todavía es de noche, siento un cuerpo a mi lado y es cuando me doy cuenta de que Leila está en mi habitación con una camiseta de Alan que le cubre hasta las rodillas y con el ceño fruncido, la imito.

-¿Qué pasa? ¿Qué hora es? – pregunto sentándome en la cama, me froto los ojos y enciendo la luz.

-Son las tres de la mañana- abro los ojos como platos- tu móvil no deja de sonar y no lo coges- se queja, pero veo un atisbo de preocupación en su mirada. Llevo mis ojos a él colocado en la mesilla.

-¿Qué?- justo cuando me lo da vuelve a sonar, veo el nombre de Ciro en la pantalla, me tenso al instante y descuelgo de inmediato- ¿Ciro? ¿Qué pasa?- escucho mucho ruido de fondo y tengo que poner toda mi atención para poder escucharlo.

-Joder, por fin lo coges, llevo un rato llamándote- me lamento por dentro- Creo que deberías venir al club La torre, ahora-sentencia. Frunzo el ceño. Pongo el altavoz ante la insistencia de Leila no sin antes fulminarla con la mirada, ambas nos acercamos más al teléfono.

-¿Al club La torre? ¿Por qué?- Leila me mira raro, está tan confundida como yo. Es un club nuevo al que todos los cadetes solemos escaparnos de vez en cuando, no es que sea un club muy seguro, de hecho, lo tenemos totalmente prohibido, incluso los mayores de edad. Pero no solemos acatar mucho las normas.

-Dylan está aquí, y no está muy bien- tantea las palabras para no decir que está como una cuba. Suspiro.

-¿Qué le pasa?- pregunta Leila.

-Ha bebido y está muy borracho- gruño, maldito.

-Pues déjalo, ya se irá cuando quiera- respondo cansada de tanto drama por parte de Dylby, solo quiero dormir. Leila me mira mal y ruedo los ojos.

-No creo que- la llamada de Ciro se corta cuando entra la llamada de Dylan. Genial lo que me faltaba.

-Qué quieres- espeto.

-Abby- vuelvo a escuchar el mismo ruido de fondo y varios gritos - soy gilipollas- tomo aire, ¿ahora se da cuenta? Gruño cabreada.

-¿Dónde estás?- Leila rueda los ojos, no entiende mi amistad con Ciro, en realidad nadie la entiende, pero me da igual, no voy a decirle que Ciro se ha chivado a mí.

-En el club La Torre- alarga las silabas demostrando cuan borracho esta.

-Vas borracho-

-No-

-Si-

-No-

-Dylan-

-Un poco- oculta una risa, una sonrisa traviesa que puedo ver sin necesidad de estar a su lado, mi cuerpo vibra ante esa imagen e intento recordar que ahora mismo le odio por haberme dejado, ruedo los ojos para que Leila no se de cuenta del pequeño lapsus que he tenido y me centro en la conversación.

-¿Qué quieres?-

-A ti- suspiro, pero no puedo evitar estremecerme.

-Dylan- digo cansada. Y miro a Leila de reojo.