cap 8

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*Alexander*

Desde que Hadrien había irrumpido en mi oficina y me había dicho eso no podía estar tranquilo, necesitaba irme de allí en cuanto pudiera, en seguida le hable a Marianne saldría de la ciudad por unos días, eso aclararía mi mente.

Ya todo estaba listo hasta que mi madre llamo a mi cuarto

-¿a dónde vas? - dijo enojada - espero que no pienses en irte y menos sabiendo que Eileen está desaparecida

-¿qué quieres decir con eso?- dije asustado, no otra vez

-ni siquiera lo sabías y todo por estar ocupado con esas tipejas- no había visto a mi madre tan enojada por algo así- no ha vuelto a su casa desde hace una semana y nadie sabe dónde está, llamaron a todos sus amigos y nadie sabe nada de ella.

- joder- dije enojado y saliendo por la puerta

-¿a dónde vas ahora?- gritó mi madre desde las escaleras

-a buscarla- no podía hacerme esto no ella, vi a Cath con leo afuera- ¿es cierto Catherine? Por favor si sabes algo dímelo.- dije desesperado

-¿crees que no lo hubiera hecho antes?, ella no haría algo así, la conozco Alex ella no hace esto, algo está mal

-Hadrien- dije en voz alta

-¿él que tiene que ver en esto?- preguntó Catherine molesta

-él fue el último en verla- dije antes de tomar mi celular y llamarlo- joder me manda a buzón voy a tener que buscarlo.

-Cath necesito que me digas si pasa algo.- me miro de una manera extraña- bueno- conteste el celular con esperanza-

-te estoy esperando cariño- dijo Marianne desde la línea

-no me jodas ahora, tengo algo importante que hacer, no llames si no es algo importante.

Tome mi carro y me dirigí a casa de sus abuelos, lo único que lograron decir fue que no me preocupara que sólo estaba teniendo una etapa de rebeldía, no podía creer que esto estuviera pasando y a sus abuelos les diera igual. Fui a casa de Hadrien sus padres me dijeron que estaba en la escuela desde hace unas horas, pero cuando fui a buscarlo me dijeron que no había ido a clases ese día. Me dirigí a casa de los padres de Eileen y parecían un poco más tranquilos, ¿acaso a nadie le importaba Eileen?

Pero por suerte Maya me dio la dirección de uno de sus amigos no vivís lejos de ahí, así que fui a pie, esperando encontrar más respuestas ahí.

-hola ¿se encuentra Max?- una señora de mediana edad me abrió la puerta - soy un amigo de él

-sí, espera un momento ¿cómo dijiste que te llamabas?

-no se lo he dicho, pero me llamo Alexander

- permíteme- dijo después de mirarme un momento y llamarle a su hijo

-sabes ¿dónde está? - dije desesperado

-¿qué?- no entiendo, por cierto ¿quién eres?

-no es que es quien y Eileen ¿sabes dónde jodidos esta?- dije enojado - soy Alexander- su cara al decir mi nombre cambió

-ella está bien, peros debes dejarla sola.- me dijo tranquilamente

-¿por qué crees que esa respuesta iba a satisfacer la pregunta que te hice antes?- me harte sólo era un chiquillo-

-no sé porque armas tanto drama, tampoco es como que ella te importe- dijo enojado

-porque es mi deber cuidarla, se lo prometí a Nick, pero parece que a nadie le importa, si él estuviera aquí...

- ¿por qué sabes eso?- dijo curioso- y creo que alguien la está cuidando mejor que tú así que ahórrate tus discursos- lo dijo para molestarme lo sabía.

-¿quién está con ella? Mira necesito saberlo, yo...

- puedo darte su número de celular y ya

- me vale con eso, dámelo- desesperado lo anote y marque enseguida, mientras aquel chico entraba a su casa.

-hola, ¿quién es?- su voz se escuchaba más tímida de lo normal

-Eileen, soy yo- le dije sonriendo al celular- estás bien- afirmé

-amm, si, lo siento tuve que tomarme unos días, nada contra ti. Lo prometo- dijo un poco asustada

-no estoy enojado, sólo estaba preocupado, pero me alegra que estés bien ¿dónde estás?

-Alexander lo siento, pero no puedo decírtelo, mañana pienso ir a mi casa tal vez podamos vernos ahí.

-está bien- no quise insistir-cuídate

-tú también, bye - y colgó

Aunque no la vi, ella me había dicho que estaba bien, así que no me preocuparía y mañana podría verla y asegurarme de que realmente ella estaba bien

. **Eileen**

-¿Quién era?- me pregunto Hadrien

-Alexander

-¿qué quería?- dijo como si nada

-no importa- guarde silencio por un momento- es hora de volver a casa

-lo sé

La conversación se quedó ahí, y sólo nos hubo un silencio incómodo. Hadrien me había estado cuidando y por suerte no me pregunto nada más. Pero sabía que en algún momento tendría que enfrentar lo que había logrado recordar.

Arregle mis cosas y me quedo claro, tenía que quedarme aquí, al fin y al cabo yo tenía suficiente dinero para pagar mis comidas y alguna que otra factura.

Llegue a casa junto con Hadrien, pero le pedí que se fuera esto iba a arreglarlo yo sola.

-Ellie- volviste dijo mi tía, aunque para mí era más mi madre- me alegra que al fin estés aquí

-¿esta papá?- no podría acostumbrarme a llamarlos tíos, porque para mí eran más que eso- necesito hablar con ustedes

-sí, espera- dijo triste

-agradezco todo lo que han hecho por mí, darme un techo, educación y sobre todo una familia- las lágrimas comenzaron a brotar- pero es hora de que me vaya, voy a vivir por ahora en el departamento de Nicholas.

-Eileen, sé que eres mayor, pero sabes que puedes quedarte aquí, no necesitas irte- dijo llorando mamá

-está bien, cualquier cosa que necesites aquí estaremos- dijo mi papá más comprensivo- así que por lo que veo te vas hoy- dijo más triste

-sí, sólo les he traído problemas y agradezco que cuidaran de mi por tanto tiempo, no quiero saber cómo hubiera sido si los abuelos me cuidaran- les sonreí con cariño

-nunca nos ocasionaste problemas, todo lo contrario, el haber sido una hermana para maya y cuidarla tanto y querernos- mamá lo dijo y papá asintió sonriendo

-bueno creo que es hora de ir por mis cosas, y no crean que se deshacen de mí, vendré muy pronto.

Despedirme de Maya fue más difícil, después de todo ella no sabía la verdad, lo cual era bueno por una parte; pero ya había ocasionado suficientes problemas a mi familia. Antes de irme mamá me hizo prometer que no comería tantas chucherías y papá me repitió como cien veces que las puertas de su casa estarían abiertas siempre para mí, y Maya siguió llorando ocasionando que yo también hiciera lo mismo.

Se sentía raro acomodar las cosas en mi nueva casa. Cuando me canse de recoger, me quede dormida. En unas horas iría con Alex.



Tentadora prohibiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora