One shots ~ Payton Moormeier

5. Ten una feliz navidad (P1)

《Créditos: @harryimaginedstories en Tumblr.》

[One shot traducido y adaptado]

"Ten una feliz navidad" (Parte 1)

Las cálidas luces brillantes con las que había decorado nuestra casa se burlaban de mí con lo cómodo y acogedor que hacían que pareciera nuestro apartamento, cuando en realidad nada se parecía al ambiente tranquilo y pacífico que uno esperaría en Navidad. 

Mi interior dio un vuelco y mi corazón empujó contra la jaula que mis rasgaduras construyeron a su alrededor como si estuviera tratando de salir de mi pecho y crear un desastre sangriento en el piso de madera. 

Yo estaba sufriendo. Mi cuerpo estaba destrozado por la agonía física y no había nada que pudiera aliviar el intenso tormento que me trajo la decepción.

Sentí su presencia antes de verlo.
Como una sombra, se cernía sobre mi cuerpo, su expresión era dura e insegura. 

Sus ojos parecían fríos, con orbes como cubitos de hielo en lugar de color miel y oro derretido al que normalmente se parecían. 

Su mirada siguió cada uno de mis movimientos, observó cada aliento que respiraba temblorosamente y no fue hasta que las primeras lágrimas se derramaron por mis mejillas, que bajó los ojos y miró hacia otro lado, aparentemente incapaz de mantener la mirada.

Mi cuerpo temblaba más fuerte que si fuera torturado por ondas de choque eléctrico y en el minuto mis gritos de dolor se hicieron más fuertes y llenos de desesperación.

Tenía el corazón roto porque lo peor que podría haber pasado para arruinar mis sueños con él se había convertido en realidad.

Mi novio no hizo nada para aliviar mi dolor. Se quedó rígido, tan indiferente por mi desesperación como un acantilado junto a las olas del océano.

Con los ojos inyectados en sangre y los labios hinchados, levanté la cabeza para mirarlo.

Payton no se parecía en nada al hombre que yo sabía que era, ni siquiera me recordaba a él. En el momento en que descubrí lo que me había estado escondiendo, mi percepción de él cambió.

No podía entender cómo los brazos que ahora cruzaba sobre su pecho eran los mismos en los que me habían abrazado la noche anterior, en los que había estado a salvo y cálido, cómo el cuello tenso era el mismo que pasé horas besando y suspirando. La forma en que la boca formaba una delgada línea era la misma que me había despertado con besos matutinos hoy.

Había mucho amor entre nosotros, siempre, pero nada de eso estaba aquí ahora.

Sollocé débilmente, lloriqueé cuando él se movió más atrás y dejé que mi niño exhausto se sentara en el borde de la cama. 

— ¿Cómo pudiste hacerme eso? — las palabras sonaron terriblemente delgadas e inciertas, sin una determinación que podría haberlo obligado a hablar.

Él suspiró. — Todo lo que puedo decir que es cierto es que realmente no pensé en absoluto, T/N. No hice esto para... lastimarte —.

— ¡Oh! — Grité y una risa seca salió de mi boca. Levanté ambas palmas y me enjugué las lágrimas con dureza antes de fingir una sonrisa. — Bueno, debería agradecerte por eso, ¿verdad? ¡Eso hace que todo sea mucho mejor! —.