Cap. 3

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*Hadrien*

Ya había pasado una semana desde la fiesta y no había visto a Eileen, la busque en su escuela y tampoco tuve noticias de ella. No entendía que había pasado, para que ella me ignorara. Así que no tuve más remedio que sacarle la verdad a Alexander. Llegue a su casa y por suerte no había ninguna chica en su cama.

-¡Ey! Levántate vamos a jugar billar

-¿tan temprano?- él decía eso aunque ya eran las 11 de la mañana- ¿además que no deberías de estar en clase?

-No, hoy no tuvimos clases- mentí, todo el día había estado buscando a Eileen

-está bien, dame 10 minutos

Después de llegar al billar, vimos a una de las preferidas de Alexander. El no solía repetir, pero sólo algunas, que según él, valían la pena rompía esa regla.

-Marianne que gusto verte guapa- Alexander coqueteando como siempre, la saludo.

-igual Alex, hace tiempo que no me llamas- contesto la chica

-si lo siento he estado un poco ocupado, ¿Qué te parece hoy a las 9 en mi casa?

-Perfecto, ahí nos vemos- la chica me miro- hasta luego Hadrien

-¿Qué no tu madre te prohibió seguir llevando chicas a la casa?

-Tanto tú como ella saben que eso es imposible

-¿Y Eileen que dice de eso?

-Me da igual lo que piense, pero creo que no le importa en la fiesta se dio cuenta y no dijo nada- se rio-creo que es más sumisa de lo que creías

-¿En serio Alexander? Ni siquiera porque ella estaba ahí ¿qué hubiera pasado si tu padre te encontrará así?-dije enojado

-Con lo poco que va a la casa dudo que sepa por lo menos donde está mi cuarto

-no deberías confiarte tanto-

-Pero ahora que lo dices, al irse de la fiesta Eileen no estaba muy contenta que digamos- dije para saber más sobre lo que había hecho Alex

-Ah seguro fue cuando me vio en el cuarto con esa chica-se quedó pensando-era muy guapa

Ahora entendía todo. Por primera vez quise golpear a Alexander por sus estupideces

*Alexander*

-Alexander es hora de que despiertes- dijo mi madre furiosa-Ya me canse de tus jueguitos estúpidos, y tú - dijo señalando a Marianne- vete de aquí antes de que te saque yo.

-Bájale mamá- dije despertándome por completo- déjala en paz, Marianne vete cariño luego nos vemos.

-Nada de luego nos vemos. En mi casa no vuelven a entrar tus golfas-mi madre estaba más que enojada, seguro mi padre no había cumplido alguno de sus caprichitos

-Si sigues así ni el Botox te podrá ayudar- trate de bromear para que dejara el enojo de lado

-Vaya hijo que he criado- se lamentó- mañana tienes una cita con Eileen y más te vale no arruinar nada

Así que una cita con Eileen, me prepare la mañana siguiente para salir con la niñata esa. Fuimos a un restaurante; según mis padres y sus abuelos era para que nos conociéramos mejor. La espere por 20 minutos en el restaurante. Hasta que llegó, lucía diferente no sólo era su corte de cabello había algo en ella que hacía que se viera más atractiva que antes.

-Lamento la tardanza, había un tráfico espantoso- me levante de mi silla y la acomode en la suya- Gracias

-No te preocupes, te queda bien el corte- dije como cumplido

Tentadora prohibiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora