Cap. 4

696 38 8
                                    

*Alexander*

-Catherine, quiero que me digas todo acerca de ella- le exigí en cuanto llegamos a casa.

-si tienes dudas, tú tienes que averiguarlo, yo no te pienso decir nada- dijo sonriendo- Por cierto Leo viene en camino y mi mamá sugirió que saliéramos los cuatro, no te preocupes yo le aviso a Eileen

-no pienso ir- dije malhumorado, ya había tenido suficiente con lo que había pasado en la mañana

-no creo que eso le parezca a mamá y dudo que te siga cubriendo de papá si sigues así- Catherine tenía razón por más que eso no me gustara

- ¿y se puede saber a dónde vamos?- dije rendido

-a la feria, hace mucho que no vamos y será divertido- aunque ya tuviera 18 años Cath se seguía comportando como una niña

*Eileen*

Estaba con mis abuelos cuando Cath me hablo para salir con ella y su novio, no quería hacer mal tercio pero insistió tanto que no me pude resistir y cuando mis abuelos se enteraron a donde iba sólo sonrieron con satisfacción, sus planes se estaban haciendo realidad.

Tardé un poco en llegar al sitio que me indico y no quería creer que realmente estuviera en frente a la feria, Cath estaba loca.

-hola- la salude lo más alegre que pude

-al fin llegaste!- dijo divertida más que enojada- oye Leo no se siente muy bien y quería pedirte un favor ¿puedes cuidarlo?- señalo hacia uno de los chicos que estaban acercándose a nosotras- mientras yo llevo a Leo a casa ¿puedes quedarte con Alex?

-¿así que lo tenías planeado? Cath no me hagas esto, me mentiste para que pasara tiempo con tu hermano

-claro que no, bueno tal vez, pero necesitan conocerse mejor y fue idea de mi mamá no mía.

-¿así que tú también terminaste aquí?- preguntó Alexander

-si- asentí enojada

-vamos puede que se diviertan, por cierto nosotros nos vamos- dijo Cath jalando a leo antes de podernos si quiera saludar, pero se despidió desde lejos y pidiendo disculpas

-si quieres nos podemos ir- sugirió Alexander y aunque no era una mala idea, no quería imaginar la furia de mis abuelos si hacia algo para "arruinar" las cosas de nuevo.

-no, está bien, quedémonos.- sonreí lo mejor que pude.

Subimos a varias atracciones de la feria y sin darme cuenta el tiempo paso volando, y por alguna extraña razón me había gustado pasar tiempo con Alexander. Pero cuando notamos que estaba empezando a anochecer optamos por irnos. Como Leo los había traído, no tuve más remedio que llevarlo en mi coche aunque el término manejando.

*Alexander*

- ¿Segura que no quieres que te lleve a tu casa primero, podría llevarte tu coche en la mañana?- le dije a Eileen- Ey te estoy hablando no me ignores- ahora ni siquiera me hablaba después de haber pasado todo el día juntos.

Pero cuando estuve a punto de volver a decir algo, note que se había quedado dormida, así que no tuve más remedio que llevarla a casa de sus abuelos.

-hola- le dije al mayordomo que me había abierto la puerta- traigo a Eileen pero se quedó dormida, puedo dejarla en su cuarto- me sentía tonto nunca había tenido que hacer esto por una chica.

-no hay problema, pero los señores no están y creo que a la niña no le gustaría quedarse aquí, pero le puedo pasar la dirección de su casa.

-está bien, gracias - respondí confundido, pensé que vivía aquí con sus padres.

En cuanto el mayordomo regreso con la dirección me dirigí hacia su casa. Cuando llegue seguía sorprendido su casa era mucho más humilde que la de sus abuelos, ni siquiera podría creer que ella estuviera viviendo ahí  y no donde vivían sus abuelos. Pero de nuevo baje y toque. Esta vez me abrió un hombre alto y fornido pero que se notaba bastante cansado aunque amable.

-hola- dije tranquilo- traje a Eileen pero se quedó dormida en el trayecto puedo pasar y dejarla en su cuarto

-gracias, pero yo puedo subirla- asintió cortés, pero en cuanto trato de bajarla note que no podría llevarla muy lejos.

-le ayudo- dije de nuevo

- muchas gracias- respondió ahora aceptando la ayuda

Subí las escaleras cargando a Eileen por donde me indico y fui hasta su cuarto siguiendo a su padre por detrás, en cuanto entre estuve a punto de reír aunque ya se hacía la mayor se podía distinguir un peluche en su cama, por lo visto bastante usado. En cuanto la deje en su cama, su padre la arropo y cuando estaba por salir una pequeña niña me miro curiosa.

-¿Quién eres?- me pregunto la niña mientras se trataba de mantener con los ojos abiertos

-un amigo de tu hermana- le sonreí, casi no se parecía a Eileen

-no lo pareces, además los únicos amigos de Eileen son Charlotte y Aris.- dijo confusa

-bueno y ¿tú quién eres, entonces?- pregunte un poco enfadado

-Maya, y yo soy la que cuida a mi hermana y papá dice que los niños no deberían entrar en los cuartos de las niñas así que deberías salir- dijo enojada pero adormilada.

-está bien- pero ahora lo notaba la niña era muy parecida a Eileen, en cuanto al carácter

Mientras bajaba para salir, Maya no dejaba de hacerme preguntas y su padre sólo se quedaba callado. Cuando salí pregunte si me podría llevar el coche de Eileen, prometiendo que al día siguiente lo entregaría temprano, su padre me dio permiso y se marchó.

Llegando a la casa me sentí raro, nunca había salido en una cita tan agradable como con Eileen.

Tentadora prohibiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora