-¡Eileen, Eileen!-alguien estaba gritando mi nombre en mi oído.
-¿Qué?- pregunte molesta, pues me habían despertado
-es hora de irnos- me dijo Aris
-¿De qué hablas?-
-las clases se acabaron
-¿Qué? pero sí faltan dos horas-
-No, te quedaste dormida de nuevo.- me dijo preocupado
-Lo siento, ayer no pude dormir bien.
-Ni ayer, ni desde hace más de dos semanas ¿Qué está pasando?
-La próxima semana tengo que ir a una fiesta y él va a estar ahí
-¿él? ¿Quién?- mientras miraba mi cara lo comprendió- Pero faltaba más, mucho más para que se conocieran
-Mis abuelos me lo dijeron hace unas semanas
-¿Por qué no lo dijiste antes?- su enfado iba en aumento
-No quería preocuparlos, además es mi problema no suyo, y para esto no hay solución- se quedó callado porque sabía que era cierto.
-¿Se lo dijiste a Charlotte?-
- no, no le he dicho nada a ella- voltee, en frente de mi escuela me esperaba Julio el chofer de mis abuelos- me tengo que ir hablamos después.
-¿A dónde iremos hoy Julio?- pregunte sin ánimos, cuando llegue al coche
-Sus abuelos me indicaron que la lleve a casa para que se pruebe el vestido.
Bajamos en la puerta de la casa de mis abuelos, era mucho más grande y lujosa que la nuestra, pero también más solitaria. Subí al cuarto que me indicaron dentro estaba una señora cociendo, parecía bastante amable.
-Buenas tardes Eileen ¿Lista para probarte el vestido?- me pregunto la modista
-Si- me ayudo a probármelo era muy lindo, era un vestido negro largo que contrastaba con mi piel que era un poco pálida, también tenía un corte en una de las piernas era maravilloso- wow
-Te quedo muy bien- sonrió con satisfacción- tu abuela tiene muy buen gusto
-si-y con sus palabras recordé el porqué de mi visita, esto no era para divertirme, era para presentarme ante mi prometido- bueno si es todo, me tengo que ir
-sí, lo tendré listo para el viernes- ahora ella parecía más feliz que yo
La semana se me paso volando y sin darme cuenta ya era viernes. Aunque aún no estuviera preparada para conocerlo tenía que ir. Después de la escuela mis abuelos pasarían por mí.
-Despierta Eileen- me dijo mi madre cariñosamente
-¿Puedo faltar hoy?- pregunte soñolienta
-No es lo correcto, pero por hoy puedes hacerlo- me miro sonriendo
-Tienes razón, no te preocupes iré.-se quedó callada, pero antes de irse le hice una petición-Pero por favor diles a mis abuelos que yo llego a su casa, necesito tiempo para mí.
-Sí, está bien.- su sonrisa había desaparecido.
Salí de la casa y me dirigí al parque que estaba cerca de casa. Iba tan distraída que no me di cuenta cuando un chico se me acerco.
-Hey tú!
-¿Qué quieres Hadrien?
-¿No deberías estar en clase?- pregunto curioso
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Tentadora prohibición
Roman d'amour-Entra, saluda, sonríe, siéntate, cena, mantente callada, da gracias, despídete y nos vamos ¿entendiste? -si- le respondí, no podía hacer otra cosa al fin y al cabo era su prometida. -más te vale, espero que por lo menos modales si te hayan enseñado...