🌺 Capítulo 4 🌺

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Narra autora.

Era algo tarde y el cielo tenía un hermoso color rosado combinado con naranja, que se reflejaba perfectamente en las nubes; había una considerable cantidad de árboles de tamaños pequeños y medianos. El lugar era hermoso y cálido. Aquel lugar transmitía una gran paz y tranquilidad.
Más allá del paisaje, se ubicaba una hermosa casa de tamaño mediano, su exterior era de colores cálidos; estaba hecha de madera obscura con decoraciones blancas a sus costados, lleno de unas pequeñas hojas anaranjadas que cubrían el pasto del lugar con unos pequeños arbustos verdes en su entrada.

Ambos chicos se dirigieron hacia la casa mencionada. Gon tomó unas llaves color plateado y se dirigió hacia la puerta principal, tomando a Killua de la mano para finalmente, abrir aquella puerta de madera.

— Hemos llegado — Mencionó el moreno, dedicándole una sonrisa al albino. 
— Tu casa es muy hermosa — Dijo el albino admirando aquella casa. Entusiasmado, se dirigió al interior de esa casa. Se sentía cálida y acogedora; y en ella se encontraba impregnado el aroma de Gon.
— Gracias. — Dijo el moreno mientras cerraba la puerta y dirigía a Killua hacia el sofá mientras sacaba un libro y un cuaderno de matemáticas: el sofá era lo suficientemente grande como para unas 4 personas aproximadamente, sin embargo, decidieron sentarse lo más juntos posible, utilizando como excusa el cuaderno de matemáticas, para que así, Killua pudiera prestar más atención hacia la explicación de su nuevo amigo.



— Y es por eso que x es igual a 2. — Dijo el ojimiel para así, dar por finalizada su explicación.
— Oh, al parecer no era tan difícil como lo parecía o es que eres muy bueno explicando. — Alagó el albino, para así luego dirigir su mirada hacia la de su nuevo amigo—
— Gracias, igual tú eres muy buena aprendiendo. — Alagó igualmente el moreno, devolviéndole la mirada a esos hermosos ojos zafiros.

Ambos chicos hicieron contacto visual, se quedaron mirándose mutuamente durante unos minutos: Killua sentía las ganas de abrazarlo, de besarlo y de tocarlo. Mientras que Gon no podía dejar de observar los hermosos ojos zafiros del albino.
Lo que ambos sentían era... Indescriptible, sólo sabían que se sentía bien.



— Bueno... Ya que terminamos algo temprano, ¿te gustaría quedarte un rato más para platicar? Ya sabes, para conocernos mejor. — Dijo el moreno, siendo el primero en romper el silencio; que no era ese típico silencio incómodo, pero, por más que quisiesen, no podían quedarse ahí, mirándose sin hacer o decir nada.
— A-ah, sí, sí, me encantaría. — Sonrojado, respondió el albino, haciéndole volver a la realidad.
— Perfecto. — Sonrió el ojimiel. — Y bien, cuéntame, ¿qué edad tienes? — Preguntó curioso el moreno, esperando pacientemente una respuesta de parte del albino.
— 16 años, ¿tú? — Respondió el albino, para luego devolverle la pregunta al moreno. —
— 17 años, creo que soy más grande por unos meses que tú. — Sonrió y recargó ambos brazos en sus rodillas, apoyando su cabeza en su mano derecha.
— Al parecer sí. — Respondió el albino devolviéndole una ligera sonrisa e, inconscientemente, imitó la misma pose del chico moreno. —
— ¿Color favorito? — Preguntó nuevamente el ojimiel.
— Verde. — Respondió el albino. — ¿Y el tuyo? — Atento, preguntó el de ojos zafiros.
— Bueno, a partir de ahora, me considero un gran fanático del color azul. — Alagó indirectamente el moreno, refiriéndose al color de ojos del albino.

Y así estuvieron por un buen rato, conociéndose cada uno a más profundidad.



— Bueno, creo que ya es hora de irme. — Dijo el albino un poco adormilado, ya era de noche, lo que significaba que tenía que volver a su casa a dormir.
— Oh, claro, permíteme acompañarte. — Propuso el moreno para asegurarse que el chico llegase a su casa sano y salvo.
— Claro. Muchas gracias, Gon. — Dio un pequeño bostezo y luego sonrió, para finalmente dirigirse a la salida con Gon.

Ya fuera del exterior de la casa, Gon cerró lentamente la puerta. Ambos empezaron a caminar hacia su destino; la casa de Killua.
Inconscientemente, Gon tomó la mano de Killua: este se sorprendió un poco, sin embargo, no apartó su mano, al contario, las entrelazó, haciendo a ambos chicos sonrojarse; aunque en Killua era un poco más notorio debido a su pálida piel.



Finalmente llegaron a la casa de Killua, por suerte, toda su familia estaba profundamente dormida, así que no tenía que explicar qué hizo con el chico en su casa: conocía a su familia, y sabía que si les decía que simplemente estudiaron y hablaron sobre ellos, no le iban a creer, aunque era la verdad.

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Aló aló, que es algo corto, pero solamente era para que los personajes avanzaran en su relación. También vengo recordarles que Gon es gay, que es algo obvio, ya que en la misma historia dice que este es un fanfic de bl, pero es que ahora mismo Gon parece pinche vato heterosexual, PERO NO. Se los recuerdo porque esto será importante en un futuro de la historia.
Cambiando de tema, creo que este es el capítulo que más me ha gustado KASJAKSJAK.
Bueno, eso es todo lo que quería decir. ¡Gracias por leer!

Datazo: cuando una persona nos gusta, inconscientemente, imitamos sus movimientos.

Conoce más de mí [Gonkillu] | PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora